?Feliz Navidad o felices fiestas? Trump abre el debate

El latente e hist¨®rico debate en Estados Unidos sobre las Navidades se ha agudizado este a?o gracias a un presidente experto en recuperar temas pol¨¦micos y agitar la divisi¨®n. Donald Trump prometi¨®, como parte de su ret¨®rica de ¡°Hacer a Am¨¦rica grande de nuevo¡±, que en el pa¨ªs se podr¨ªa volver a decir, con orgullo, "Feliz Navidad" frente a la proliferaci¨®n de la expresi¨®n m¨¢s neutra, "felices fiestas". El republicano excit¨® as¨ª a sus bases conservadoras cristianas, que consideran que su religi¨®n est¨¢ en declive.

Reunido con evangelistas en plena campa?a electoral, Trump les dijo: ¡°Ya ver¨¢n que lo digo de verdad, volveremos a decir ¡®Feliz Navidad¡¯¡±. Dicho y hecho. Desde que tom¨® posesi¨®n, el republicano ha repetido en ocasiones contadas ese mismo mensaje. Y en plena Nochebuena, el presidente tuite¨®: ¡°La gente est¨¢ orgullosa de volver a decir Feliz Navidad. Estoy orgulloso de haber liderado la pelea contra el asalto de nuestra preciosa y querida frase. FELIZ NAVIDAD!!!!!¡±.

El presidente, tal y como se?ala en su mensaje, vende este ¡°logro¡± como uno m¨¢s de su agenda, como si nunca antes se hubiera dicho Feliz Navidad en EE UU. Pero la historia sirve para desmontar su teor¨ªa. Barack Obama, su predecesor, felicit¨® las fiestas con esa misma frase cada uno de sus ocho a?os en la Casa Blanca. Antes que ¨¦l, George W. Bush, tambi¨¦n se refiri¨® a la ¡°Navidad¡± ¡ªy no a las ¡°fiestas¡±¡ª y repar¨® en el significado del nacimiento de Jesucristo, celebrado por los cristianos el 25 de diciembre. A finales de los 90, el dem¨®crata Bill Clinton tambi¨¦n repasaba la historia navide?a y sus motivos religiosos cada diciembre.

Los presidentes, sin embargo, tambi¨¦n han utilizado la expresi¨®n alternativa, ¡°felices fiestas¡±, como gesto de deferencia hacia miembros de otros grupos religiosos que no se sintieran incluidos. Ir¨®nicamente, incluso el propio Trump se refiri¨® en 2010 a la ¨¦poca festiva diciendo ¡°feliz fiesta¡±. Pese a la ret¨®rica actual del presidente, el ¡°Feliz Navidad¡± nunca estuvo amenazado. Y, seg¨²n una encuesta de la semana pasada, el 76% de los estadounidenses considera que la llamada de Trump a defender la frase cristiana frente a la pagana es por motivos exclusivamente pol¨ªticos m¨¢s que un asunto importante para la sociedad.

Tal y como hizo cuando conden¨® que los jugadores afroamericanos de la NFL se arrodillen mientras suena el himno en se?al de protesta, Trump rebusc¨® en los archivos para encontrar otra pol¨¦mica olvidada con la que alimentar a sus bases. Y, al margen de la realidad de su teor¨ªa, el presidente ha vuelto a conseguir que sus palabras generen confusi¨®n sobre un asunto generalmente olvidado y principalmente discutido por programas de la derecha religiosa.

En un programa sat¨ªrico divulgado este mes, el presentador, Jordan Klepper, entrevist¨® a una joven votante de Trump sobre los logros del primer a?o del presidente.

¡ª ¡°Una de las cosas que me ha gustado a m¨ª es que ahora podemos celebrar la Navidad¡±, dice.

¡ª ¡°?Antes no pod¨ªas celebrarla?¡±, pregunta Klepper.

¡ª ¡°Bueno, s¨ª¡­¡±

¡ª ¡°?Entonces qu¨¦ era diferente antes?¡±

¡ª ¡°La gente dec¨ªa ¡®felices fiestas¡¯ y eso¡­¡±

¡ª ¡°?Eso te ofend¨ªa?¡±

¡ª ¡°No, no me ofend¨ªa¡±

¡ª ¡°Entonces no hab¨ªa ning¨²n problema antes, ?no?¡±

¡ª ¡°No. Pero Trump dice, ¡®es Navidad¡¯, y nosotros decimos ¡®?ok!¡¯¡±

¡ª ¡°As¨ª que nos podemos sentir bien por decir que es Navidad otra vez, ?no? Aunque no haya nada diferente con respecto a antes, ?verdad?

¡ª ¡°Justo, exacto¡±, concluye la joven.