Paraguay expulsa a Brasil al ¨²ltimo capo de la frontera, Jarvis Chimenes Pavao
En medio de un fuerte despliegue de seguridad, la Justicia paraguaya entrega al detenido, que afronta una condena de 17 a?os de c¨¢rcel
La Justicia paraguaya entreg¨® este jueves a Brasil, bajo un inusitado despliegue de seguridad, a Jarvis Chimenes Pavao, considerado por las autoridades como uno de los principales narcotraficantes de la conflictiva frontera compartida con Paraguay.

Eran tan fuertes los rumores de un posible ataque de sicarios para rescatar a Jarvis Chimenes Pavao que el Gobierno paraguayo despleg¨® dos convoyes de veh¨ªculos policiales y militares con el ¨²nico fin de distraer la atenci¨®n en las calles de Asunci¨®n. Mientras, trasladaba en helic¨®ptero a quien est¨¢ considerado el ¨²ltimo capo de la extensa frontera entre Brasil y Paraguay.
Pavao, de 43 a?os, fue extraditado tras cumplir su condena de ocho a?os en Paraguay por lavado de dinero, asociaci¨®n criminal y posesi¨®n ilegal de armas. Ahora debe responder ante otra condena de 17 a?os y 8 meses impuesta por la Justicia brasile?a.
Acompa?ado de su abogada, su esposa e hijos, pero rodeado por decenas de polic¨ªas con armas pesadas, con el cabello totalmente cubierto de canas, camisa rosada, pantalones vaqueros, las manos esposadas y un chaleco antibalas negro de Interpol, Pavao subi¨® al avi¨®n de las Fuerzas Armadas brasile?as que lo traslad¨® a una c¨¢rcel federal sin identificar.
Fue detenido en 2009 en su lujoso rancho ubicado en el departamento de Concepci¨®n, a unos 400 kil¨®metros al norte de Asunci¨®n. Una zona muy concurrida por productores de soja brasile?os y propietarios de ganado atra¨ªdos por los bajos precios de la tierra.
Pavao estuvo preso desde entonces en Tacumb¨², la principal c¨¢rcel de Paraguay. Un recinto para 1.300 personas que alberga a m¨¢s de 3.000, en pleno Asunci¨®n. Pero ¨¦l no parece haberlo pasado tan mal all¨ª como los otros internos. Su defensa intent¨® hasta el ¨²ltimo momento lograr que cumpliera su sentencia de Brasil en la c¨¢rcel de Paraguay. Viv¨ªa en unas dependencias que ¨¦l mismo hab¨ªa pagado: una especie de ¨¢tico con suelo de finas baldosas blancas y acabados de piedra en las paredes que inclu¨ªa su habitaci¨®n y una oficina de 20 metros cuadrados con una sala de reuniones de dise?o, rodeada de computadoras, televisores y una colecci¨®n de DVD y libros que inclu¨ªan una biograf¨ªa de Pablo Escobar Gaviria.
Sus privilegios fueron revelados por las autoridades paraguayas en 2014, cuando varias publicaciones de la prensa brasile?a denunciaron la situaci¨®n con im¨¢genes filtradas desde la penitenciar¨ªa. Poco m¨¢s tarde, cuando un complot para dinamitar una pared de la prisi¨®n fue descubierto, el presidente Horacio Cartes orden¨® el traslado de Pavao a la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad llamada Agrupaci¨®n Especializada, donde solo pudo llevar su catre y desde donde hoy fue trasladado al aeropuerto.
Hasta el ministro del Interior paraguayo, Lorenzo Lezcano, reconoci¨® hoy el temor a un rescate por parte de sicarios. "Siempre tuvimos esa informaci¨®n y manejamos todo tipo de posibilidad para prevenir cualquier eventualidad", dijo tras celebrar el ¨¦xito de la operaci¨®n que llevaban planificando tres meses.
Un capo enfrentado a las nuevas bandas criminales
Hace un mes, un supuesto aliado de Pavao, William Gim¨¦nez Bernal, le visit¨® en Tacumb¨². Justo al salir, cuando circulaba por uno de los barrios m¨¢s exclusivos de Asunci¨®n, fue atacado por dos sicarios que dispararon contra su coche y asesinaron a su hijo de 5 a?os. Bernal se suicid¨® de un disparo. La Polic¨ªa dijo que Bernal hab¨ªa visitado a Pavao en la c¨¢rcel cinco veces y en pocos d¨ªas.
En enero de este a?o, una pareja de brasile?os que hab¨ªa visitado a Pavao tambi¨¦n fue acribillada por sicarios en Asunci¨®n.
Por la frontera entre Brasil y Paraguay, principal productor de marihuana de la regi¨®n, discurre gran parte del narcotr¨¢fico de Suram¨¦rica y tiene un ¨ªndice de homicidios de 66,73 casos por cada 100 mil habitantes, cifra cercana a la de Honduras, el pa¨ªs que lidera el r¨¢nking mundial. La tasa es adem¨¢s muy superior a la media de Paraguay, ubicada el a?o pasado en 7,98 homicidios por cada 100 mil habitantes, seg¨²n cifras oficiales.
"Antes la frontera estaba dominada por capos de la vieja escuela como peque?as empresas. Yo veo a Pavao como un mediador. No est¨¢ ni dentro ni fuera. Est¨¢ en el medio. ?l es de la vieja escuela de narcotraficantes que no quiere problemas. No quiere sangre, quiere tranquilidad nom¨¢s. Entonces est¨¢ bien con el estado y est¨¢ bien con los delincuentes", explic¨® a EL PA?S Francisco Gonz¨¢lez Orue, un coordinador de seguridad penitenciario que trabaja en la Unidad de Inteligencia.
Bandas brasile?as como el Comando Vermelho (Comando Rojo) o el Primeiro Comando da Capital (PCC) se disputan ahora el control de las rutas de tr¨¢fico y de los centros de acopio aprovech¨¢ndose de la mano de obra semiesclava de campesinos paraguayos que producen la marihuana, seg¨²n la Fiscal¨ªa paraguaya. La frontera es muy atractiva para estos grupos tambi¨¦n por ser zona de paso habitual de la pasta base de coca boliviana y precursores qu¨ªmicos que se trasladan hasta laboratorios cercanos a puertos para convertirla en coca¨ªna que luego se env¨ªa a ?frica y Europa.
"El tema de Jarvis es sencillo. Se va ¨¦l. Pierde su ruta y hay otros grupos, otros l¨ªderes que est¨¢n queriendo tomar su posici¨®n como el PCC y otras bandas como Banana Cara, Primer Grupo Catarinense y Comando Vermelho", dijo Gonz¨¢lez. El periodista paraguayo especializado en narrar el narcotr¨¢fico, C¨¢ndido Figueredo, ya adelant¨® a EL PA?S que se avecina una guerra m¨¢s violenta entre bandas.
"Jarvis, aunque est¨¢ en la c¨¢rcel, sigue teniendo mucho peso aqu¨ª. Pero los narcos est¨¢n convencidos de que irremediablemente ser¨¢ trasladado a Brasil y que posiblemente no dure ni dos meses antes de ser asesinado en la c¨¢rcel por sus enemigos, quienes ya est¨¢n asesinando a hombres de su primer anillo", explic¨®.
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