Trump enciende la mecha con una ofensiva verbal contra Pakist¨¢n, Palestina, Ir¨¢n y Corea del Norte
La andanada dibuja a un presidente en permanente campa?a y sin diques de contenci¨®n
El mundo es un lugar lleno de dinamita y Donald Trump est¨¢ dispuesto a encender todas las mechas. El presidente de Estados Unidos ha inaugurado 2018 con una desenfrenada ofensiva tuitera destinada a sacudir a Pakist¨¢n, los territorios palestinos, Ir¨¢n, Corea del Norte y hasta el delicad¨ªsimo bot¨®n nuclear. Una andanada verbal que, tras casi un a?o en el poder, dibuja a un inquilino de la Casa Blanca en permanente campa?a, sin diques de contenci¨®n y dispuesto a azuzar la inestabilidad en los puntos neur¨¢lgicos del planeta.
Todos los mensajes de Trump apuntan en una misma direcci¨®n. Pese a su disparidad geogr¨¢fica, asumen siempre las tesis m¨¢s duras de los halcones republicanos. Es decir, rompen puentes, amenazan equilibrios de alta complejidad y pulverizan el legado diplom¨¢tico de Barack Obama. Son el canto de poder de un presidente desmedido que en el caso de su desaf¨ªo al tirano norcoreano ¨C¡°mi bot¨®n nuclear es mucho m¨¢s grande y poderoso que el suyo¡±¨C llega a la caricatura.
El primer disparo de la serie lo recibi¨® Pakist¨¢n. Trump inaugur¨® el a?o enviando un amargo e inesperado ataque que sit¨²a en su punto m¨¢s alto la desconfianza que Washington siente hacia Islamabad. Una distancia que ya qued¨® registrada en 2011 cuando ni siquiera se les inform¨® de la operaci¨®n contra Osama Bin Laden, y que seis a?os despu¨¦s ha cristalizado en la congelaci¨®n de 255 millones en ayuda militar. ¡°Estados Unidos le ha proporcionado de forma est¨²pida a Pakist¨¢n m¨¢s de 33.000 millones de d¨®lares durante los ¨²ltimos 15 a?os y ellos nos han dado solo mentiras y enga?os, tomando a nuestros l¨ªderes por tontos¡±, tuite¨® Trump.
Un castigo similar recay¨® sobre los palestinos. ¡°[¡] Pagamos a los palestinos cientos de millones de d¨®lares al a?o y no obtenemos aprecio ni respeto. Ni siquiera quieren negociar un tratado de paz con Israel [¡] ?por qu¨¦ tenemos entonces que efectuar esos masivos pagos?¡±, se?al¨® Trump en referencia a los 623 millones de d¨®lares (568 millones de euros) que Washington destina por diferentes v¨ªas a los territorios palestinos.
La amenaza a Pakist¨¢n y los palestinos, presta a enturbiar aguas ya de por s¨ª agitadas, vino acompa?ada con un viraje ante Ir¨¢n. A diferencia de la elusiva actitud mantenida por Obama en las masivas revueltas de 2009, el actual presidente de EEUU se lanz¨® en apoyo de las protestas que estremecen desde hace una semana al pa¨ªs. En un escenario con decenas de muertos y una fuerte incertidumbre, Trump aprovech¨® para atacar con dureza al r¨¦gimen de los ayatol¨¢s y poner en la picota el acuerdo nuclear. ¡°El pueblo de Ir¨¢n est¨¢ finalmente actuando contra el brutal y corrupto r¨¦gimen. Todo el dinero que el presidente Obama les dio de forma alocada ha ido al terrorismo y a sus bolsillos. La gente tiene poca comida, mucha inflaci¨®n y carece de derechos humanos. ?Estados Unidos est¨¢ vigilando!¡±, tuite¨®.
La maniobra le permite a Trump cumplir con una de sus constantes pol¨ªticas: alejarse de todo aquello que huela a Obama. En 2009, cuando se desataron las protestas por un supuesto fraude electoral en la reelecci¨®n de Mahmud Ahmadineyad, la Casa Blanca dio la espalda a los manifestantes. Este desapego ante un movimiento masivo y con fuertes anclajes en las ¨¦lites moderadas iran¨ªes desat¨® las iras de los republicanos estadounidenses.
Ahora, el presidente ha decidido apostar por la revuelta. Es una jugada arriesgada. No s¨®lo da argumentos al r¨¦gimen para culpar al enemigo exterior sino que, como destacan los expertos, dif¨ªcilmente lograr¨¢ recabar simpat¨ªas en un pa¨ªs que ha sentido la inmensa humillaci¨®n del veto migratorio. Pero tiene un sentido estrat¨¦gico: ofrece a Trump una v¨ªa para acabar con el acuerdo nuclear de 2015. Un paso que no se atrevi¨® a dar en octubre pasado y que, en este momento, es m¨¢s posible que nunca. ¡°Si el r¨¦gimen sigue matando gente en las calles, es dif¨ªcil pensar que Trump prorrogar¨¢ el acuerdo¡±, ha se?alado un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. La amenaza es clara, y el juego, peligroso. Trump est¨¢ desatado.
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