La oposici¨®n busca recuperar la iniciativa pol¨ªtica en Venezuela
La elecci¨®n de Omar Barboza, partidario de la negociaci¨®n con el Gobierno, como nuevo presidente de la Asamblea Nacional vuelve a evidenciar las fracturas en la MUD
La Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por la oposici¨®n, ha iniciado este viernes el a?o legislativo con el nombramiento de una nueva directiva. Omar Barboza, del partido Un Nuevo Tiempo, ha sido investido como nuevo presidente, mientras que Julio C¨¦sar Reyes y Alfonso Marquina ocupar¨¢n la primera y segunda vicepresidencia.
Barboza, un pol¨ªtico socialdem¨®crata considerado como moderado, sustituir¨¢ a Julio Borges, de Primero Justicia. Con este acto administrativo de car¨¢cter rutinario, la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD) materializa el acuerdo pol¨ªtico que permite a los partidos que dominan la coalici¨®n asumir anualmente, de manera rotatoria, la direcci¨®n de la Asamblea Nacional durante los cinco a?os de su per¨ªodo lectivo.
Para este viernes est¨¢ previsto que la Asamblea Nacional Constituyente, copada por el chavismo y que ejerce la legislatura de facto en Venezuela, convoque el inicio de sus sesiones correspondientes.
Aunque la elecci¨®n de la nueva directiva de la Asamblea Nacional ha transcurrido sin contratiempos, la elecci¨®n de Barboza ha encrespado las voces cr¨ªticas dentro del segmento de militantes opositores al chavismo que demandan una posici¨®n m¨¢s intransigente con Nicol¨¢s Maduro y descreen por completo de cualquier aproximaci¨®n negociadora como la que tiene lugar en estos momentos en la Rep¨²blica Dominicana.
El nombramiento de Barboza, todo un negociador en la pol¨ªtica, ha puesto en evidencia, de nuevo, las fracturas existentes dentro del conglomerado opositor, buena parte de las cuales obedece a diferencias de criterios ¨Calgunas de ellas de cierto calado¨C en torno a c¨®mo enfrentar y derrotar el aparato pol¨ªtico-militar que sostiene a Maduro.
El desenlace de la crisis pol¨ªtica de 2017 y la creaci¨®n de la Asamblea Nacional Constituyente del chavismo colocaron a la MUD bajo un serio entredicho en materia de cr¨¦dito pol¨ªtico frente a una franja importante de la poblaci¨®n. La crisis se col¨® en las entra?as de la propia organizaci¨®n.
De acuerdo con los datos que ofrece la firma Venebar¨®metro en su ¨²ltimo estudio de opini¨®n, la MUD como plataforma es vista con desaprobaci¨®n y desconfianza por m¨¢s de la mitad de los ciudadanos.
Esto ¨²ltimo, a pesar de que, de acuerdo con el mismo estudio, el 67% de la poblaci¨®n opina que la Asamblea Constituyente chavista es un foro que ha sido convocado ilegalmente, sin ninguna legitimidad constitucional, y que un porcentaje muy similar de personas desear¨ªa que Maduro renunciara a la presidencia tan pronto como sea posible.
La crisis de opini¨®n que evidencia la MUD es la m¨¢s importante que le ha tocado vivir a la plataforma opositora venezolana desde su creaci¨®n, en 2009. Analistas y observadores locales han se?alado que la Mesa est¨¢ cargando con el pasivo de haber convocado una movilizaci¨®n nacional en 2017 que no se tradujo en resultados concretos, puesto que no restableci¨® el hilo constitucional y choc¨® con la respuesta ordenada y uniforme del aparato pol¨ªtico-militar de Maduro.
El fracaso de las jornadas opositoras de protesta escenificadas desde abril a julio de 2017 han ido socavando en muchos la certeza de que la presi¨®n popular podr¨¢ obligar a los mandos chavistas a celebrar unas elecciones justas e imparciales, y fortalece la tesis de que la MUD est¨¢ comprometiendo a la poblaci¨®n a la conquista de horizontes que no puede cumplir.
Una vez que los dirigentes opositores llamaran a la poblaci¨®n a la desobediencia civil en 2017 e invocaran la convocatoria del art¨ªculo 350 de la Constituci¨®n (que faculta a todo ciudadano a desconocer un Gobierno de matriz autoritaria), Maduro impuso con su militancia la concreci¨®n de la Constituyente y a continuaci¨®n hizo un llamamiento para organizar, en sus propios t¨¦rminos, las elecciones de gobernadores y alcaldes que tanto ped¨ªan desde la oposici¨®n.
Los dirigentes opositores decidieron asumir el llamado electoral, con todas sus reservas, interpretando en aquella convocatoria la existencia de una oportunidad a partir de la mayor¨ªa que detentan. No fueron acompa?ados por muchos de sus votantes habituales, sin embargo, quienes se sintieron defraudados al sentir que estaban en presencia de una convocatoria adulterada, con la abierta parcialidad del Consejo Nacional Electoral y las Fuerzas Armadas a favor de la gente de Maduro. Las maniobras chavistas, junto a unos tres millones de opositores que se inhibieron de votar, le abrieron las puertas al PSUV de la conquista de la mayor¨ªa de las gobernaciones y alcald¨ªas del pa¨ªs.
C¨®mo hacer valer la mayor¨ªa
Aunque, en circunstancias normales, tendr¨ªa el viento a su favor en un escenario consultivo, la MUD enfrenta un 2018 debilitada internamente. Sus ¨®rganos directivos, que apenas ahora retoman contactos, han sido criticados por obrar con lentitud. Dos de sus candidatos con mayor arrastre, Leopoldo L¨®pez y Henrique Capriles Radonski, tienen vetos muy obvios por parte de la legalidad chavista: el primero est¨¢ arrestado y sentenciado a 10 a?os de c¨¢rcel y el segundo, inhabilitado pol¨ªticamente a causa de una medida de la Contralor¨ªa General de la Rep¨²blica.
Los seguidores de la MUD est¨¢n divididos: parte de la poblaci¨®n opositora opina que es necesario ir a las elecciones chavistas, haciendo uso de una mayor¨ªa social evidente y remontando las cuestas legales que impone un poder electoral controlado por Maduro. Otro sector ha sido tocado por un pesimismo sist¨¦mico en torno a un acuerdo electoral con el Gobierno, y no tiene ninguna fe sobre lo que se discute en la Rep¨²blica Dominicana.
La coalici¨®n opositora tiene frente a s¨ª una compleja tarea de tres cap¨ªtulos en 2018: procurar un acuerdo satisfactorio en la Rep¨²blica Dominicana para celebrar elecciones limpias; organizar unas elecciones primarias que motiven a la poblaci¨®n y reemprendan la movilizaci¨®n; y plantarle cara al complejo entramado legal del chavista.
Si L¨®pez y Capriles quedaran definitivamente descartados, los nombres de Henry Falc¨®n, exgobernador del Estado Lara, y Henri Ramos Allup, secretario general de Acci¨®n Democr¨¢tica, aparecen como probables abanderados en unas elecciones presidenciales.
Algunos voceros, de manera creciente, han propuesto adem¨¢s el nombre del industrial Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, el complejo empresarial privado m¨¢s importante del pa¨ªs, que tiende a ser visto con simpat¨ªa en la poblaci¨®n. Mendoza no tiene v¨ªnculos pol¨ªticos con la MUD y no ha pronunciado una palabra en torno a su deseo de ser candidato presidencial.
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