Preservar el aimara desde el m¨®vil
Distintas aplicaciones buscan difundir el aprendizaje de uno de los idiomas ancestrales de Sudam¨¦rica
Fabiola Acarapi, de 19 a?os, es una estudiante universitaria que vive en La Paz (Bolivia). Vio un vac¨ªo tecnol¨®gico en la ense?anza del aimara y decidi¨® hacer algo al respecto. Utiliza la aplicaci¨®n m¨®vil Duolingo para aprender ingl¨¦s, por lo que se sorprendi¨® cuando se enter¨® por sus amigos, que estaban cursando la materia correspondiente a este idioma amerindio en la universidad, de que no exist¨ªa una plataforma similar para el aprendizaje de la lengua de sus ancestros. Se vali¨® de los conocimientos obtenidos durante su segundo a?o de universidad y se propuso emprender un viaje a las ra¨ªces del l¨¦xico de su abuelo y sus padres. As¨ª naci¨® Aprende Aymara, una de las apps que buscan la preservaci¨®n, ense?anza y difusi¨®n de uno de los idiomas ancestrales de Sudam¨¦rica.
La aplicaci¨®n creada por Acarapi, que fue lanzada en noviembre de 2016, tiene m¨¢s de 8.000 descargas en la PlayStore de Google. Ella admite que al inicio, cuando desarroll¨® la plataforma, no hablaba aimara, pero ahora, gracias a su propia creaci¨®n, est¨¢ aprendiendo. La primera versi¨®n de Aprendiendo Aymara solo inclu¨ªa el vocabulario de 100 palabras y nada de gram¨¢tica.
La ¨²ltima ya incluye esa parte de la ling¨¹¨ªstica y la cantidad de t¨¦rminos ha subido a 300. Saturnino Acarapi, su t¨ªo de 60 a?os, y Juan de Dios Acarapi, su abuelo de 99, le ayudaron a grabar los audios que gu¨ªan la pronunciaci¨®n. ¡°Los dos hablan m¨¢s fluido y me ayudaron con ese apartado¡±, explica la joven desarrolladora.
Acarapi es defensora del c¨®digo abierto, por lo que su aplicaci¨®n es de libre descarga. Buscaba una interfaz de f¨¢cil uso para su aplicaci¨®n, que ense?e vocabulario, frases b¨¢sicas que se puedan utilizar en la calle o en el campo, y que pueda evaluar los conocimientos. Todo esto sin la necesidad de un manual.
Los principales pa¨ªses donde descargaron su aplicaci¨®n son Bolivia, Per¨², Chile, Ecuador, Brasil, Espa?a y Alemania.
Seg¨²n el Instituto de Lengua y Cultura Aymara, este l¨¦xico es hablado por m¨¢s de dos millones de habitantes en los pa¨ªses de Bolivia, Per¨², Chile y Argentina ¡ªen este ¨²ltimo, por la inmigraci¨®n boliviana y peruana¡ª. Seg¨²n el Atlas Interactivo de las lenguas del mundo en peligro, de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura, este idioma se encuentra en situaci¨®n ¡°vulnerable¡± de cara a su futura supervivencia.
¡°Son nuestras ra¨ªces y aunque sea deber¨ªamos conocer una base. Quiero ayudar con la tecnolog¨ªa, quiero ayudar a la educaci¨®n. Todos tienen un celular y todos pueden descargar una aplicaci¨®n, a pesar de no tener dinero. Con m¨¢s tiempo o menos tiempo, todos pueden tener la misma calidad de aprendizaje¡±, sostiene Acarapi.
Jos¨¦ Suxo, de 26 a?os, ten¨ªa en mente un proyecto m¨¢s grande. Quer¨ªa desarrollar una app en l¨ªnea que traduzca una conversaci¨®n en tiempo real. Para su pesar, no existen en Internet las librer¨ªas suficientes del idioma aimara, ni una interfaz que reconozca las letras o palabras escritas, por lo que su aspiraci¨®n se convirti¨® en un curso b¨¢sico de ense?anza del l¨¦xico que bautiz¨® como Tutor M¨®vil Aymara.
Su aplicaci¨®n funciona ligada a la cuenta de Facebook del usuario, para registrar su avance en la nube y para que, sin importar que la persona cambie de celular, pueda retomar su avance en las lecciones. A pesar de tener m¨¢s de 2.000 descargas, solo desarroll¨® dos clases. En la primera ense?a lo b¨¢sico (n¨²meros, colores, meses del a?o, d¨ªas de la semana), mientras que en la segunda abarca vocabulario, frases de uso cotidiano y formas de saludo. ¡°Utilic¨¦ fotos de mi familia, objetos y animales, entre otras cosas, para ilustrar la pronunciaci¨®n de cada uno de ellos¡±, dice Suxo. Otra iniciativa similar es la aplicaci¨®n Kamisaki (que en aimara significa ¡°c¨®mo est¨¢s¡±), desarrollada por la Escuela de Gesti¨®n P¨²blica Plurinacional (EGPP). Este proyecto es el resultado de un trabajo llevado a cabo por un conjunto de profesionales de distintas ¨¢reas como inform¨¢tica, ingenier¨ªa, pedagog¨ªa, dise?o, y especialmente por expertos y atichiris (maestro, en idioma aimara).
Principios y valores
¡°En el caso del aimara, la ense?anza de esta lengua tambi¨¦n implica aprender los principios y valores por las cuales se gu¨ªa nuestro pueblo, as¨ª como su cosmovisi¨®n. Debemos evitar que lenguas como el aimara desaparezcan porque son parte de nuestro pasado, presente y futuro¡±, afirma Javier Hilari, profesional de la Escuela Plurinacional.
La app de esta instituci¨®n gubernamental, que tiene m¨¢s de 5.000 descargas, ofrece, de momento, dos m¨®dulos que ense?an desde el alfabeto, el cuadro signogr¨¢fico y vocales hasta saludos, colores, ropa y pl¨¢tica cotidiana, entre otros. Acompa?a la ense?anza con ejercicios y juegos ¡ªde adivinanza, principalmente¡ª para apoyar el aprendizaje del aimara. ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil al hacer una app de este tipo es ver la forma de c¨®mo mostrar y usar algunos signos que son propios de la lengua aimara, como por ejemplo el ap¨®strofe, debido a que este signo puede llegar a causar algunos problemas al momento de implementar palabras que contengan este s¨ªmbolo y de otros similares¡±, asegura Ronald Terrazas, desarrollador de aplicaciones de la EGPP.
Tanto Acarapi como Suxo, los dos j¨®venes creadores independientes de aplicaciones, creen que el principal problema para el desarrollo tecnol¨®gico es la falta de apoyo institucional o gubernamental. Ambos tienen el deseo de hacer mejoras a sus proyectos, pero no obtuvieron respuestas a sus solicitudes. ¡°Aqu¨ª no te incentivan a que mejores tus conocimientos. No pido dinero; que por lo menos nos den m¨¢s cursos. Lo que necesitamos ahora son las herramientas para hacer mejores cosas¡±, finaliza Acarapi.
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