¡°Trump es el presidente m¨¢s destructivo y divisivo de la historia de EEUU¡±
El estratega electoral de los dem¨®cratas en EEUU explica a EL PA?S sus planes para derrotar a los republicanos y a Trump. Tambi¨¦n detalla el ataque ruso a los ordenadores de su partido
El 430 de South Capitol Street invita al olvido. Lejos del esplendor de los grandes edificios imperiales de Washington, la sede del Comit¨¦ Nacional del Partido Dem¨®crata es una achaparrada estructura de hormig¨®n con aire de oficina de provincias. A sus puertas no hay banderas ni ¨¢guilas doradas ni los habituales s¨ªmbolos del poder americano, pero en su interior bulle un ambiente juvenil y multicolor en el que a cada conversaci¨®n se percibe el deseo de superar el vac¨ªo dejado por la derrota de Hillary Clinton. Ese es el objetivo final del presidente del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata, Tom P¨¦rez (B¨²falo, Nueva York, 1961). Hombre de maneras sencillas, el estratega electoral recibe a EL PA?S sin corbata. Habla en ingl¨¦s, aunque a veces, cuando se refiere a Donald Trump y su desprecio a los inmigrantes, no puede evitar el espa?ol de sus ancestros. ¡°Solo nos trae devastaci¨®n y caos¡±, afirma P¨¦rez, quien considera el shutdown un ejemplo del ¡°fracaso masivo¡± de los republicanos. Su despacho, con vistas a un Washington helado, exhibe m¨¢s fotos de su familia que de presidentes.
Pregunta. ?Por qu¨¦ perdieron en 2016?
Respuesta. Nos falt¨® organizaci¨®n. Dimos cosas por ganadas, como los distritos afroamericanos y latinos, y dejamos que la pol¨ªtica se volviera transaccional. Ocho d¨ªas antes de las elecciones llegamos a mucha gente y les dijimos: ¡®Tienes que votar dem¨®crata¡¯. Pero deber¨ªamos haber estado ah¨ª todo del a?o y habernos asegurado de conocer sus sue?os y necesidades.
P. ?Y ahora qu¨¦ piensan hacer?
R. Tener una estrategia para cada distrito y no dar nada por ganado. La organizaci¨®n debe estar en todas partes y ser diaria. El nuevo Partido Dem¨®crata debe mostrar a su gente por qu¨¦ lucha.
P. ?Para todo eso no necesitar¨ªan un l¨ªder fuerte?
R. Tenemos muchos l¨ªderes. Est¨¢n en el Congreso, en los estados y tambi¨¦n en las bases. Los vimos en la marcha de las mujeres o en las manifestaciones a favor de los dreamers. L¨ªderes no nos faltan. Yo mismo soy un activista de base y s¨¦ que cuando m¨¢s fuertes somos es al trabajar de abajo arriba. No necesitamos un solo hombre fuerte. Eso es para Trump
P. Pero Trump, con sus tuits y su discurso agresivo, parece haberse apoderado de la agenda. ?C¨®mo piensan contrarrestarlo?
R. El a?o pasado ganamos elecciones estatales en lugares donde se cre¨ªa que ¨ªbamos a perder. Lo hicimos peleando por los temas que a la gente le importan. En Virginia, por ejemplo, triunfamos porque luchamos por la sanidad p¨²blica. Donald Trump ha prometido muchos cambios, pero los cambios que la gente est¨¢ viendo no mejoran su vida. Los obreros, los latinos¡ son muchos los que han empeorado.
P. ?Le ha sorprendido Trump y su primer a?o?
R. Lo que est¨¢ haciendo es consistente con su vida. Es un bravuc¨®n sin principios, incapaz de unir a su pueblo y que gobierna por divisi¨®n y conquista. Es el presidente m¨¢s peligroso de la historia de Estados Unidos, inestable y una verg¨¹enza para su naci¨®n. Hasta la posici¨®n del pa¨ªs en el extranjero est¨¢ sufriendo. Pero la gente empieza a despertar¡
P. ?Y ese despertar puede influir en las elecciones de noviembre, cuando se renuevan toda la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado?
R. Hay mucho trabajo que hacer, muchas batallas, pero si apostamos por nuestros valores tendremos una oportunidad real de ganar. La gente ha empezado a entender que este presidente solo piensa en ¨¦l mismo.
Cuando P¨¦rez habla de desigualdad e emigraci¨®n clava sus ojos en el interlocutor y se enciende. Hubo un tiempo, all¨¢ por los a?os ochenta, en que recog¨ªa basuras por los arrabales de Providence (Rhode Island). Era una forma de pagarse los 11.000 d¨®lares que costaba al a?o la carrera de Derecho en la Universidad de Brown. Hijo de exiliados dominicanos y hu¨¦rfano de padre desde los 12 a?os, nunca se arredr¨® ante las dificultades y, tras licenciarse, se titul¨® con las m¨¢ximas notas en la Escuela de Leyes de Harvard. Luego asesor¨® al senador dem¨®crata Ted Kennedy y fue ayudante de la fiscal general Janet Reno.
Al entrar Barack Obama en la Casa Blanca, le dio a aquel hispano de hierro el mando de la simb¨®lica Divisi¨®n de Derechos Civiles. Una atalaya desde la que P¨¦rez hizo vibrar a la naci¨®n. En plena crisis hipotecaria se enfrent¨® a los grandes bancos y les oblig¨® a cerrar una acuerdo de devoluci¨®n por m¨¢s de 650 millones de d¨®lares. Poco tiempo despu¨¦s, le par¨® los pies al xen¨®fobo sheriff Joe Arpaio. Con este bagaje, un reelegido Obama le nombr¨® secretario de Trabajo. Era el ¨²nico hispano del gabinete y, para muchos, el m¨¢s progresista. Descalabrada Clinton, fue recuperado por el n¨²cleo duro de Obama para hacerse cargo del partido. Era (otra vez) el primer hispano en el puesto.
P. Trump ha puesto fin al programa que protege a los dreamers, ha quitado la protecci¨®n a 200.000 salvadore?os, quiere reducir a la mitad los permisos de trabajo y residencia y ans¨ªa construir un muro con M¨¦xico. ?Es posible un pactar una reforma migratoria con alguien as¨ª?
R. Un reforma integral de la migraci¨®n es un imperativo moral, de seguridad y econ¨®mico. Pero resulta muy dif¨ªcil cerrar un acuerdo con Donald Trump, porque no tiene escr¨²pulos morales. Dice una cosa hoy y otra ma?ana. Su ¨²nico norte es su supervivencia. No es la primera vez que en este pa¨ªs hay gente que enfoca la inmigraci¨®n como un asunto salarial, pero este presidente lo ha hecho de la forma m¨¢s destructiva posible. Es el m¨¢s divisivo de la historia de EEUU y el que m¨¢s da?o ha hecho a los latinos.
P. ?Y c¨®mo es posible que haya tantos latinos, casi el 30%, que votasen a Trump?
R. A ver, la mayor¨ªa vot¨® por Hillary Clinton. Y lo que est¨¢ claro es que Donald Trump est¨¢ haciendo sufrir cada d¨ªa m¨¢s a esta comunidad. Y eso, como ya hemos visto en California, est¨¢ logrando que los latinos se vuelvan una parte s¨®lida y permanente del Partido Dem¨®crata.
P. ?No cree que el destino de los dreamers ya est¨¢ sentenciado? ?Que ligando su futuro a un acuerdo sobre el muro con M¨¦xico les est¨¢ indicando la puerta de salida?
R. El muro es una soluci¨®n del siglo III. Un colosal desperdicio de dinero que solo sirve para hacerle el juego a su base. Los dreamers son tan americanos como mis tres hijos. Solo les falta un trozo de papel. Son nuestros profesores, bomberos, m¨¦dicos, trabajan en Ej¨¦rcito¡
R. ?Y no hay chantaje en vincularlos al muro?
P. Por supuesto, un muro no puede ser moneda de cambio de nada. Durante el hurac¨¢n que devast¨® Houston, muchos de los que primero salieron a ayudar fueron dreamers. ?Y qu¨¦ van a recibir a cambio? La expulsi¨®n. No es solo excesivo, es inhumano. Por eso importan las elecciones. Y por ello los hispanos deben hacer notar su fuerza.
P. ?Dar¨ªan ustedes la ciudadan¨ªa a los inmigrantes indocumentados sin antecedentes?
R. Por supuesto, la ley que se present¨® en 2014 [y que abr¨ªa las puertas a la regularizaci¨®n de cinco millones] es la que debe negociarse otra vez. Da un camino claro hacia la ciudadan¨ªa. La pol¨ªtica de Trump es antiamericana. Basa su estrategia en la divisi¨®n, no cree en la emigraci¨®n. Pero somos un pa¨ªs de migrantes y siempre lo seremos. Ellos hicieron Am¨¦rica grande. Eso supera el espectro ideol¨®gico.
P. ?Temen otro ciberataque como el ordenado por los rusos en 2016?
R. Siempre hay riesgo y por eso hemos reforzado la seguridad. La lecci¨®n m¨¢s importante es que estos ataques volver¨¢n a ocurrir. Hay que permanecer vigilantes.
P. ?Incidi¨® la injerencia rusa en la derrota de Clinton?
R. Indudablemente jug¨® un papel. Los rusos fueron implacables en su intento de interferir. Y no se limitaron a Estados Unidos, sino que tambi¨¦n a Europa. Su objetivo es socavar las instituciones democr¨¢ticas.
P. ?Y cree que Trump ayud¨® a los rusos?
R. No hay duda de que la Administraci¨®n Trump y el Gobierno ruso estuvieron coaligados. Ya estamos viendo imputaciones por ello y vendr¨¢n m¨¢s.
P. ?Apoyar¨ªa el impeachment?
R. No pienso sentarme a esperar un impeachment, trabajo duro para asegurar que ganaremos las elecciones.
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