El juicio polariza las calles brasile?as

Hace exactamente 15 a?os, el Parque da Harmonia, en Porto Alegre, recib¨ªa el campamento de la juventud para la tercera edici¨®n del Foro Social Mundial. Luiz In¨¢cio Lula da Silva hab¨ªa acabado de ganar la primera elecci¨®n (2002) y tomaba posesi¨®n como presidente de Brasil justo aquel mes de enero. Adem¨¢s de ¨¦l, el venezolano Hugo Ch¨¢vez era otra de las? estrellas esperadas, as¨ª como el fil¨®sofo Noam Chomsky. Los discursos en el Anfiteatro P?r do Sol, pr¨®ximo al parque, animaban a una izquierda emocionada que comenzaba a conquistar el poder en Am¨¦rica Latina. Para ellos, un mundo nuevo parec¨ªa posible, como dec¨ªa el eslogan del foro. Desde aquellos d¨ªas a este mi¨¦rcoles, tal vez la ¨²nica semejanza sean los puestos montados en el anfiteatro por los miles de partidarios de Lula acampados all¨ª desde el lunes. Son miles de defensores del l¨ªder izquierdista que se aprietan para buscar una sombra bajo un sol que achicharra. Pocos siguen el juicio de Lula, que acudi¨®? el martes para animarlos. Muchos discursean, otros descansan de una larga y agotadora jornada.?

El Parque da Harmonia est¨¢ cerrado por la polic¨ªa. Por un extremo pasa el r¨ªo Gua¨ªba, donde este mi¨¦rcoles amaneci¨® un enorme mu?eco inflable de Lula vestido de presidiario a bordo de un barco que surcaba sus aguas. En el otro lado, una iron¨ªa del destino, queda el tribunal donde Lula ha sido juzgado por corrupci¨®n. ¡°Lula, Brasil te ama¡±, bordaba con hilos de colores un pa?o blanco la militante Beatriz Arruda. ¡°Somos un grupo de 300 bordadoras¡±, explicaba, mientras terminaba la palabra Brasil. A los que preguntaban el precio, respond¨ªa: ¡°No tiene. Es gratis. Difundimos este mensaje por ah¨ª".?

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As¨ª como Beatriz, muchos otros no perd¨ªan la esperanza. ¡°Lula no ser¨¢ condenado, porque es inocente¡±, dec¨ªa Alessandra Lopes la tarde anterior. ¡°Es el ¨²nico que realmente defiende al pueblo¡±, afirmaba, vestida con una camiseta amarilla de la selecci¨®n brasile?a. El color fue casi como un uniforme de los miles de manifestantes que el a?o pasado se movilizaron para pedir la destituci¨®n de la sucesora de Lula, Dilma Rousseff, y hoy reclaman prisi¨®n para el expresidente. Ya hace a?os que Brasil los llama ¡°amarillos¡±, mientras la militancia del PT viste de rojo. ¡°Ni pens¨¦ en eso. Vine as¨ª solo porque soy patriota¡±, contaba Alessandra antes de que el acto con la presencia de Lula ti?ese de rojo el centro de Porto Alegre.

Pero el color que ya hab¨ªa simbolizado la marea de militantes del Foro Social Mundial est¨¢ lejos de ser el ¨²nico en la ciudad. A algunos kil¨®metros de donde fue montado el campamento del PT, un peque?o grupo vestido con la camiseta de Brasil y envuelto en la bandera ped¨ªa prisi¨®n para Lula. E iban m¨¢s all¨¢: ¡°Nuestro principal objetivo es pedir una intervenci¨®n militar¡±, afirmaba Simone Mour?o. ¡°Queremos la prisi¨®n de Lula, porque ¨¦l es el jefe del Foro de S?o Paulo [sucesor del de Porto Alegre], y, por encima de todo, queremos el fin de ese Foro de S?o Paulo. Quieren transformar? Brasil en una Uni¨®n Sovi¨¦tica¡±.

La movilizaci¨®n de partidarios y detractores de Lula tambi¨¦n alcanz¨® a otras ciudades del pa¨ªs. En la mayor, S?o Paulo, tambi¨¦n colocaron el gran mu?eco inflable con el expresidente vestido con traje a rayas de presidiario. Fue en una de las v¨ªas m¨¢s conocidas de la ciudad, la avenida Paulista, donde para ¨²ltima hora de la tarde se esperaba otra marcha de militantes del PT con presencia del propio Lula.