El transfuguismo marca la campa?a electoral mexicana

Las l¨ªneas ideol¨®gicas de la izquierda y la derecha se han difuminado en M¨¦xico rumbo a las elecciones del 1 de julio. El transfuguismo de diversos pol¨ªticos entre los principales partidos ha acaparado la informaci¨®n pol¨ªtica rumbo a unos comicios en los que habr¨¢ m¨¢s de 3.400 cargos en juego. Uno de los casos recientes fue el de la senadora del derechista PAN, Gabriela Cuevas, quien abandon¨® el partido despu¨¦s de fracasar en su intento de obtener una diputaci¨®n. La legisladora afianz¨® su carrera en el partido haciendo oposici¨®n al Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador en la Ciudad de M¨¦xico. No obstante, Cuevas abraz¨® el domingo el proyecto del Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional (Morena) de L¨®pez Obrador.

El ejemplo de Cuevas no es ¨²nico. Las ¨²ltimas semanas han estado marcadas por diversos movimientos. Simpatizantes del PAN se han sumado a la campa?a de Jos¨¦ Antonio Meade, candidato del PRI a la presidencia. Es el caso del exfuncionario Julio Di Bella y del senador Javier Lozano, quienes trabajaron en los Gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calder¨®n. Morena tambi¨¦n ha nutrido sus filas con pol¨ªticos que han dejado otras organizaciones. ¡°Se est¨¢n difuminando las diferencias ideol¨®gicas, suponiendo que estas exist¨ªan¡±, ironiza Roy Campos, presidente de la empresa demosc¨®pica Consulta Mitofsky.

L¨®pez Obrador est¨¢ tratando de sacudirse la etiqueta de candidato anti sistema. ¡°Se ha suavizado porque se ha movido al centro matizando su discurso¡±, dice. Una muestra es la respuesta reciente que el candidato de Morena dio a un diario local de si estar¨ªa dispuesto a fumar la pipa de la paz con sus antagonistas hist¨®ricos: el expresidente Carlos Salinas y el actual mandatario Enrique Pe?a Nieto, del PRI. ¡°Ponerme a ver desde el primer d¨ªa c¨®mo meter a la c¨¢rcel a personajes de la mafia del poder, no. No va a ser as¨ª, no necesitamos eso¡±, dijo al diario Tabasco Hoy.

L¨®pez Obrador ha mostrado su rostro m¨¢s pragm¨¢tico en la campa?a de 2018. En 2006, el entonces militante del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica obtuvo 14.7 millones de votos. Seis a?os despu¨¦s registr¨® 15.8 millones como abanderado de otra coalici¨®n entre fuerzas progresistas. L¨®pez Obrador aprendi¨® la lecci¨®n y ha difuminado la etiqueta de izquierdista para su tercer asalto a Los Pinos. ¡°Tiene claro que la izquierda no es una fuerza mayoritaria, no llega al 30%. Una opci¨®n partidaria que quiere ser electoralmente exitosa necesita correrse al centro pol¨ªtico¡±, considera Hern¨¢n G¨®mez, investigador del Instituto Mora, un centro de estudios sociales de Ciudad de M¨¦xico.

Otro gesto conciliador fue la alianza de Morena con Encuentro Social (PES), un peque?o partido ultraconservador. Esta coalici¨®n, registrada en diciembre bajo el nombre Juntos haremos historia y complementada con el socialista Partido del Trabajo (PT), ayudar¨¢ a L¨®pez Obrador a vigilar el voto en las casillas y le aportar¨¢ recursos y m¨¢s tiempos oficiales para propaganda. Sin embargo, al correrse al centro, el l¨ªder ha cedido el monopolio de las propuestas progresistas. Su posici¨®n moderada presenta oportunidades para sus contrincantes.

Ricardo Anaya, el candidato de Por M¨¦xico al Frente (conformado por el PAN, el izquierdista PRD y el centrista Movimiento Ciudadano), ha intentado rebasar a L¨®pez Obrador por la izquierda ofreciendo una renta universal b¨¢sica anual de 530 d¨®lares a todos los mexicanos reordenando los recursos de 6.500 programas sociales que existen en el pa¨ªs. Margarita Zavala, la esposa del derechista expresidente Felipe Calder¨®n y quien lucha por convertirse en candidata independiente, ha hecho suyo el tema de la desigualdad, por encima de L¨®pez Obrador.

La actual campa?a confirma la p¨¦rdida de identidad que los grandes partidos han sufrido. ¡°Se han estado desdibujando ideol¨®gicamente en los ¨²ltimos a?os¡±, considera G¨®mez. Los analistas coinciden que el eje izquierda-derecha ha quedado rebasado en 2018. Estas elecciones se leer¨¢n de forma distinta. ¡°El eje sistema-antisistema marca este proceso¡±, considera Roy Campos.

El especialista en encuestas cree que estas elecciones tendr¨¢n coincidencias narrativas a las generales de diciembre de 2015 en Espa?a con la irrupci¨®n de Podemos, las elecciones presidenciales de Guatemala en las que result¨® ganador el comediante Jimmy Morales y las de Estados Unidos de 2016, en las que un externo se impuso a la l¨®gica tradicional de republicanos y dem¨®cratas.

En M¨¦xico, L¨®pez Obrador tambi¨¦n ha procurado a su electorado tradicional. En sus programa de Gobierno se compromete a duplicar el salario m¨ªnimo nacional con un incremento de 15% anual. El candidato tambi¨¦n ha presentado a un gabinete de ocho hombres y ocho mujeres con perfiles de izquierda tradicional.

Los simpatizantes de Morena no descartan el arribo de nuevos tr¨¢nsfugas al partido mientras L¨®pez Obrador contin¨²e liderando las encuestas. Eso, asegura Campos, crea la percepci¨®n en el elector de que los partidos que est¨¢n expulsando cuadros se est¨¢n desfondando. ¡°Cuando ves las salidas en el PAN la gente piensa que no les gust¨® Anaya, que ya no le ven futuro¡±, dice el presidente de Mitofsky.

L¨®pez Obrador pretende capitalizar ese efecto im¨¢n. ¡°Quiere generar una imagen de desbandada en su favor¡±, dice G¨®mez. No obstante, algunas de las incorporaciones que ha tenido su campa?a ha hecho levantar la ceja a m¨¢s de uno de sus eventuales votantes. ¡°Me parece que deber¨ªa haber cierto filtro¡±, considera el acad¨¦mico.

El debate entre la izquierda y la derecha se ha desdibujado. ¡°En esta elecci¨®n se juega m¨¢s la idea de sustituir la clase pol¨ªtica tradicional por gente que no viene del Gobierno¡±, dice G¨®mez. En julio el electorado tendr¨¢ la ¨²ltima palabra.