Zimap¨¢n, la ciudad mexicana del agua envenenada
Los niveles de ars¨¦nico encienden las alarmas en una peque?a comunidad minera, que a¨²n desconoce cu¨¢les han sido los efectos en la salud de sus habitantes
"Este problema no es nuevo, viene de hace muchos a?os", cuenta ?dgar Moreno, mientras levanta las manos de la mesa y las muestra. "Se ve como si tuviera una quemadura, como si tuviera una escamaci¨®n y tengo manchas", explica. Moreno tiene arsenicismo desde hace 20 a?os, la mitad de su vida. Su hermano Francisco, tambi¨¦n. Su madre tiene niveles altos de ars¨¦nico en el cuerpo, pero no se ha manifestado en afectaciones visibles. Todos nacieron y han pasado toda su vida en Zimap¨¢n, una peque?a comunidad minera de Hidalgo, en el centro de M¨¦xico. Desde principios de los noventa se han encontrado pozos con concentraciones de ars¨¦nico 100 veces mayores de lo que recomienda la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y 40 veces mayores de lo que marca la norma mexicana.
"Es veneno, una amenaza a la vida de los zimapenses y estamos en una situaci¨®n de alerta sanitaria", expone el alcalde Erick Marte Rivera. Unos 20.000 habitantes, la mitad de la poblaci¨®n, est¨¢n en riesgo. Aunque existen trabajos documentados sobre la presencia de qu¨ªmicos da?inos, a¨²n se desconoce c¨®mo ha afectado y cu¨¢ntas personas padecen las secuelas de consumir por d¨¦cadas agua contaminada. "No se habla de la situaci¨®n, no hay cuidados espec¨ªficos, no hay apoyo ni inter¨¦s de parte de las autoridades ni de nosotros, los afectados", sentencia Moreno, que ha aprendido a vivir con problemas respiratorios y de la piel.
Zimap¨¢n est¨¢ incrustado en la Sierra Madre Oriental y se ostenta como una capital minera de M¨¦xico. Todo hace referencia a las minas: las calles, los negocios, la comida, las viejas diferencias sociales entre los due?os y los mineros y el origen de varias familias que vinieron a probar suerte en el pueblo. Aqu¨ª el cient¨ªfico hispanomexicano Andr¨¦s Manuel del R¨ªo descubri¨® el vanadio, la ¨²nica aportaci¨®n mexicana a la tabla peri¨®dica de los elementos, aunque una investigaci¨®n equivocada hizo que un investigador sueco se llevara el cr¨¦dito.
La riqueza geoqu¨ªmica del municipio se ha convertido en un problema. "La fuente m¨¢s importante de ars¨¦nico es la interacci¨®n entre el agua y las rocas del subsuelo", se?ala Mar¨ªa Aurora Armienta, responsable del Instituto de Geof¨ªsica de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico. Hay ars¨¦nico por la explotaci¨®n de las minas y los residuos qu¨ªmicos, pero no son las principales causas. El problema est¨¢ debajo de la tierra, sostiene Armienta, que ha dado seguimiento al caso desde hace 25 a?os. "No es un problema que no tenga soluci¨®n, pero la sociedad y el Gobierno tienen que estar atentos", afirma la investigadora.
"En una semana sacamos m¨¢s o menos 150 kilogramos de hierro, ars¨¦nico y otros residuos", expone Jos¨¦ Arturo Espino, el encargado de las tres plantas potabilizadoras del municipio, el m¨¢s amplio territorialmente del Estado de Hidalgo. En la ¨²ltima d¨¦cada, Zimap¨¢n ha emprendido una costosa lucha contra el ars¨¦nico. La planta principal, que trata el agua del pozo de El Muh¨ª, uno de los m¨¢s contaminados, lleva el nombre de la doctora Armienta y cost¨® alrededor de 48 millones de pesos (unos cuatro millones de d¨®lares al tipo de cambio de 2011). Se ha construido tambi¨¦n un acu¨ªfero que trae agua limpia de una zona cercana al vecino municipio de Tasquillo.
Pero existe otro problema: las tuber¨ªas. "La red de agua potable est¨¢ como las venas de un diab¨¦tico, con una gruesa capa de ars¨¦nico", comenta el exalcalde Jos¨¦ Mar¨ªa Lozano. El agua se trata y vuelve a salir contaminada en las casas de los habitantes. "Necesitamos unos 250 millones de pesos (m¨¢s de 12 millones de d¨®lares) para atender este problema", asegura Rivera y dice que ha tocado las puertas del Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco Mundial y del Gobierno estatal y federal. "Hay mucho inter¨¦s y voluntad", indica. Las autoridades municipales se han comparado y buscan soluciones similares a las de Bangladesh, donde m¨¢s de 20 millones de personas corren el riesgo de consumir agua con ars¨¦nico.
El miedo al ars¨¦nico ha elevado el consumo de agua embotellada para beber y cocinar, pero es un lujo al que no todos tienen acceso. M¨¢s de la mitad de los zimapenses ganaban en 2010 menos de dos salarios m¨ªnimos al d¨ªa, poco m¨¢s de 100 pesos (menos de cinco d¨®lares), seg¨²n datos del ¨²ltimo censo. Un garraf¨®n (bid¨®n) de 20 litros puede costar 30 pesos. La familia Moreno bebi¨® por casi 30 a?os agua de la llave, como se acostumbraba antes, y gran parte de los habitantes se ducha y se lava los dientes con ese l¨ªquido o el que obtienen de pozos que no siempre est¨¢n certificados para consumo humano.
Parad¨®jicamente, el agua no falta en el ¨¢rido Zimap¨¢n. A tan s¨®lo 22 kil¨®metros de la cabecera municipal est¨¢ El Infiernillo, un abundante pozo con l¨ªquido de buena calidad, pero un ducto se lo lleva a 120 kil¨®metros para abastecer con 47,3 millones de metros c¨²bicos por a?o a la zona metropolitana de Quer¨¦taro, una pujante ciudad industrial. "No me opongo a que se cubran las necesidades de otros lados, pero no me parece justo que estemos padeciendo este problema", lamenta Rivera.
Un an¨¢lisis dirigido por Luz Mar¨ªa del Razo del Centro de Investigaci¨®n y de Estudios Avanzados corrobor¨® que la exposici¨®n al ars¨¦nico en Zimap¨¢n y en la Comarca Lagunera (en el norte del pa¨ªs) est¨¢ asociada con la alta prevalencia de diabetes en esas zonas. La diabetes ya es la principal causa de muerte en el municipio, seg¨²n datos de la Secretar¨ªa estatal de Salud. Pero esa informaci¨®n a¨²n no ha permeado entre los habitantes ni las autoridades. Hay dudas. La OMS se?ala que el ars¨¦nico afecta la piel, produce complicaciones gastrointestinales, da?a el sistema nervioso y puede producir enfermedades cardiovasculares y varios tipos de c¨¢ncer. Pero muchas de estas enfermedades son multifactoriales y la diabetes, por ejemplo, es la principal causa de muerte en una treintena municipios de Hidalgo.
Jorge Islas, exsecretario de Salud del Estado, declar¨® en 2011 a prop¨®sito del D¨ªa Mundial contra el C¨¢ncer que Zimap¨¢n y El Cardonal reportaban los ¨ªndices m¨¢s altos de esta enfermedad en Hidalgo. Islas dijo que 108 menores de edad ten¨ªan leucemia y 117 mujeres ten¨ªan c¨¢ncer de mama. "?Fue por el ars¨¦nico? En realidad, no sabemos, no hay un seguimiento del historial cl¨ªnico, cuando toda la informaci¨®n est¨¢ al alcance de las autoridades", acusa un especialista que ha estudiado por 20 a?os los problemas ambientales y de salud del municipio, y que no quiere revelar su nombre. "Sin seguimiento, no puede haber pol¨ªticas p¨²blicas", agrega.
En Zimap¨¢n hay miedo al miedo. Algunos han o¨ªdo cosas y est¨¢n asustados. Otros prefieren no saber. Hace m¨¢s de 25 a?os, cuando se descubri¨® accidentalmente durante una campa?a contra el c¨®lera que hab¨ªa altos niveles de ars¨¦nico, el Gobierno regal¨® garrafones, cerr¨® varias tomas de agua y recopil¨® muestras de la poblaci¨®n, recuerdan sus habitantes, pero no supieron mucho m¨¢s. "Seguramente pensaron: 'se tap¨® el pozo, se acab¨® el problema' y despu¨¦s los cient¨ªficos nos dijeron que nos est¨¢bamos envenenando poco a poco", cuenta Nora Olivera, maestra jubilada y directora de la Cruz Roja local. "?C¨®mo es posible que la gente de fuera se preocupe m¨¢s por el ars¨¦nico que nosotros?", reflexiona Moreno y hace una pausa: "Yo creo que no nos preocupa, porque no lo conocemos".
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