Crece la presi¨®n interna a May para que defina su postura en el ¡®Brexit¡¯
El recrudecimiento de la batalla entre conservadores euroesc¨¦pticos y proeuropeos deja a la primera ministra sin margen de maniobra ante la segunda fase de las negociaciones
El frente dom¨¦stico del Brexit, que vive una alarmante escalada en los ¨²ltimos d¨ªas, vuelve estrechar hasta la asfixia el campo de maniobra de Theresa May, ante el arranque de la segunda fase de las negociaciones. La primera ministra se encuentra de nuevo acorralada entre los dos bandos de su partido, que la presionan para definir con claridad qu¨¦ tipo de relaci¨®n quiere que el pa¨ªs tenga con la UE una vez abandonado el bloque. La amenaza de un golpe a su liderazgo vuelve sonar con fuerza en los pasillos de Westminster.
May ten¨ªa previsto pronunciar un discurso esta primavera en M¨²nich para definir al fin su postura. Una intervenci¨®n al estilo de las que realiz¨® en la Lancaster House londinense y en Florencia, en enero y septiembre del a?o pasado, respectivamente. Pero Downing Street ha confirmado que finalmente ser¨¢ un discurso de perfil m¨¢s bajo, centrado en la cooperaci¨®n en seguridad. Consensuar la postura dentro del propio Gabinete, algo que la debilitada primera ministra quiso aplazar hasta que concluyera la primera fase de las negociaciones, est¨¢ resultando tan dif¨ªcil como los m¨¢s pesimistas tem¨ªan. Cualquier amago de inclinarse hacia un Brexit m¨¢s suave o m¨¢s duro, desencadena una reacci¨®n airada del bando contrario.
Los euroesc¨¦pticos urden una rebeli¨®n apenas disimulada. La prensa del fin de semana revelaba que varias decenas de diputados conservadores ya han enviado cartas al Comit¨¦ 1922, el ¨®rgano que representa los legisladores sin cargo en el Gobierno, para tratar de provocar una moci¨®n de censura. Si el presidente del Comit¨¦, Graham Brady, recibe 48 cartas (un 15% de los diputados tories), se ver¨ªa obligado a convocar una votaci¨®n sobre el futuro de la primera ministra. The Guardian habla de 40 misivas ya enviadas y de otros seis o siete diputados que se lo estar¨ªan pensando. The Sun aseguraba que Brady est¨¢ tan preocupado por el n¨²mero de cartas que est¨¢ recibiendo, que ha pedido a los diputados que se lo piensen antes de remitirlas.
Pesos pesados del partido han lanzado advertencias a May desde la prensa dominical, que informaba tambi¨¦n de una intensa actividad en los foros de WhatsApp de los diputados tories, tratando (a¨²n sin ¨¦xito) de reclutar a ministros para un golpe en ciernes.
Los diputados proeuropeos asistieron at¨®nitos a la demostraci¨®n de fuerza del sector euroesc¨¦ptico la semana pasada: cuando el moderado ministro de Econom¨ªa, Philip Hammond, dijo en Davos que las econom¨ªas brit¨¢nica y europea solo divergir¨ªan ¡°muy modestamente¡± despu¨¦s del Brexit, Downing Street tuvo que desautorizarlo y distanciarse de sus comentarios. Varios diputados han pedido la dimisi¨®n del ministro. El espejismo de disciplina que pareci¨® verse a finales del a?o pasado, en el Gobierno y en el partido, se ha esfumado.
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