La persona que envi¨® la alerta de misiles en Haw¨¢i cre¨ªa de verdad que hab¨ªa un ataque
El Gobierno publica sus conclusiones preliminares sobre el error que desat¨® el p¨¢nico nuclear en las islas durante 38 minutos
Son las 8:05 de la ma?ana del 13 de enero en Haw¨¢i. En la sede de la Agencia de Emergencias estatal, en Honolulu, se preparan para el cambio de turno y, de paso, hacen un simulacro rutinario del protocolo de alertas. No se trata de un hurac¨¢n o un tsunami. Esta vez est¨¢n probando la alerta que enviar¨ªan si hubiera un ataque con misiles contra Haw¨¢i. Lo que sucede a continuaci¨®n es una cadena de errores que llev¨® al p¨¢nico a cientos de miles de personas, que creyeron durante 38 minutos que iban a morir, porque se lo hab¨ªa dicho su propio Gobierno, a trav¨¦s una alerta en el m¨®vil.
La Comisi¨®n Federal de Comunicaciones (FCC), de quien depende en ¨²ltimo t¨¦rmino este sistema de alertas a m¨®viles, public¨® este martes las conclusiones preliminares del suceso, que refresc¨® de manera macabra para Estados Unidos una sensaci¨®n de amenaza inminente olvidado desde los a?os sesenta. El informe dice el incidente ocurri¨® por ¡°una combinaci¨®n de error humano y salvaguardas inadecuadas¡±.
La parte m¨¢s interesante, sin embargo, es la descripci¨®n de ese error humano. Hasta el momento el relato era que el trabajador que entraba nuevo en el turno a es hora envi¨® por error la alerta a m¨®viles. No exactamente, dice el informe de la FCC. El trabajador cre¨ªa de verdad que Haw¨¢i estaba siendo atacado porque hubo un erro previo en las comunicaciones internas.
El supervisor del turno de noche fue el que inici¨® un simulacro de aviso de ataque con misiles. El simulacro consiste en llamar a los trabajadores del turno de d¨ªa haci¨¦ndose pasar por el mando militar de Estados Unidos en el Pac¨ªfico. A las 8:05, hace la llamada y pone una grabaci¨®n en la que dice ¡°ejercicio, ejercicio, ejercicio¡±, un lenguaje que indica que se trata de un simulacro. Pero al mismo tiempo incluye por error el texto del mensaje del Sistema de Alertas de Emergencia sobre el ataque de misiles, que termina diciendo: ¡°Esto no es un simulacro¡±.
Este no es el tipo de mensaje que se debe enviar, seg¨²n el protocolo. El informe no explica c¨®mo el supervisor pudo cometer ese error.
Los trabajadores del turno de d¨ªa escuchan el aviso por los altavoces en el centro de Emergencias. Es contradictorio. Empieza diciendo que es un ejercicio y acaba diciendo que no es un simulacro. La mayor¨ªa entienden que se trata de un ensayo. Pero uno de ellos se lo cree, seg¨²n ha declarado ¨¦l mismo por escrito, dice el informe.
A las 8:07, el trabajador responde de acuerdo al protocolo. Abre en el sistema un desplegable con plantillas de alertas y elige una de ellas. El sistema le pregunta: ¡°?Est¨¢s seguro de que quieres enviar esta alerta?¡±. El trabajador pincha en ¡°s¨ª¡±. En cientos de miles de m¨®viles en Haw¨¢i suena una bocina y aparece el siguiente mensaje: ¡°AMENAZA DE MISIL BAL?STICO EN DIRECCI?N A HAW?I. BUSQUE REFUGIO DE INMEDIATO. ESTO NO ES UN SIMULACRO¡±.
Este trabajador se ha negado a hablar con los investigadores de la FCC, seg¨²n inform¨® en la presentaci¨®n de las conclusiones James Wiley, el asesor legal de la agencia federal. Su versi¨®n ha sido obtenida a trav¨¦s de una declaraci¨®n escrita que envi¨® la semana.
Los trabajadores de la Agencia de Emergencias tambi¨¦n recibe la alerta y se dan cuenta de lo que ha pasado. A las 8:09, le comunican al gobernador de Haw¨¢i, David Ige, que la alerta no es real. A las 8:10, se lo dicen al mando militar de EE UU en el Pac¨ªfico. Dos minutos despu¨¦s intentan transmitir un mensaje cancelando la alerta pero, seg¨²n el informe, sus l¨ªneas telef¨®nicas est¨¢n colapsadas.
En las calles de Haw¨¢i, comienzan minutos dram¨¢ticos. Las redes sociales se llenan de mensajes de gente que comparte el pantallazo que ha recibido en su m¨®vil. La gente busca refugio, se despide de sus familiares. Las historias que trascendieron en los d¨ªas siguientes dan una idea de la angustia que vivieron las islas. Familias escondidas, abrazadas, rezando, esperando el final. Estados Unidos no hab¨ªa vivido nunca nada parecido en su territorio.
En la carrera por deshacer el error, Emergencias publica a las 8:20 en Twitter y Facebook un mensaje que dice: ¡°No hay amenaza de misiles contra Haw¨¢i¡±. Lo tuitea el gobernador. Pero el p¨¢nico sigue en las calles. A las 8:31, el supervisor de Emergencias se mete en el sistema para escribir a mano un mensaje de correcci¨®n. A las 8:45, finalmente, Haw¨¢i recibe en sus tel¨¦fonos m¨®viles la segunda alerta de Emergencias, con el mismo formato y la misma apariencia de oficial que la anterior, diciendo que no existe la amenaza.
¡°La falta de preparaci¨®n de c¨®mo responder a la transmisi¨®n de una falsa alarma fue la principal responsable del retraso de 38 minutos en corregir la alerta¡±, concluye el informe preliminar de FCC. ¡°El error fue agravado por el retraso en corregir con autoridad la desinformaci¨®n¡±, dijo Wiley el martes.
Tras la publicaci¨®n del informe, la direcci¨®n militar de la Agencia de Emergencias inform¨® de que los dos m¨¢ximos responsables civiles de la misma dimitieron este martes, seg¨²n Reuters. El trabajador que envi¨® la alerta ha sido despedido.
El incidente del 13 de enero se produjo adem¨¢s en un contexto de creciente tensi¨®n militar entre Estados Unidos y Corea del Norte. Pyongyang hab¨ªa anunciado poco antes que su arsenal nuclear, cuyo alcance real se desconoce, estaba en condiciones de atacar cualquier punto del territorio de Estados Unidos. Las pruebas de misiles de Corea del Norte han llegado hasta ahora al Mar de Jap¨®n. Haw¨¢i, en medio del Pac¨ªfico, es el territorio estadounidense m¨¢s cerca de la amenaza.
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