El Rolex que retrata el doble rasero de la justicia en Bogot¨¢

La tarde del martes, m¨¢s de 40 polic¨ªas en moto, a pie y acompa?ados de sus perros recorr¨ªan el barrio de Rosales, en el norte de Bogot¨¢. Su tarea era tranquilizar a los vecinos que en las ¨²ltimas semanas se hab¨ªan levantado con las noticias de dos robos de coches a tiros y un atraco en un restaurante.

En estos mismos d¨ªas, un chico iba al colegio en el sur de la ciudad cuando se cruz¨® con otros tres j¨®venes. Cuchillos en mano, le apu?alaron hasta la muerte para robarle la bicicleta. Unos 20 minutos despu¨¦s, cuando lleg¨® la Polic¨ªa, uno de los asesinos estaba en el suelo, ensangrentado y rodeado de gente. Los vecinos se hab¨ªan tomado la justicia por su mano.

Las dos escenas son desgraciadamente comunes en la capital de Colombia. En 2017, se produjeron m¨¢s de 55.000 atracos en Bogot¨¢, en 2016, casi 35.000. Un robo cada ocho minutos, seg¨²n datos de la Secretar¨ªa de Seguridad de la ciudad, en la mayor¨ªa de los casos de tel¨¦fonos m¨®viles.

Las cifras sobre la inseguridad en Bogot¨¢ no mejoran ni con el paso de los a?os, ni con el cambio de gobiernos. El debate sobre esta lacra se convierte en actualidad de manera c¨ªclica. En esta ocasi¨®n, el tema vuelve a copar titulares por una cuesti¨®n meramente geogr¨¢fica.

La mujer embarazada que recibi¨® tres tiros cuando iba a entrar en el garaje de su casa (permanece en estado grave) y el hombre que iba a comprar hamburguesas estaban en un barrio de estrato seis, es decir, de alto poder adquisitivo. Un lugar en el que las autoridades act¨²an con celeridad y diligencia. El granero de votos, adem¨¢s, del actual alcalde Enrique Pe?alosa (en su elecci¨®n a finales de 2015, gan¨® en las siete localidades del norte y en cinco de ellas arras¨® con m¨¢s de 10 puntos de ventaja a sus rivales). En menos de 24 horas, el ciudadano recuper¨® sus Rolex, seg¨²n anunci¨® en persona el Fiscal General. Los delincuentes que dispararon a la joven ya est¨¢n en la c¨¢rcel y parece que se van a quedar ah¨ª durante un largo tiempo.

El joven que solo pretend¨ªa llegar a clase vive en el sur, en el barrio Kennedy, en casas de estrato uno y dos, la parte de Bogot¨¢ destinada a los humildes. Esta zona de la ciudad ostenta los ¨ªndices m¨¢s altos de inseguridad. El pasado febrero, el Congreso de la Rep¨²blica advirti¨® de que las localidades m¨¢s inseguras de la ciudad, cuya poblaci¨®n puede alcanzar el 63% de la capital (Ciudad Bol¨ªvar, Kennedy, Bosa, Usme, Rafael Uribe y San Crist¨®bal, todas en el sur), son las que tienen menores sistemas de vigilancia.

Los criminales que mataron al chico eran reincidentes. El que por el momento est¨¢ detenido hab¨ªa atacado al marido de otra vecina del mismo barrio en 2015.

?Por qu¨¦ un crimen de estrato seis se resuelve con rapidez y otro de estrato uno tarda meses en esclarecerse o queda impune? Esta es la pregunta que muchos colombianos se hacen en redes sociales. Con el hashtag Rolex (en referencia al crimen de Rosales), comparten los robos de los que son testigos o v¨ªctimas diariamente en Bogot¨¢ y en el resto de Colombia.

La Polic¨ªa, la Fiscal¨ªa, la Alcald¨ªa y el Gobierno se pasan la pelota. "En Bogot¨¢ faltan 9.000 polic¨ªas para llegar al promedio nacional", dicen desde las instituciones locales a la vez que piden una reforma de la justicia que evite la reincidencia. Los fiscales se defienden con cifras de detenciones. El Estado reclama a las autoridades locales y regionales que sigan invirtiendo en pie de fuerza, c¨¢maras de seguridad y unidades de inteligencia. Nadie responde a la pregunta.