Merkel y Schulz cierran un acuerdo para reeditar la Gran Coalici¨®n en Alemania
El socialdem¨®crata, que se har¨¢ cargo de la cartera de Exteriores, anuncia su marcha del SPD despu¨¦s de llegar a un acuerdo de Gobierno
Por fin fumata blanca. 136 d¨ªas sin Gobierno y una noche en blanco despu¨¦s, los dos grandes bloques pol¨ªticos de Alemania, el centro derecha de la canciller, Angela Merkel (CDU/CSU) y la socialdemocracia de Martin Schulz (SPD) han llegado a un acuerdo para poner en pie una nueva gran coalici¨®n que gobierne la primera econom¨ªa europea?y motor de una Uni¨®n Europea ¨¢vida de tracci¨®n. Merkel, la eterna canciller, cede una considerable cuota de poder al SPD, incluido el todopoderoso ministerio de Finanzas, pero a cambio cimienta su cuarto mandato, tras doce a?os en el poder. Alternativa por Alemania, la extrema derecha, pasa a ser el primer partido de la oposici¨®n.
A las pocas horas de cerrarse el pacto que ha tenido en vilo a Europa, Schulz, que asumir¨¢ la cartera de Exteriores, anunci¨® que abandonar¨¢ la presidencia del partido socialdem¨®crata. Para que la gran coalici¨®n III se haga efectiva, el pacto (y el cargo de Schulz) deber¨¢ a¨²n someterse en las pr¨®ximas semanas a la votaci¨®n de los 463.000 afiliados del SPD, buena parte de ellos contrarios a la alianza entre Schulz y Merkel.
¡°Este acuerdo es la base del Gobierno estable que necesita nuestro pa¨ªs y que el mundo espera¡±, ha dicho Merkel en una conferencia de prensa conjunta con Schulz y con el l¨ªder de la CSU b¨¢vara, Horst Seehofer. ¡°Este acuerdo supondr¨¢ un cambio fundamental en el rumbo de Europa [¡] y Alemania tendr¨¢ ejercer¨¢ de nuevo un liderazgo y un papel constructivo¡±, ha estimado Schulz. "Un nuevo comienzo para Europa. Una nueva din¨¢mica para Alemania. Una nueva solidaridad para nuestro pa¨ªs", se titula el texto del acuerdo, en el que el fortalecimiento de Europa figura como prioridad m¨¢xima.
A las 10.37 de la ma?ana, la direcci¨®n del SPD confirmaba con un mensaje de WhatsApp la noticia que hab¨ªa adelantado una hora antes Der Spiegel. "Cansados pero contentos. El acuerdo finalmente est¨¢ en pie", se le¨ªa en el mensaje que inclu¨ªa un selfie de los negociadores. Poco despu¨¦s, trascend¨ªan los detalles del reparto de carteras, seg¨²n el cual, el SPD, socio minoritario obtendr¨ªa los principales ministerios en el nuevo Ejecutivo: el todopoderoso ministerio de Finanzas, el de Exteriores y el de Trabajo y Asuntos Sociales, seg¨²n consta en la ¨²ltima p¨¢gina del borrador del acuerdo. A la CDU de Merkel le corresponder¨ªa Defensa y Econom¨ªa, mientras que su aliado b¨¢varo, la conservadora CSU conocida por su l¨ªnea dura en pol¨ªticas migratorias, obtendr¨ªa la cartera de Interior.
Cuando el martes Merkel habl¨® de ¡°concesiones dolorosas¡±, probablemente se refer¨ªa precisamente a este reparto, en el que el bloque conservador ve disminuido su poder a favor de una socialdemocracia que a¨²n debe convencer a su militancia de que el acuerdo merece la pena.
El resultado de doce d¨ªas de negociaci¨®n y parte de sus noches es un documento de 177 p¨¢ginas y 14 cap¨ªtulos, que desgrana el programa de Gobierno para los pr¨®ximos cuatro a?os. En ese pseudo contrato, fortalecer la Uni¨®n Europea figura como la prioridad m¨¢xima, tal como exig¨ªa el l¨ªder del SPD y expresidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. ¡°Queremos reforzar las finanzas de la UE para que pueda acometer mejor sus tareas¡±, reza el texto, en el que Alemania asegura ¡°estar preparada para incrementar su contribuci¨®n al presupuesto europeo¡±.
Europa espera impaciente que haya un Ejecutivo en Alemania para poner en marcha la bater¨ªa de reformas con la que Par¨ªs y Berl¨ªn aspiran a refundar la UE. Merkel asegura estar convencida de que el momento es ahora, con un inquilino del El¨ªseo que destaca por su br¨ªo proeurope¨ªsta y antes de las primeras elecciones europeas, que se celebran tras el Brexit el a?o pr¨®ximo.
¡°Estamos a favor de un presupuesto espec¨ªfico para la estabilizaci¨®n y la convergencia social y para apoyar reformas estructurales en la zona euro, que podr¨ªa ser el punto de partida para un futuro presupuesto para la zona euro¡±, indica el acuerdo.
El pacto de Gobierno contempla adem¨¢s una inversi¨®n multimillonaria en pol¨ªticas sociales y educativas y pone especial ¨¦nfasis en la ayuda a las familias. Es decir, se comprometen a gastar buena parte del abultad¨ªsimo super¨¢vit alem¨¢n, aunque tambi¨¦n prometen mantener las cuentas equilibradas y no endeudarse. Los partidos han pactado tambi¨¦n un tope de entrada de refugiados ¨Centre 180.000 y 200.000 anuales- y de sus familiares -1.000 al mes adem¨¢s de casos urgentes-, despu¨¦s de que un mill¨®n y medio de demandantes de asilo recalara en Alemania en los ¨²ltimos dos a?os. Las diferencias entre los partidos, sobre todo en materia laboral y del sistema p¨²blico de salud, dos exigencias socialdem¨®cratas fueron las m¨¢s dif¨ªciles de limar y en la recta final de las negociaciones hicieron peligrar el acuerdo.
El acuerdo crucial para el pa¨ªs y para Europa, ha suscitado sin embargo, escasa emoci¨®n en Alemania. Para muchos ciudadanos, los firmantes del acuerdo de gran coalici¨®n representan un pasado pol¨ªtico que da sus ¨²ltimos coletazos. Nada de nueva pol¨ªtica, sino m¨¢s bien m¨¢s de lo mismo en tiempos de mudanza global. La prensa, la de todos los colores, critica desde hace semanas lo que considera falta de ambici¨®n de un pacto que debe servir para que Alemania sea capaz de afrontar sus grandes pendientes, entre ellos, la digitalizaci¨®n de la econom¨ªa, la inmigraci¨®n o la fragmentaci¨®n de un sistema pol¨ªtico en el que la extrema derecha ha llegado para quedarse. La ¨²ltima encuesta de Insa para el diario Bild indica que no llega a la mayor¨ªa de ciudadanos- el 47,5%- los que apoyan el proyecto de gran coalici¨®n.
Prueba del limitado entusiasmo que despierta la reedici¨®n de la f¨®rmula que ha gobernado Alemania ocho de los ¨²ltimos doce a?os, es la sangr¨ªa de votos que los tres partidos que ahora se al¨ªan sufrieron en las pasadas elecciones de septiembre. Buena parte de los votantes fugados acabaron en las arcas de una extrema derecha, que pasar¨ªa ahora a ser la primera fuerza de la oposici¨®n y que se frota las manos ante un pacto que representa un blanco muy f¨¢cil para un partido que vive de protestar contra todo lo que huela a establishment.
Pero las alternativas a la gran coalici¨®n que podr¨ªa ver la luz en las pr¨®ximas semanas despertaba a¨²n m¨¢s temores. Fracasado el intento en los ¨²ltimos meses de pactar un Ejecutivo tripartito de conservadores, liberales y Verdes, la aritm¨¦tica resultante de las elecciones inconclusas de septiembre solo ofrece en principio dos opciones m¨¢s all¨¢ de la gran coalici¨®n: la primera ser¨ªa un Gobierno de minor¨ªa que supondr¨ªa una rareza hist¨®rica en un pa¨ªs, que a¨²n convive con los fantasmas de la inestabilidad pol¨ªtica de la Rep¨²blica Weimar. La otra opci¨®n pasar¨ªa por repetir las elecciones y prolongar por lo tanto el vac¨ªo pol¨ªtico que mantiene a Europa en vilo.
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