Las acusaciones de maltrato de un asesor ponen en la cuerda floja al jefe de gabinete de Trump
Trump elogia a su exsecretario de personal, que dimiti¨® el mi¨¦rcoles tras las denuncias de sus dos exesposas. Un segundo funcionario renuncia por un caso similar
John Kelly ha perdido su aura y es un hombre en la cuerda floja. El jefe de gabinete de la Casa Blanca ha comunicado a su entorno que est¨¢ dispuesto a dimitir por su gesti¨®n del caso de Rob Porter, el asesor que renunci¨® tras ser acusado de maltratos a mujeres, seg¨²n fuentes citadas este viernes por varios medios estadounidenses. La Casa Blanca ha negado que Kelly haya ofrecido formalmente su dimisi¨®n al presidente Donald Trump, pero varias cadenas televisivas aseguran que el republicano est¨¢ molesto con la gesti¨®n del esc¨¢ndalo y est¨¢ sopesando prescindir de su jefe de gabinete, lo que refleja la profundidad de la nueva crisis en la residencia presidencial.
Porter anunci¨® el mi¨¦rcoles su renuncia como secretario de personal despu¨¦s de que sus dos exesposas le acusaran p¨²blicamente de maltratos f¨ªsicos y verbales contra ellas. ?l los niega. El esc¨¢ndalo deja debilitado a Kelly porque inicialmente defendi¨® a Porter, como tambi¨¦n hizo Trump este viernes, y tambi¨¦n porque, seg¨²n varios medios, hac¨ªa meses que conoc¨ªa las acusaciones.
En plena tormenta por Porter, la Casa Blanca sufri¨® este viernes la segunda dimisi¨®n en tres d¨ªas de un funcionario acusado de maltratos f¨ªsicos y emocionales a su expareja. David Sorensen, un redactor de discursos sobre medio ambiente, renunci¨® al cargo despu¨¦s de que su exesposa se mostrara dispuesta a revelar a la prensa sus acusaciones. ?l las niega y esgrime que dimite para no suponer una distracci¨®n al Gobierno. La Casa Blanca asegura que no conoci¨® las denuncias hasta el jueves.
Kelly es desde el pasado julio el jefe de gabinete de Trump despu¨¦s de que el presidente despidiera a su predecesor, Reince Priebus. Hasta ese momento el general retirado de los Marines era el secretario de Seguridad Interior. Como encargado de coordinar la agenda del presidente y determinar qui¨¦n tiene acceso a ¨¦l, Kelly ha puesto orden en la Casa Blanca, lo que ha rebajado la sensaci¨®n de caos, guerras internas y filtraciones constantes a la prensa que reinaba hasta entonces.
Kelly, sin embargo, choc¨® con Trump a mediados de enero cuando, ante legisladores y luego en una entrevista televisiva, minimiz¨® la promesa del presidente de construir un muro fronterizo con M¨¦xico, emblema de su campa?a electoral. Al d¨ªa siguiente, Trump lo censur¨® p¨²blicamente.
Y ahora ha estallado el caso Porter. El portavoz adjunto de la Casa Blanca, Raj Shah, asegur¨® el jueves que Trump y Kelly no conocieron hasta el mi¨¦rcoles, cuando afloraron m¨¢s detalles de las acusaciones, la ¡°naturaleza completa¡± de estas.
Sin embargo, seg¨²n el diario The New York Times, el FBI comunic¨® el pasado noviembre a Kelly y otros altos cargos de la Casa Blanca, entre ellos el jefe legal Donald F. McGahn, que las acusaciones de maltrato por parte de Porter eran cre¨ªbles y que probablemente no iba a superar la prueba de antecedentes de la agencia. Ya en enero de 2017, poco despu¨¦s de la investidura de Trump, Porter le hab¨ªa comunicado a McGahn que hab¨ªa acusaciones en su contra pero que eran falsas, seg¨²n el Times y otros medios.
La pol¨¦mica gira alrededor de si la Casa Blanca pudo haber encubierto a un presunto maltratador y si el presidente y su entorno conoc¨ªan las acusaciones cuando Porter fue designado al cargo hace un a?o. El motivo es que las dos exesposas aseguran que comunicaron en enero de 2017 al FBI los presuntos abusos de Porter cuando la agencia policial investigaba sus antecedentes para concederle una credencial de seguridad como alto cargo gubernamental. La Casa Blanca admiti¨® el jueves que Porter ten¨ªa una credencial temporal y que no hab¨ªa terminado la investigaci¨®n del FBI a sus antecedentes.
Desde que las denuncias han salido a la luz p¨²blica, Kelly ha ido modulando su respuesta. El martes, defendi¨® a Porter despu¨¦s de que el diario brit¨¢nico The Daily Mail destapara la pol¨¦mica al hablar con las dos exesposas, que detallaron los presuntos maltratos. En el primer art¨ªculo del rotativo, el jefe de gabinete dijo del responsable de personal: ¡°Es un hombre de una integridad verdadera y no puedo decir suficientes cosas buenas sobre ¨¦l¡±.
El mi¨¦rcoles, el diario public¨® una imagen de una de las mujeres con un morat¨®n en el ojo, que asegura se lo caus¨® Porter. ?l lo niega pero admite haber tomado la fotograf¨ªa. Inicialmente, Kelly sigui¨® respaldando internamente la continuidad del funcionario, seg¨²n varios medios, y no rectific¨® hasta que Porter anunci¨® su dimisi¨®n. Entonces, emiti¨® un comunicado en que se declar¨® ¡°impactado¡± y dijo que ¡°no hay lugar para la violencia dom¨¦stica¡±.
Y este viernes, seg¨²n The Washington Post, Kelly instruy¨® a su personal a comunicar que ¨¦l tom¨® ¡°acci¨®n inmediata¡± para que Porter dimitiera a los 40 minutos de saber que las acusaciones eran cre¨ªbles, lo que los presentes en la reuni¨®n consideraron falso.
Para complicar m¨¢s todo el caso, Porter mantiene, seg¨²n varios medios, una relaci¨®n sentimental con Hope Hicks, la directora de comunicaci¨®n de la Casa Blanca. El martes, Hicks contribuy¨® a la redacci¨®n del comunicado de Kelly en que defend¨ªa la ¡°integridad y el honor¡± del secretario de personal.
Elogio de Trump
Unas horas antes de que surgieran las informaciones sobre Kelly, Trump elogi¨® a Porter. En declaraciones a la prensa, le dese¨® lo mejor y pidi¨® ¡°recordar¡± que su exasesor ha afirmado con ¡°mucha rotundidad que es inocente¡±. El presidente no hizo ning¨²n comentario de reproche a la violencia machista ni marc¨® distancias con Porter. Se limit¨® a calificar de ¡°muy tristes¡± y ¡°sorprendentes¡± las acusaciones de maltratos y explic¨® que las conoci¨® ¡°recientemente¡±. ¡°Hizo un muy buen trabajo cuando estuvo en la Casa Blanca. Esperamos que tenga una carrera brillante y tiene una gran carrera por delante¡±, dijo el mandatario sobre su exasistente.
El multimillonario neoyorquino ha hablado en t¨¦rminos soeces sobre mujeres y ha respaldado a pol¨ªticos acusados de acoso sexual, como hizo el a?o pasado con Roy Moore, candidato republicano a senador por Alabama, que hab¨ªa sido denunciado de abusar a menores d¨¦cadas atr¨¢s. En la recta final de la campa?a electoral de 2016, se difundi¨® una grabaci¨®n de Trump en 2005 en que afirmaba que, cuando eres una ¡°estrella¡±, las mujeres te dejan hacer ¡°cualquier cosa¡±, como agarrarlas ¡°por el co?o¡±. Poco despu¨¦s, una decena de mujeres acusaron a Trump de acoso sexual en las ¨²ltimas d¨¦cadas. ?l neg¨® las acusaciones y se mof¨® de las denunciantes.
Porter era una figura emergente en el c¨ªrculo de Trump. Era el encargado de coordinar los documentos que llegan al escritorio presidencial. Aparec¨ªa detr¨¢s del republicano en muchas de las escenas en que el mandatario firmaba un decreto. Y recientemente, apadrinado por Kelly, hab¨ªa ganado protagonismo. Por ejemplo, ayud¨® a redactar el discurso del estado de la Uni¨®n que pronunci¨® Trump en el Congreso la semana pasada. Y viajaba con el presidente.
El secretario de personal ten¨ªa, en apariencia, un expediente impoluto. Estudi¨® en las universidades de Harvard y Oxford, trabaj¨® para tres senadores republicanos y es hijo de Roger Porter, que fue asesor econ¨®mico del presidente George H.W. Bush y ahora es profesor en Harvard.
Porter era uno de los 22 asesores de mayor rango de la Casa Blanca, que cobran el sueldo m¨¢s elevado (179.000 d¨®lares anuales). Todo trabajador de la residencia necesita una credencial de seguridad, que en los cargos civiles concede una oficina especial de la presidencia tras una investigaci¨®n de antecedentes hecha por el FBI. El objetivo es determinar si esa persona, una vez conozca secretos oficiales, puede ser objeto de chantaje.
Ese es un detalle relevante. Colbee Holderness, la primera esposa de Porter con el que estuvo cinco a?os casada, asegura que, en las dos entrevistas que tuvo con el FBI para el proceso de la credencial de seguridad, se le pregunt¨® si su exmarido pod¨ªa ser objeto de chantaje y ella respondi¨® que s¨ª porque, aleg¨®, hab¨ªa personas que conoc¨ªan sus abusos. ¡°Pens¨¦ que al contar mi historia al FBI, no ser¨ªa colocado en ese puesto [en la Casa Blanca]¡±, dijo a The Washington Post. Jennifer Willoughby, la segunda esposa de Porter del que se separ¨® en 2010 tras un a?o casados, tambi¨¦n dijo a ese diario que revel¨® al FBI los presuntos maltratos.
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