Zapatero, el mediador imaginario en Venezuela
Las nulas intenciones del chavismo de garantizar elecciones libres dinamitaron la mesa de di¨¢logo de Rep¨²blica Dominicana, con el respaldo del expresidente espa?ol
Las negociaciones entre el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro y la oposici¨®n venezolana quedaron enterradas el pasado martes. La mesa de di¨¢logo instalada en Rep¨²blica Dominicana, el ¨²ltimo intento para tratar de buscar una salida a la grave crisis social, econ¨®mica y pol¨ªtica que atraviesa el pa¨ªs caribe?o, fue dinamitada por un acuerdo unilateral elaborado por el r¨¦gimen.
El chavismo, que nunca se avino a hacer concesiones, mantuvo las riendas del proceso para tratar de imponer sus condiciones. Las fuerzas opositoras, sin candidato y con unos l¨ªderes inhabilitados o privados de libertad, se negaron a suscribir el documento que dise?a la celebraci¨®n de unos comicios sin garant¨ªas democr¨¢ticas. Pocas horas despu¨¦s de que se consumara el fracaso de las negociaciones, el Consejo Nacional Electoral, controlado por Maduro, fij¨® para el 22 de abril la celebraci¨®n de unos comicios con unas reglas del juego y unos tiempos que favorecen al chavismo.
Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero es una de las figuras de este fracaso. El expresidente espa?ol, mediador entre dos partes enfrentadas, termin¨®, seg¨²n las fuentes consultadas, por inclinarse hacia un lado, el de Maduro, despu¨¦s de dos a?os volcado en un proceso que cerr¨® la mayor¨ªa de puertas.
Las conversaciones arrancaron el pasado 1 de diciembre con una tensa sesi¨®n en la que los pa¨ªses acompa?antes ¡ªM¨¦xico y Chile, a propuesta de la oposici¨®n; Bolivia, Nicaragua y San Vicente y las Granadinas, del lado del Gobierno¡ª se dedicaron a escuchar los planteamientos de ambas delegaciones. En la mayor¨ªa de los casos eran ataques y reproches de lado y lado. Todos callaban, incluido Zapatero, mientras Danilo Medina, el presidente anfitri¨®n, trataba de ser equitativo con el uso de la palabra.
Del lado del chavismo, interven¨ªa en un 80% de los casos Jorge Rodr¨ªguez, ministro de Comunicaci¨®n e Informaci¨®n y uno de losm¨¢s fieles a Maduro. ¡°Avasallaba¡±, coinciden en se?alar al menos tres personas de la decena que han sido consultadas para esta reconstrucci¨®n de la negociaci¨®n, entre dirigentes de la oposici¨®n, asesores y miembros de los pa¨ªses acompa?antes. Este diario busc¨® en varias ocasiones recabar la versi¨®n de Zapatero, pero declin¨® pronunciarse alegando la necesidad de discreci¨®n en estas negociaciones.
Presos pol¨ªticos
Del lado de la oposici¨®n, las intervenciones fueron m¨¢s dispares en las primeras sesiones, hasta que, al final, Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional y coordinador del partido de Henrique Capriles, Primero Justicia, se erigi¨® en la cara m¨¢s visible. ¡°Hab¨ªa un claro dominio de la argumentaci¨®n del chavismo. La oposici¨®n actu¨® m¨¢s coordinada de lo que se pensaba, pero tambi¨¦n m¨¢s inocente de lo que se cre¨ªa¡±, asegura uno de los implicados.
¡°Se sent¨ªa inc¨®modo con los cancilleres, quer¨ªa estar solo¡±
Con la incorporaci¨®n de los pa¨ªses acompa?antes al di¨¢logo se trataba de lograr algo similar a lo que se consigui¨® en la isla de Contadora, en 1983, cuando M¨¦xico, junto a Venezuela, Colombia y Panam¨¢ sentaron las bases para pacificar Centroam¨¦rica. El cambio en la din¨¢mica era sustancial.
Durante dos a?os, el espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha sido el referentes de las conversaciones entre el Gobierno y la oposici¨®n venezolana. En un primer momento, lider¨® la terna de expresidentes junto al dominicano Leonel Fern¨¢ndez y el paname?o Mart¨ªn Torrijos, auspiciada por el ex secretario general de Unasur, Ernesto Samper. Tuvo el apoyo de El Vaticano, de Estados Unidos, de la Uni¨®n Europa y del Gobierno de Espa?a, entre otros. Todos ve¨ªan con buenos ojos los intentos de di¨¢logo y daban un voto de confianza a Zapatero.
Ese apoyo no solo se fue diluyendo, sino que, desde diciembre, el exmandatario espa?ol tuvo que lidiar con representantes de varios Gobiernos en la misma mesa. ¡°Siempre se sinti¨® inc¨®modo con la presencia de los cinco cancilleres, quer¨ªa que fuesen meras figuras decorativas. ?l quer¨ªa estar solo¡±, aseguran varias fuentes diplom¨¢ticas.
La oposici¨®n intent¨® incorporar a otro exmandatario a las conversaciones para compensar. Se barajaron al menos los nombres del mexicano Ernesto Zedillo; el chileno Ricardo Lagos y el brasile?o Fernando Henrique Cardoso. Todos fueron rechazados por el chavismo. Tampoco Zapatero los ve¨ªa con buenos ojos, seg¨²n los protagonistas consultados.
Tras la primera toma de contacto, se present¨® a las dos partes un documento consensuado por todos los cancilleres, incluidos los de Bolivia, Nicaragua y San Vicente, partidarios del chavismo. En el texto se emplazaba al Gobierno y a la oposici¨®n a trabajar para revisar y suprimir las sanciones internacionales y a celebrar en el segundo semestre de 2018 elecciones con plenas garant¨ªas. Esto es, revocando las inhabilitaciones a los l¨ªderes pol¨ªticos ¡ªel caso de Henrique Capriles, pero tambi¨¦n de Leopoldo L¨®pez, en prisi¨®n domiciliaria¡ª, garantizando la observaci¨®n internacional y facilitando el voto de los venezolanos en el exterior, teniendo en cuenta que la di¨¢spora crece con el paso de los d¨ªas.?
La libertad de los presos pol¨ªticos era otra de las exigencias. El documento, muy positivo para la oposici¨®n, no fue mal recibido por el Gobierno para sorpresa de los pa¨ªses acompa?antes. ¡°No pusieron mala cara, gener¨® mucho optimismo¡±, coinciden dos diplom¨¢ticos. Ambas partes, no obstante, quer¨ªan hacer observaciones y emplazaron a una nueva reuni¨®n.
La siguiente cita se produjo el 15 de diciembre, cinco d¨ªas despu¨¦s de las elecciones de alcaldes en Venezuela en las que no hab¨ªa participado la mayor¨ªa de la oposici¨®n al no ver garant¨ªas suficientes, tras denunciar fraude en los comicios regionales de octubre. El ambiente no fue tan positivo como dos semanas antes. Pero las negociaciones, aun con reservas, parec¨ªan avanzar, hasta el punto de que el canciller mexicano, Luis Videgaray, asegur¨® que se trataba de un ¡°proceso serio¡±.
Mensajero de Caracas
Poco dur¨® el optimismo. D¨ªas despu¨¦s, la Asamblea Constituyente, el Parlamento chavista, inici¨® los tr¨¢mites para prohibir la participaci¨®n en unas futuras elecciones de los tres principales partidos de la oposici¨®n (Primero Justicia, Voluntad Popular y Acci¨®n Democr¨¢tica), como represalia por no concurrir a las municipales. Fue un jarro de agua fr¨ªa, sobre todo para M¨¦xico y Chile, que evidenciaron que el chavismo no estaba por la labor de lograr un acuerdo, como ya hab¨ªa advertido la oposici¨®n.
Las medidas adoptadas por el chavismo hacen que Videgaray, a principios de a?o, ponga en duda la participaci¨®n de M¨¦xico en la siguiente reuni¨®n, que finalmente se celebra el 11 y 12 de enero. La tensi¨®n para entonces ya es latente y se produce una acalorada discusi¨®n entre el canciller mexicano, su hom¨®logo chileno, Heraldo Mu?oz, y Zapatero. Las fricciones, no obstante, ven¨ªan de atr¨¢s. El expresidente espa?ol era partidario de que las opiniones de los pa¨ªses acompa?antes, el anfitri¨®n y la suya fuesen consensuadas. Sugiri¨® que hubiese una portavoc¨ªa ¨²nica, siendo ¨¦l el encargado o el anfitri¨®n, Danilo Medina. El rechazo fue tajante, especialmente del lado mexicano. ¡°La voz de M¨¦xico la tiene M¨¦xico y nadie m¨¢s¡±, le vino a espetar el canciller Videgaray.
Una de las mayores cr¨ªticas que ha recibido la intervenci¨®n del expresidente espa?ol es que asumi¨® con naturalidad la actitud del Gobierno de Maduro. Hasta el punto de que trat¨® de convencer a la oposici¨®n de que ten¨ªa que entender que el Ejecutivo de Maduro no cree en la ¡°alternabilidad¡±, como coinciden en se?alar al menos cuatro fuentes. ¡°Termin¨® por convertirse en un mensajero, no en un mediador¡±, aseguran varios asistentes
¡°Quieren un mon¨®logo que no avance¡±
¡°?l ten¨ªa una idea preconcebida de lo que pod¨ªa firmar el Gobierno, que en definitiva es a quien m¨¢s urg¨ªa el acuerdo¡±, asegura una fuente diplom¨¢tica presente en Santo Domingo sobre Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
El chavismo buscaba a toda costa un texto que sirviese para frenar las sanciones, especialmente las de la UE, pero nunca mostr¨® intenci¨®n de facilitar unas elecciones con garant¨ªas, m¨¢s all¨¢ de acordar una fecha.
¡°El Gobierno quiere un mon¨®logo eterno que no avance¡±, zanja un alto dirigente de la oposici¨®n, que ha seguido de cerca todos los intentos de di¨¢logo desde la victoria opositora en las elecciones de 2015, que arrebat¨® al chavis
¡°Lo que Venezuela necesitaba era una negociaci¨®n para la transici¨®n o la restauraci¨®n democr¨¢tica, como se le quiera llamar. Esto no es el caso de Colombia o los conflictos de Centroam¨¦rica, donde hab¨ªa una guerra¡±, asegura uno de los asistentes a las conversaciones.
Del lado opositor se critican los comentarios de Zapatero de lo que pod¨ªa pasar si no lograba un acuerdo y que se evidenciaron en las declaraciones que hizo horas antes dela ruptura definitiva: ¡°La alternativa a un acuerdo es extraordinariamente negativa para Venezuela y Am¨¦rica Latina. No hace falta poner encima las hip¨®tesis, pero las anticipamos¡±. ¡°Es como si el mediador de un secuestro de un banco le dice a los secuestrados que lo mejor es que se rindan, porque es la ¨²nica forma de sobrevivir¡±, aseguran desde la oposici¨®n.
Otro de los asuntos que llam¨® la atenci¨®n entre los pa¨ªses y algunos asesores que colaboraron con la oposici¨®n es que en ning¨²n momento el Gobierno plante¨® un contrapeso a la exigencia de tener unas elecciones con plenas garant¨ªas. ¡°Por qu¨¦ iban a facilitar unas elecciones libres a cambio de nada si estamos viendo a numerosos exdirigentes latinoamericanos enjuiciados despu¨¦s de dejar el poder¡±, se?ala uno de los asistentes. ¡°Y aqu¨ª, m¨¢s que de derechos humanos, se trata de personar el asalto al Estado m¨¢s grande que se recuerda en Am¨¦rica Latina¡±.
A la p¨¦rdida de protagonismo y liderazgo de Zapatero se uni¨® la salida de las negociaciones de uno de los art¨ªfices de su mediaci¨®n y el gran valedor del expresidente dentro de la oposici¨®n, Timoteo Zambrano, a quien conoc¨ªa de hace a?os gracias a la Internacional Socialista. El diputado de Un Nuevo Tiempo renunci¨® despu¨¦s de que la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD) rechazase que fuese el nuevo presidente de la Asamblea Nacional y obligase a su partido a decantarse por otro diputado, Omar Barboza. Los principales l¨ªderes de la oposici¨®n siempre recelaron de la cercan¨ªa de Zambrano con el Gobierno y con Zapatero, por lo que no quer¨ªan que fuese la cara visible del Parlamento elegido en 2015. En su carta de desped¨ªa, Zambrano deseaba suerte a Zapatero, de quien en m¨¢s de una ocasi¨®n hab¨ªa asegurado que ¡°siempre est¨¢ sudando la camiseta¡± por lograr una salida negociada
La desconfianza ha marcado la relaci¨®n a lo largo de estos dos a?os entre Zapatero y la oposici¨®n, una amalgama extremadamente fr¨¢gil que el chavismo ha logrado fragmentar a¨²n m¨¢s despu¨¦s de las protestas de 2017, que dejaron m¨¢s de 100 muertos y la instalaci¨®n de la Asamblea Constituyente. Esa divisi¨®n ha sido acuciante durante las negociaciones de Rep¨²blica Dominicana. Mientras el bloque con m¨¢s representaci¨®n buscaba un acuerdo, otro, minoritario, encabezado por el exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma y la exdiputada Maria Corina Machado, criticaba los intentos. Pese a no tener tanto calado en Venezuela, s¨ª cuentan con un altavoz internacional, caso del senador republicano Marco Rubio o el secretario general de la OEA, Luis Almagro, que llenaban de ruido la ya estruendosa negociaci¨®n.
En algunas ocasiones, los intentos de divisi¨®n tuvieron la venia de Zapatero. Al menos tres altos dirigentes de la oposici¨®n y dos fuentes diplom¨¢ticas dan por hecho que el expresidente espa?ol jug¨® un papel determinante en la concesi¨®n del arresto domiciliario a Leopoldo L¨®pez. Si una forma hab¨ªa de hacer estallar por los aires a la oposici¨®n era lograr la divisi¨®n entre L¨®pez y Henrique Capriles, el dos veces candidato, las figuras con m¨¢s peso. La relaci¨®n entre Zapatero y Capriles, exgobernador del Estado de Miranda, hoy inhabilitado, ha sido la m¨¢s tensa, sobre todo desde que el expresidente se opusiera a la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum revocatorio, en 2016.
La falta de predisposici¨®n del Gobierno por negociar qued¨® demostrada el 24 de enero, cuando la Asamblea Constituyente decidi¨® convocar elecciones antes de mayo. La decisi¨®n unilateral del chavismo forz¨® la salida de M¨¦xico de la mesa de negociaci¨®n, si bien la diplomacia ha estado activa hasta el momento. Para ese momento, las partes trataban de salvar el proceso. No se trataba de la fecha de la elecci¨®n, sino de las garant¨ªas de la misma. El sistema, denuncia la oposici¨®n, est¨¢ creado para que el chavismo nunca pierda.
De hecho, gan¨® tambi¨¦n en esta ocasi¨®n. El documento del pasado d¨ªa 6, firmado por el oficialismo, pretend¨ªa que los dirigentes opositores aceptaran la fecha de las elecciones, asumieran las ilegalizaciones e inhabilitaciones de sus partidos pol¨ªticos y confiara en una observaci¨®n internacional sin garant¨ªas tangibles. La contraoferta, que renunciaba a los nombres de las candidaturas excluidas, ni siquiera fue tenida en cuenta. La mesa de Rep¨²blica Dominicana deriv¨® as¨ª en un mero choque, m¨¢s que una mediaci¨®n. Una pelea cuyo fracaso estaba escrito.
Las negociaciones saltaron por los aires y Zapatero dirigi¨® una carta a Julio Borges, como figura visible de la oposici¨®n. ¡°Le pido, pensando en la paz y la democracia, que su organizaci¨®n suscriba formalmente el acuerdo que le remito, una vez que el Gobierno se ha comprometido a respetar escrupulosamente lo acordado. Esta petici¨®n la formula desde mi convicci¨®n profunda en la necesidad de este acuerdo y desde mi compromiso por el cumplimiento del mismo¡±, escribi¨®. La misiva busca presionar a los representantes de la MUD tratando de descargar responsabilidades por el fracaso del di¨¢logo. Una palabra que, como lamentaba un l¨ªder de la oposici¨®n, ¡°se ha convertido en Venezuela en un sin¨®nimo de claudicar, de humillarse¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.