Carta abierta a Zapatero sobre Venezuela
El r¨¦gimen ha organizado unas elecciones fraudulentas para pasar de la dictadura actual a una de partido ¨²nico, estilo cubano
Se?or Rodr¨ªguez Zapatero:
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He le¨ªdo con indignaci¨®n la carta que ha hecho llegar a la oposici¨®n venezolana despu¨¦s de que sus representantes rechazaran el chantaje del r¨¦gimen venezolano, un chantaje al que usted llama ¡°acuerdo¡±. En su carta usted carga con el peso de la responsabilidad por el fracaso del proceso de di¨¢logo a los dirigentes opositores, mientras exonera al chavismo. Concede usted credibilidad a un r¨¦gimen que la ha dilapidado mientras se muestra exigente con una oposici¨®n perseguida, encarcelada, exiliada, asesinada. Asesinada, se?or Zapatero.
No tengo que hacerle el repaso de la situaci¨®n en Venezuela, se?or Zapatero, usted la conoce muy bien. Hace tiempo que dej¨® de ser una democracia, solo hay represi¨®n, encarcelamiento, inhabilitaciones y vulneraci¨®n de las leyes y de la Constituci¨®n, todo ello rodeado de incompetencia y corrupci¨®n. Resultado: una crisis social y econ¨®mica que hiela la sangre de quienes amamos a Venezuela.
En lugar de dar un paso atr¨¢s, el r¨¦gimen organiza unas elecciones fraudulentas para pasar de la dictadura actual a una de partido ¨²nico, estilo cubano. Y usted, se?or expresidente, le da cobertura, le da una plataforma aparentemente digna, se presta a lavarle la cara. Usted no es un mediador: trabaja para una de las partes, para un Gobierno que, le recuerdo, acaba de retirar a su embajador de Espa?a creando una crisis diplom¨¢tica con nuestro pa¨ªs, con el suyo, se?or Zapatero, del que usted fue presidente. ?C¨®mo llamar a esto, al hecho de ignorar el conflicto de un r¨¦gimen dictatorial con su propio pa¨ªs?
Que usted se permita hablar de sanciones ¡°contra Venezuela¡± es la prueba definitiva de que est¨¢ al servicio del r¨¦gimen
Sus a?os de presidencia dejaron como legado inolvidable un uso del lenguaje que a usted y a unos pocos les parec¨ªa creativo, imaginativo, y a otros ¡ªentre los que me cuento¡ª nos parec¨ªa falaz. Nunca cay¨® mas bajo la palabra ¡°di¨¢logo¡± que en los a?os en los que usted gobern¨® Espa?a, y todav¨ªa no se ha recuperado. Creo en el di¨¢logo y lo practico cada d¨ªa. Y por eso s¨¦ que no hay di¨¢logo cuando una parte tiene toda la fuerza y la otra solo la autoridad moral (que es mucho, pero no basta). ?Sabe por qu¨¦ ha fracasado, se?or expresidente? Porque usted mismo se ha cre¨ªdo que lo que estaba teniendo lugar en la Rep¨²blica Dominicana era un di¨¢logo. La oposici¨®n lo ha intentado lealmente, pero como es natural no se ha dejado pisotear, no ha cedido al chantaje ni aceptado un acuerdo rid¨ªculo y sin garant¨ªas de aplicaci¨®n. Asuma usted su propio fracaso, no culpe a los dem¨®cratas venezolanos.
Una cuesti¨®n concreta de su carta me interpela especialmente: la menci¨®n a ¡°las sanciones contra Venezuela¡±. No s¨¦ de qu¨¦ sanciones habla. Desde luego, espero que no de las que dictamin¨® recientemente el Consejo Europeo tras la aprobaci¨®n del Parlamento, en el cual represento a los ciudadanos. Porque usted deber¨ªa saber que no ha habido ninguna sanci¨®n contra Venezuela, sino contra siete jerarcas, siete elementos del r¨¦gimen de corrupci¨®n, violencia y represi¨®n totalmente probadas. Que usted se permita hablar de sanciones ¡°contra Venezuela¡± es la prueba definitiva de que est¨¢ al servicio del r¨¦gimen. Deje de avergonzar a Espa?a y a la Uni¨®n Europea.
Beatriz Becerra es vicepresidenta de la subcomisi¨®n de Derechos Humanos en el Parlamento Europeo y eurodiputada del Grupo de la Alianza de Liberales y Dem¨®cratas por Europa (ALDE).
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