Hallados los restos de Ma?lys, la ni?a francesa desaparecida en una boda en agosto

Los peores temores se han confirmado. Ma?lys de Araujo, la ni?a de 9 a?os cuya misteriosa desaparici¨®n el pasado agosto durante la celebraci¨®n de una boda en Is¨¨re, en el este de Francia, conmocion¨® a todo el pa¨ªs, est¨¢ muerta. La polic¨ªa hall¨® sus restos este mi¨¦rcoles en el lugar en el que el sospechoso durante todo este tiempo de su desaparici¨®n, Nordahl Lelandais, reconoci¨® finalmente haber escondido su cad¨¢ver tras haberla matado de manera ¡°involuntaria¡±, seg¨²n el fiscal de Grenoble, Jean-Yves Coquillat.

Una confesi¨®n que ha tardado casi medio a?o en hacer, para angustia de la familia de la ni?a y de todo un pa¨ªs que no ahorr¨® en esfuerzos por encontrar a la peque?a y que durante todo este tiempo se pregunt¨® si pod¨ªa estar a¨²n viva, aunque esa posibilidad, con el paso de los meses, se fue haciendo cada vez m¨¢s lejana. Tras negar insistentemente cualquier responsabilidad en la desaparici¨®n de Ma?lys, la resistencia de Lelandais acab¨® por quebrarse cuando la polic¨ªa le mostr¨® una ¨²ltima prueba recientemente recuperada: una muestra de sangre recogida del maletero de su coche que se correspond¨ªa con la de la peque?a. En ese momento, explic¨® el fiscal, Lelandais acept¨® romper su silencio y llevar a los agentes al lugar donde enterr¨® el cad¨¢ver de la ni?a, en un lugar pr¨®ximo a su domicilio.

Este mismo mi¨¦rcoles, Lelandais, un exmilitar de 34 a?os que tambi¨¦n hab¨ªa sido invitado a la boda, reconoci¨® que ¡°mat¨® a Ma?lys de manera involuntaria y que se deshizo del cuerpo. Adem¨¢s, pidi¨® disculpas a los padres de Ma?lys¡±, declar¨® el fiscal en rueda de prensa.

Por el momento no est¨¢ claro c¨®mo y por qu¨¦ mat¨® Lelandais a la peque?a. Tanto no ha querido confesar a¨²n, seg¨²n Coquillat.

Para las autoridades locales, nunca hubo duda alguna en torno a la responsabilidad de Lelandais, detenido poco despu¨¦s de la desaparici¨®n de Ma?lys en la madrugada del 27 de agosto, cuando participaba junto a sus padres y otros familiares en una boda en Pont-de-Beauvoisin, una localidad de 3.500 habitantes cercana a la frontera con Suiza e Italia. Su rastro se perdi¨® poco antes de las 3 de la madrugada. Las sospechas iniciales de que pudiera tratarse de un secuestro se tornaron en una certeza de que algo mucho peor hab¨ªa sucedido cuando, pese al intenso despliegue policial desatado y la fuerte mediatizaci¨®n del caso, pasaba el tiempo y Ma?lys segu¨ªa sin aparecer.

Las autoridades sospecharon r¨¢pidamente de uno de los invitados, Lelandais, que hab¨ªa mostrado un comportamiento ¡°sospechoso¡± tanto durante la boda ¡ªse ausent¨® en varias ocasiones, en momentos concordantes con la desaparici¨®n de Ma?lys¡ª como despu¨¦s. Al d¨ªa siguiente, fue a lavar su coche de manera minuciosa. Nadie crey¨® su versi¨®n de que lo hab¨ªa hecho porque quer¨ªa vender el veh¨ªculo. Las pruebas se fueron acumulando: se hall¨® una muestra de ADN de la peque?a en el salpicadero de su coche e im¨¢genes de c¨¢maras de vigilancia de esa noche mostraban una ¡°silueta fr¨¢gil en un vestido de color blanco¡± como el que portaba Ma?lys a bordo del coche de Lelandais. Suficiente como para que se le inculpara por ¡°homicidio precedido de secuestro¡± y se le pusiera en detenci¨®n preventiva. Pero Lelandais segu¨ªa proclamando su inocencia contra viento y marea ¡ªsolo reconoci¨® que habl¨® con Ma?lys durante la boda y que le ense?¨® unas fotos de sus perros¡ª y la ni?a no aparec¨ªa.

El hallazgo de sus restos acaba con una larga y angustiosa b¨²squeda, pero no termina con las sospechas en torno al exmilitar. Lelandais est¨¢ imputado adem¨¢s desde diciembre por el asesinato de otro militar, Arthur Noyer, de 24 a?os. El joven cabo desapareci¨® en abril del a?o pasado cuando hac¨ªa autostop en Chamb¨¦ry, a solo 30 kil¨®metros de donde cuatro meses despu¨¦s se esfum¨® Ma?lys. En diciembre se confirm¨® que los restos de un cr¨¢neo humano hallado en septiembre cerca de la zona donde desapareci¨® eran de Noyer. Lelandais era un cliente habitual del bar donde fue visto por ¨²ltima vez el militar. Adem¨¢s, los tel¨¦fonos del joven y del acusado sit¨²an a ambos en la misma ¨¢rea en el momento de su desaparici¨®n. La noticia de su inculpaci¨®n levant¨® las sospechas de que Lelandais pudiera ser un asesino en serie. Desde entonces, las familias de 11 personas desaparecidas en la regi¨®n han pedido a las autoridades que investiguen si el ahora asesino confeso de Ma?lys es tambi¨¦n responsable de la desaparici¨®n de sus seres queridos.