La 'Ndrangheta desangra Calabria
La pobreza, el abandono institucional y el crimen organizado han convertido la regi¨®n en una de las zonas m¨¢s deprimidas de Europa
La noche del 12 de abril de 2013, un coche par¨® frente a la empresa de Nino De Masi. Un tipo abri¨® la puerta del acompa?ante, sac¨® un AK 47 yugoslavo y descerraj¨® una r¨¢faga de 44 disparos contra la verja. Luego, cuidadosamente, dej¨® tres balas en la entrada. El pecado del empresario fue negarse a pagar el pizzo al capo de la 'Ndrangheta que se hab¨ªa presentado en su despacho d¨ªas antes. Decidi¨® no arrodillarse, pero el precio final fue mucho m¨¢s alto. Hoy su familia vive en el norte y ¨¦l pasa las 24 horas del d¨ªa con una escolta de 4 carabinieri y un ret¨¦n militar con tanqueta en la puerta de su empresa, situada en el centro neur¨¢lgico de la distribuci¨®n de coca¨ªna en Italia: el puerto de Gioia Tauro. ¡°Esto es una c¨¢rcel, no la Europa del a?o 2018¡±.
En la puerta de su despacho, dos escoltas matan las horas recordando viejas an¨¦cdotas de jueces y capos. Acompa?aron a fiscales y pol¨ªticos, tambi¨¦n en los tiempos m¨¢s duros de la Cosa Nostra. A pocos empresarios. Ninguno se rebela aqu¨ª, masculla uno mientras vigila la calle por la ventana. Pero Masi ya hab¨ªa pasado por eso. Fue en 1987, cuando le disput¨® un negocio de contenedores en el puerto a la 'Ndrangheta. Recibi¨® amenazas y se convirti¨® en el primero en Calabria que denunciaba a la organizaci¨®n. Aquella vez hizo c¨¢lculos, decidi¨® marcharse y perdi¨® toda posibilidad de prosperar con su empresa. Ese sapo cost¨® trag¨¢rselo, y ahora no piensa rendirse. ¡°S¨¦ que acabar¨¢n mat¨¢ndome. La 'Ndrangheta no puede consentir que alguien se rebele y deje de pagar. Se terminar¨ªa el negocio. Me da igual. ?C¨®mo se puede conjugar esta situaci¨®n con el futuro, la modernidad, la evoluci¨®n o la democracia?¡±.
Italia es el pa¨ªs de la Uni¨®n Europea con la brecha m¨¢s salvaje entre norte y sur. La herida meridional, abierta desde finales del siglo XIX, ha desangrado al pa¨ªs creando dos realidades sociales y econ¨®micas equiparables a Albania y Alemania. El norte cort¨® el cord¨®n umbilical y Roma transigi¨® con tal de salir en la foto. Se negaron las grandes infraestructuras, los trenes de alta velocidad se dise?aron con parada final en N¨¢poles. M¨¢s all¨¢ de esa frontera, la realidad es difusa. Uno de cada tres habitantes vive en el umbral de la pobreza y la renta per c¨¢pita (16.500 euros), la m¨¢s baja de Italia, es casi tres veces menor a la de Bolzano (41.100), la provincia m¨¢s rica. Si uno nace aqu¨ª, tiene una expectativa de vida 4 a?os menor que en el norte.
El puerto de Gioia Tauro, cuyo ayuntamiento lleva dos a?os disuelto por infiltraciones mafiosas (como otros 457 municipios en Italia desde 1991), es la mejor expresi¨®n de este bloqueo al que ni un solo pol¨ªtico ha hecho referencia en esta campa?a. Inaugurado en 1995, iba a ser el motor de una nueva Calabria. Se dise?¨® en un punto estrat¨¦gico acompa?ado de la reconversi¨®n industrial de 700 hect¨¢reas de suelo agr¨ªcola. Arrasaron los campos de naranjos, se urbaniz¨® el terreno y decenas de empresarios recibieron alrededor de 1.200 millones de euros de ayudas con fondos europeos. El dinero y los vampiros se esfumaron. Hoy el puerto, que acaba de despedir a 400 trabajadores, es un hub para el 40% de la distribuci¨®n de la coca¨ªna de la 'Ndrangheta.
En el lugar donde los saqueadores prometieron un complejo industrial quedan un par de naves vac¨ªas y uno de los asentamientos ilegales de temporeros africanos m¨¢s grandes de Europa. 3.000 personas hacinadas en tiendas de campa?a y barracas de hojalata durante la temporada de recogida de la naranja. Dentro hay ratas, prostituci¨®n, tr¨¢fico de drogas y unas condiciones de higiene y seguridad que la semana pasada se cobraron la vida de una mujer en un incendio intencionado. La media de edad de la tendopoli es de 30 a?os. La triste iron¨ªa se?ala que son los ¨²nicos j¨®venes que permanecen en una Calabria donde incluso los enfermos emigran al norte en busca de una sanidad mejor.
Michele Albanese, uno de los 17 reporteros italianos que llevan escolta por amenazas mafiosas, relata frente al asentamiento los males de esta tierra. La polic¨ªa encontr¨® en el registro en una de las casas de los clanes de la zona un plan para matarlo, cuenta mientras enciende un cigarrillo. ¡°Este lugar explica lo que podr¨ªa haber sido Calabria y nunca ser¨¢. Una regi¨®n con dos mares, monta?a... es un punto estrat¨¦gico rico en much¨ªsimos sentidos. Pero la 'Ndrangheta impide el desarrollo y genera pobreza imponiendo su monopolio. Es la organizaci¨®n empresarial m¨¢s grande de Calabria y una de las m¨¢s importantes de Italia. Aqu¨ª no deja nada¡±.
La organizaci¨®n criminal tiene el monopolio del tr¨¢fico de coca¨ªna en Italia y en gran parte del mundo. Son los delincuentes m¨¢s fiables en Latinoam¨¦rica
La organizaci¨®n factura unos 60.000 millones de euros al a?o, seg¨²n informes judiciales, y lo invierte todo en el norte y en otros pa¨ªses. La matanza de Duisburgo (Alemania) en 2007 -una sangrienta reyerta entre clanes de la organizaci¨®n, la primera fuera de Italia, que termin¨® con seis muertos- fue el primer aviso de su internacionalizaci¨®n. Durante a?os, mientras los jueces y la polic¨ªa combat¨ªan a la Cosa Nostra y la Camorra, la 'Ndrangheta, convertida hoy en la mafia m¨¢s poderosa de Italia, se infiltr¨® silenciosamente en las instituciones del sur. Pero hasta 2015 no existi¨® judicialmente.
Hoy en el ¨¢rea de Gioia Tauro, casi todos los ayuntamientos han sido disueltos por mafia, recuerda el magistrado Ottavio Sferlazza en su despacho, el ¨²nico cuya luz sigue encendida a ¨²ltima hora de la tarde en la fiscal¨ªa de Palmi, a pocos kil¨®metros de Reggio Calabria. Este fiscal siciliano, gran conocedor de los mecanismos biol¨®gicos de las mafias, considera que la lucha debe llevarse tambi¨¦n al terreno cultural. A la propia familia, pero sigue siendo enormemente complicado. ¡°La implantaci¨®n en el tejido social es m¨¢s fuerte que el de la Cosa Nostra. En Sicilia hubo un cambio de paradigma en 1991 con los atentados contra los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino [una foto de ambos preside el despacho]. La gente rechaz¨® p¨²blicamente a los matones. Aqu¨ª no ha sucedido todav¨ªa. No hay ninguna colaboraci¨®n de la sociedad civil¡±.
La omert¨¤ en los pueblos solo es comparable al nivel de pobreza. Rosarno, en la cima de una peque?a colina desde donde se ven las gr¨²as del puerto, despide cada a?o a decenas de j¨®venes que no volver¨¢n. Las casas est¨¢n a medio hacer y la basura se acumula en las aceras. Pero a cada rato cruza un Porsche Cayenne o un BMW y la gente vuelve la mirada al otro lado: es un feudo de la 'Ndrangheta. Giuseppe Id¨¤, su alcalde, hace lo que puede. Nadie se ha presentado nunca en su despacho para pedirle nada, se?ala. Pero su predecesora, Elisabetta Tripodi, todav¨ªa va con escolta y cree que Calabria es una olla a presi¨®n que el gobierno ha dejado calentar. ¡°Esto era un territorio f¨¦rtil. Produc¨ªa mucha riqueza con la producci¨®n de naranjas. Ten¨ªa una de las mayores rentas de Calabria. Pero todo eso ya no existe. Los gobiernos de los ¨²ltimos 20 a?os han preferido no hacer nada y las desigualdades han aumentado¡±. Vistos los programas pol¨ªticos, nada hace pensar que el pr¨®ximo 4 marzo vaya a cambiar algo.