El sindicato de Polic¨ªa holand¨¦s cree que el pa¨ªs presenta los rasgos de un ¡®narcoestado¡¯
Un informe del Sindicato Nacional de Polic¨ªa destapa la falta de detectives para combatir el crimen organizado
¡°Holanda presenta muchos de los rasgos de un 'narcoestado". Los peque?os delincuentes de la droga se transforman en ricos empresarios de la hosteler¨ªa, el mercado inmobiliario y recreativo. El tr¨¢fico de estupefacientes prolifera, y con los efectivos actuales solo puede detenerse a uno de cada nueve grupos de criminales del sector¡±. As¨ª describe el Sindicato Nacional de Polic¨ªa sus carencias, en un informe que ha elevado este martes al Congreso para su discusi¨®n. En 2016, otro estudio reflej¨® ya los problemas del servicio de investigaci¨®n policial holandesa, cuyos miembros se sienten ahora ¡°abandonados¡± y piden la contrataci¨®n de 2.000 nuevos colegas.
Pieter-Jaap Aalbersberg, uno de los jefes de polic¨ªa en ?msterdam, prefiere no confirmar el t¨¦rmino "narcoestado" usado por el sindicato. Pero s¨ª ha admitido que ¡°en el mercado de la droga hay una cadena clara, y la polic¨ªa no tiene capacidad para abordar el crimen internacional organizado¡±, en unas declaraciones a la televisi¨®n p¨²blica. El estudio coincide con la alarma social desatada tras la muerte de un adolescente de origen marroqu¨ª en ?msterdam, el pasado enero. Mohamed Bouchikhi fue tiroteado ¡°por error¡± en un taller para menores. Los pistoleros buscaban a otro joven y consiguieron huir en plena noche. A¨²n se les busca. La polic¨ªa presume que se trataba de un ajuste de cuentas entre mafias de la droga, pero Mohamed, que no ten¨ªa nada que ver, recibi¨® un balazo mortal.
Desde entonces ha habido otras refriegas callejeras, que son un ejemplo de los peligros reflejados en el informe. El propio Aalbersberg ha reconocido que ¡°hay j¨®venes dispuestos a matar por 3.000 euros; lo mismo que en los a?os noventa hac¨ªa un asesino profesional por 50.000 euros¡±. Seg¨²n el trabajo del sindicato, ¡°este tipo de delito prolifera y acaba vaciando la democracia¡±. ¡°No disponemos de los recursos ni la capacidad para detener a los peces gordos (¡) y aunque tenemos la responsabilidad moral de perseguirlos, los detectives se sienten abandonados a su suerte. Al final, el pagano es el ciudadano¡±, seg¨²n Jan Struijs, su presidente. En particular, se?ala a los ancianos y sectores vulnerables de la poblaci¨®n, cuyos agresores no siempre son castigados.
Durante la elaboraci¨®n del informe fueron entrevistados, en 2017, cerca de medio millar de agentes conocedores de ¡°la econom¨ªa paralela [de la droga] que se desarrolla aprovechando, de manera fraudulenta, las buenas infraestructuras de nuestro pa¨ªs¡±. Y el texto a?ade lo siguiente: ¡°Solo puede cerrarse uno de cada cinco casos no relacionados con la droga, porque estamos ocupados con los ajustes de cuentas, robos y delitos violentos¡±. La falta de efectivos alcanza los equipos destinados a combatir el acoso y la violencia sexual, ¡°puesto que la trata de personas, la pornograf¨ªa infantil y los denominados cr¨ªmenes de honor han sido a?adidos a su trabajo; puede hablarse aqu¨ª de una sobrecarga emocional¡±, sigue la memoria. Su entrega al Ministerio de Justicia coincide con la apertura de negociaciones para el nuevo convenio colectivo policial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.