La UE presiona a los pa¨ªses del Norte para que paguen m¨¢s tras el Brexit
Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca rechazan ampliar su contribuci¨®n al presupuesto
La crisis cicatriza. La tensi¨®n en Europa se reduce. Las cumbres al borde del abismo son agua pasada, un mal sue?o. Y vuelven las dos viejas luchas que caracterizan la historia de la UE: por el dinero y por el poder. La salida del Reino Unido provocar¨¢ un agujero de hasta 12.000 millones anuales en las cuentas europeas y hay nuevas necesidades en las agendas de seguridad e inmigraci¨®n: como consecuencia, o los ricos se rascan el bolsillo o Europa se ver¨¢ obligada a jibarizar su acci¨®n pol¨ªtica. Alemania y Francia est¨¢n dispuestas a pagar m¨¢s al presupuesto europeo. El Este y el Sur no quiere perder fondos. Crece la presi¨®n para que los ricos ¡ªHolanda, Austria, Suecia y Dinamarca, que rechazan de plano pagar un euro m¨¢s¡ª hagan aportaciones adicionales.
Europa vuelve a ser aburrida. Afortunadamente: la ¨²ltima d¨¦cada ha consistido en encadenar crisis sin parar. El batacazo financiero se convirti¨® en crisis, econ¨®mica, fiscal, social, y despu¨¦s llegaron las crisis migratoria, de seguridad y en definitiva existencial, con la eurozona a punto de estallar y el Brexit como primer divorcio en la UE en m¨¢s de seis d¨¦cadas. Esa etapa se acaba. Europa crece, el euro est¨¢ fuerte, la eurozona se repone de la Gran Recesi¨®n y los populistas no han llegado a los Gobiernos de los grandes pa¨ªses. Como resultado, vuelven los viejos debates: por el dinero (presupuestos de la era posbrexit: la en¨¦sima batalla entre Norte y Sur, entre Occidente y el Este) y por el poder, con el eje francoalem¨¢n de vuelta y las instituciones en pleno redise?o de la UE.
La pista del dinero es lo m¨¢s interesante, como en las novelas negras. Los Veintisiete, ya sin Reino Unido, iniciaron este viernes la negociaci¨®n sobre los presupuestos de la era posbrexit, para el periodo 2021-2027. Los jefes de Estado y de Gobierno aprovecharon para fijar posiciones, pero el debate estuvo alejado de las largas ¡ªy tensas¡ª batallas nocturnas que se suceden cuando los l¨ªderes se ven obligados a pactar las cuentas finales en el ¨²ltimo minuto.
Holanda encabeza el grupo de Estados que se niegan a aportar m¨¢s a los presupuestos comunitarios para tapar el agujero brit¨¢nico. Los escandinavos y Austria tienen posiciones similares. La novedad es Alemania, que est¨¢ dispuesta a aportar m¨¢s, al igual que el resto de pa¨ªses grandes (Francia e Italia, que son contribuyentes netos, e incluso Espa?a, que est¨¢ justo en el l¨ªmite). M¨¢s que convencerse entre ellos, los l¨ªderes trataron de influir en el planteamiento de la Comisi¨®n, que el pr¨®ximo 2 de mayo presentar¨¢ sus l¨ªneas maestras para dise?ar el presupuesto. Y presionaron a los m¨¢s d¨ªscolos, que se niegan a rascarse el bolsillo.
¡°Ya estamos pagando bastante. Se va Reino Unido y el presupuesto no tiene que aumentar: tiene que modernizarse. Lo que aportaba Reino Unido hay que sacarlo del presupuesto¡±, resumi¨® Mark Rutte, el primer ministro holand¨¦s. El liberal Rutte se ha convertido en una especie de doctor No ahora que Berl¨ªn vira ¡ªlentamente¡ª en favor de reformar la eurozona y de aportar m¨¢s al presupuesto. Pero los holandeses ¡ªcomo los austriacos y los n¨®rdicos¡ª conf¨ªan en que Berl¨ªn vuelva a sus tradiciones cuando la negociaci¨®n avance.
Eso no ser¨¢ f¨¢cil. El acuerdo de coalici¨®n en Alemania respalda elevar la aportaci¨®n germ¨¢nica a las cuentas de la Uni¨®n. La canciller Angela Merkel, adem¨¢s, ha prometido al presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, posiciones m¨¢s federalistas en la reforma de la eurozona, algo que rechazan Holanda, Austria y Finlandia. Los anteriores presupuestos fueron distintos: el club de los ricos contra los pobres, con Reino Unido decantando la balanza en favor de reducir las cuentas. Esta vez es diferente: ni estos son unos presupuestos de crisis ni Londres est¨¢ en la ecuaci¨®n ni los pa¨ªses ricos son esta vez un bloque.
Con Reino Unido de salida se esfuman de 10.000 a 12.000 millones anuales. Lo m¨¢s probable es que eso reduzca las dos pol¨ªticas europeas tradicionales, agr¨ªcola y cohesi¨®n. M¨¢s a¨²n porque las nuevas prioridades piden paso: los cap¨ªtulos de defensa, seguridad y migraci¨®n requieren redise?ar el presupuesto, que asciende a apenas el 1% del PIB. ¡°Aunque no me guste, habr¨¢ que recortar en pol¨ªtica agraria y cohesi¨®n. Si no lo hacemos, habr¨¢ que reducir en otros cap¨ªtulos¡±, alert¨® el jefe de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker.
Pagos con condiciones
Hay una segunda batalla. Los acreedores quieren imponer condiciones a la entrega de fondos europeos. ¡°El presupuesto de la UE no debe servir para financiar a Estados que incumplen nuestros valores o hacen dumping fiscal. Nos toman un poco por imb¨¦ciles¡±, se quej¨® Macron, en referencia a los pa¨ªses que compiten a la baja en tributaci¨®n. Alemania, Holanda y compa?¨ªa quieren vincular los fondos al cumplimiento de las reglas del Estado de derecho: Bruselas quiere evitar episodios como los relacionados con la gesti¨®n de la crisis migratoria, en la que varios pa¨ªses del Este se negaron a aceptar asilados.
La cumbre pas¨® de puntillas sobre el Brexit, pero el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quiso dejar una frase lapidaria. Preguntado sobre el encaje ¨²nico que pide Londres a Bruselas para la relaci¨®n futura, Tusk sentenci¨®: ¡°La posici¨®n de Reino Unido hoy se basa en una pura ilusi¨®n. No habr¨¢ acuerdos a la carta, es un principio clave¡±.
Espa?a ¡°debe estar abierta a poner m¨¢s recursos¡± para compensar la retirada de Reino Unido de la UE, asegur¨® este viernes en Bruselas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La retirada brit¨¢nica privar¨¢ a las arcas comunitarias de entre 12.000 y 15.000 millones de euros anuales y las nuevas pol¨ªticas (como inmigraci¨®n, defensa y seguridad) supondr¨¢n unos 100.000 millones de gasto adicional en los siete a?os del nuevo marco financiero (2021-27). Se impondr¨¢, por tanto, que los 27 socios se rasquen el bolsillo y el criterio ¡°m¨¢s razonable, sensato y justo¡±, seg¨²n Rajoy, es hacerlo en funci¨®n de la Renta Nacional Bruta (RNB). Ello supondr¨¢, con toda probabilidad, que Espa?a, cuarta econom¨ªa de la UE tras el Brexit, se convierta en contribuyente neto, aunque no quiso adelantar acontecimientos.
Lo que s¨ª dej¨® claro es que defender¨¢ la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) y los fondos de cohesi¨®n, que suponen el 70% del presupuesto comunitario y de los que espera conseguir una ¡°dotaci¨®n adecuada¡± para Espa?a. Se trata, reconoci¨®, de una ¡°negociaci¨®n compleja¡±, con posiciones iniciales muy alejadas, a la que acude con actitud ¡°constructiva¡±.
Por otro lado, estim¨® ¡°razonable¡± que el pr¨®ximo presidente de la Comisi¨®n pertenezca al partido m¨¢s votado en las elecciones europeas de 2019, como ya sucedi¨® con Jean-Claude Juncker.
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