Italia sale a la calle dividida por el clima de tensi¨®n
Matteo Salvini se da su primer ba?o de masas en campa?a y busca arrebatar el liderazgo del centroderecha a Silvio Berlusconi con un discurso m¨¢s transversal
Italia se cit¨® el s¨¢bado en la calle y exhibi¨® el pulso ciudadano que recorre el pa¨ªs a una semana de las elecciones m¨¢s inciertas. Tres manifestaciones en Mil¨¢n, cinco en Roma, otra en Palermo. La mayor¨ªa encajonadas en el viejo esquema de fascismo y antifascismo y bajo la sombra de los ¨²ltimos episodios de violencia. En la capital particip¨® el primer ministro, Paolo Gentiloni y en Mil¨¢n, Matteo Salvini se dio un ba?o de masas e intent¨® pescar en el electorado de Forza Italia con todo tipo de trucos para disputarle el liderazgo de la coalici¨®n a Silvio Berlusconi.
Una Italia crispada y oscurecida en los ¨²ltimos d¨ªas por m¨²ltiples agresiones de ultraderecha y el tono de una campa?a electoral calculadamente inflamada sali¨® a manifestarse enfrentada. En Mil¨¢n, Matteo Salvini quer¨ªa demostrar su capacidad de convocatoria con una concentraci¨®n en la plaza del Duomo bajo el recurrente lema ¡ªla ultraderecha le acusa de plagio¡ª ¡°Los italianos primero¡±. Familias, ni?os y viejos militantes de la Liga que gritaban aquello de "Roma Ladrona" cuando el partido no aspiraba a pescar en el sur de Italia como ahora.
En Roma, en cambio, los partidos de centroizquierda, sindicatos y la Asociaci¨®n Nacional de Partisanos de Italia (ANPI), hab¨ªan convocado una marcha contra el fascismo a la que acudieron el primer ministro, Paolo Gentiloni, y el secretario general del PD, Matteo Renzi. Ambas fotos hablan de dos de los grandes bloques que se presentar¨¢n a las elecciones el 4 de marzo. Los que han gestionado el pa¨ªs los ¨²ltimos 30 a?os. Pero explican tambi¨¦n c¨®mo el Movimiento 5 Estrellas, que este s¨¢bado no particip¨® en ninguna manifestaci¨®n, ha construido un tercer discurso que no encaja en el eje izquierda-derecha que se despleg¨®.
La polarizada puesta en escena, d¨ªa gris y lluvioso de norte a sur del pa¨ªs, era perfecta para los partidos m¨¢s ideologizados. Al son del Bella Ciao, incluso cant¨¢ndola, el magistrado antimafia Pietro Grasso, candidato de Libres e Iguales ¡ªla formaci¨®n creada tras la escisi¨®n con el PD¡ª se coloc¨® en la cabecera de la marcha y recorri¨® el centro hasta la Piazza del Popolo. La situaci¨®n era m¨¢s inc¨®moda para Matteo Renzi, que ha escapado siempre de los viejos esquemas y no goza de gran simpat¨ªa entre los convocantes. El secretario del PD lleg¨® algo m¨¢s tarde, discretamente, y evit¨® posibles pitos. ¡°Lo importante era estar todos. El PD est¨¢ aqu¨ª con todos sus representantes y lo importante es combatir una cultura de la violencia¡±, se?al¨® tras abrazarse con Gentiloni.
Berlusconi se resiste a ense?ar sus cartas
Silvio Berlusconi, el viejo tah¨²r de la pol¨ªtica italiana, no se dej¨® ver ayer en las calles. La partida de estas elecciones se jugar¨¢ muy probablemente en los pactos poselectorales, un escenario que domina a la perfecci¨®n. Y, de momento, no quiere participar en actos p¨²blicos con sus socios de coalici¨®n. La primera hip¨®tesis que maneja el ex Cavaliere es gobernar con ellos. pero si no salen los n¨²meros, Forza Italia negociar¨¢ con el PD de Renzi y dejar¨¢ que fluya lo que en Italia se conoce como el inciucio, algo as¨ª como un pasteleo bajo cuerda. Pero sus socios de coalici¨®n, a quienes marea como quiere, se empiezan a poner nerviosos ¡ªeste s¨¢bado fue Giorgia Meloni, de Hermanos de Itlia¡ª y le piden que ense?e de una vez las cartas.
La ciudad estaba blindada desde el mi¨¦rcoles. Adem¨¢s de la manifestaci¨®n antifascista, hab¨ªa otras cuatro que amenazaban en convertir el centro de Roma en un polvor¨ªn. Pero la ¨²nica tensi¨®n se vivi¨® en Mil¨¢n, donde por la ma?ana hubo algunos disturbios entre un grupo de manifestantes antisistema y los integrantes de CasaPound, un partido declaradamente fascista que aspira con optimismo a alcanzar el 3% de los votos en las pr¨®ximas elecciones para entrar en el Parlamento.
Salvini se daba su primer ba?o de masas de la campa?a. El l¨ªder de la Liga es quien ha salido beneficiado de la tensi¨®n social desatada por el suceso de Macerata hace 20 d¨ªas, algo que explica el clima de confusi¨®n de Italia. Fue un excandidato de su partido, parad¨®jicamente, quien el 3 de febrero dispar¨® desde la ventanilla de su coche a cinco nigerianos para vengar el asesinato de una toxic¨®mana. Pero en medio del exaltado debate sobre la crisis migratoria ¡ªm¨¢s 600.000 desembarcos en la ¨²ltima legislatura¡ª Salvini volvi¨® a darle la vuelta al discurso y apenas le ha perjudicado. Subi¨® algunas d¨¦cimas en las ¨²ltimas encuestas y aspira a arrebatarle el liderazgo de la coalici¨®n de centroderecha a Silvio Berlusconi. Un duelo que este s¨¢bado pudo ya verse en las palabras de l¨ªder xen¨®fobo.
En la plaza del Duomo de Mil¨¢n, Salvini estuvo escoltado por algunos barones del partido, como el gobernador del V¨¦neto, Luca Zaia, y el candidato de la Liga en Lombard¨ªa, Attilio Fontana, autor de una inquietante llamada a defender la raza blanca solo hace tres semanas. ?l, que nunca ha sido elegido en unas urnas, quiso dar ya por asegurada su victoria en una de las sobreactuaciones que tanto gustan a sus votantes y en la que, incluso, cit¨® a Pasolini. Sobre un Evangelio, un Rosario y una Constituci¨®n, escenific¨® una jura de cargo. ¡°Me comprometo a ser fiel a mi pueblo, a 60 millones de italianos, a servirlo con honestidad y coraje, juro aplicar la Constituci¨®n italiana de verdad y juro hacerlo respetando las reglas de este sagrado Evangelio¡±. De momento, los ¨²ltimos sondeos le dieron solo el 13% de los votos, cuatro puntos menos que a Forza Italia, que todav¨ªa no ha se?alado candidato.
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