La carnicer¨ªa: Meade y Anaya
No hay nadie que contemple con mayor inter¨¦s esta batalla ¡°fratricida¡± que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador
Conocemos el nombre del finalista para el 1 de julio, d¨ªa de las elecciones presidenciales en M¨¦xico: Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, l¨ªder actual en las encuestas, ser¨¢ el hombre a vencer. Pero, ?por qui¨¦n? Esa es justamente la pregunta que todo el pa¨ªs se hace. ?Ricardo Anaya, el ambicioso y din¨¢mico candidato del PAN, o Jos¨¦ Antonio Meade, el buena persona y poco carism¨¢tico representante del PRI?
Ambos, desde luego, adem¨¢s de otros cuatro, estar¨¢n en la boleta electoral, pero se da por descontado que la contienda real habr¨¢ de darse entre dos finalistas, a juzgar por el comportamiento del electorado desde hace 20 a?os (es decir, desde que el voto comenz¨® a reflejar la realidad, al menos de bulto). A nadie le gusta sufragar por un perdedor, lo cual significa que los simpatizantes del candidato que ocupa la tercera posici¨®n prefieren sumarse al puntero o, si lo repudian, inclinarse a favor del que se encuentre en segundo lugar y est¨¦ en condiciones de vencer al primero.
Bajo ese supuesto se entend¨ªa que el panista y el priista competir¨ªan entre s¨ª de aqu¨ª al mes de mayo para conquistar el segundo puesto, y el perdedor t¨¢citamente se har¨ªa a un lado para facilitar que el voto ¨²til fluyera a su contrincante. Cualquier cosa con tal de evitar el ascenso al poder de L¨®pez Obrador, el inc¨®modo opositor de izquierda y severo cr¨ªtico de los Gobiernos del PRI y del PAN que han alternado el poder en los ¨²ltimos a?os.
Ese era el supuesto. En la pr¨¢ctica la segunda y tercera fuerza se han enzarzado en una guerra en la que no hay heridos ni se toman prisioneros. Ricardo Anaya, el panista, entendi¨® que su rival no era L¨®pez Obrador en esta primera etapa y se lanz¨® a cuestionar la corrupci¨®n priista un d¨ªa tras otro y la responsabilidad de su rival, exsecretario de Hacienda de la Administraci¨®n. En alg¨²n momento la presidencia juzg¨® que los cuestionamientos iban m¨¢s all¨¢ de la confrontaci¨®n pol¨ªtica y bordeaban la ofensa personal. La represalia fue brutal.
La Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica exhibi¨® un celo que no se le ha visto en todo el sexenio para construir un fulminante proceso de lavado de dinero en la compraventa de terrenos presuntamente ama?ada para beneficiar a Anaya con poco menos de tres millones de d¨®lares. Las acusaciones fincadas en contra de Manuel Barreiro, ¡°socio¡± del panista, contrastan penosamente con el ritmo paquid¨¦rmico con el que la justicia ha actuado en contra de funcionarios de Pemex y gobernadores de documentado comportamiento delictivo.
No est¨¢ claro si Anaya saldr¨¢ con vida pol¨ªticamente hablando de esta andanada. La acusaci¨®n ha sido un misil bajo la l¨ªnea de flotaci¨®n, justo cuando el joven estaba acortando distancias con el puntero y despeg¨¢ndose definitivamente del tercer lugar. Por su parte, los priistas han querido ver en este esc¨¢ndalo el punto de inflexi¨®n para hacer regresar a Meade de la ca¨ªda libre en la que se hab¨ªa metido.
La confrontaci¨®n entre Meade y Anaya me hace recordar las primarias dem¨®cratas de hace dos a?os (muchas salvedades guardadas). Hillary Clinton nunca pudo recuperarse de la imagen que Bernie Sanders dibuj¨® en sus cr¨ªticas: una mujer fr¨ªa y calculadora, miembro de la ¨¦lite pol¨ªtica y c¨®mplice de Wall Street y de la burocracia profesional. Donald Trump recogi¨® tales cr¨ªticas desde el otro extremo del espectro y termin¨® insufl¨¢ndolas de resentimiento y desprecio.
En otras palabras, me pregunt¨® si Meade y Anaya podr¨¢n recuperarse de aqu¨ª a julio de la golpiza que se est¨¢n endilgando. Ciertamente puede haber un acuerdo de c¨²pulas dentro de algunas semanas, pero como en el caso de Hillary y Sanders, para muchos votantes ser¨¢ demasiado tarde; la imagen construida seguir¨¢ vigente el d¨ªa de las elecciones.
Y no hay nadie que contemple con mayor inter¨¦s esta batalla ¡°fratricida¡± que L¨®pez Obrador. De hecho, ya comenz¨® a cosechar. El mayor esc¨¢ndalo de su campa?a electoral, la selecci¨®n como candidato al Senado del pol¨¦mico l¨ªder de los trabajadores mineros, Napole¨®n G¨®mez, no pudo ser explotado cabalmente por sus rivales porque la acusaci¨®n en contra de Anaya termin¨® por opacarla. Lo que pudo haberse convertido en un disparo al pie de parte del l¨ªder de Morena perdi¨® los titulares de las noticias por la presunta corrupci¨®n del candidato del PAN exhibida por las autoridades.
Hist¨®ricamente PRI y PAN se hab¨ªan comportado como rivales a modo, al menos en las batallas decisivas. Esta vez es diferente. Me pregunto si la noci¨®n de ¡°voto ¨²til¡± sobrevivir¨¢ a la carnicer¨ªa. Tiene poco sentido una alianza de paz en un campo sembrado de cad¨¢veres.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.