El movimiento por el control de armas gana fuerza con el apoyo de Trump

La pregunta hoy en Estados Unidos es si esta vez va en serio. Si el estupor por la matanza en Florida cristalizar¨¢ en un mayor control sobre el acceso a las armas u ocurrir¨¢ como con la escuela infantil de Newtown en 2012, donde la alarma por aquella veintena de ata¨²des blancos acab¨® apag¨¢ndose sin medidas. Donald Trump, hasta ahora defensor de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle, dio fuerza al movimiento este mi¨¦rcoles al pedir a los legisladores que impulsen restricciones y no teman al poderoso lobby estadounidense.

La semana anterior, en un encuentro con estudiantes y familiares de v¨ªctimas, Trump abog¨® por armar a los profesores con un entrenamiento especial como medida de seguridad, pero tambi¨¦n defendi¨® que se eleve de 18 a 21 a?os la edad m¨ªnima para adquirir un rifle y por mejorar el an¨¢lisis del estado mental de los compradores. Este mi¨¦rcoles, en otro encuentro p¨²blico y televisado con legisladores, fue m¨¢s contundente y les reclam¨® que planten cara a la NRA (las siglas en ingl¨¦s de la Asociaci¨®n Nacional del rifle) en lo que es un giro dr¨¢stico de su actitud hacia la hist¨®rica instituci¨®n. ¡°A algunos de ustedes les deja petrificados la NRA¡±, reproch¨® a los republicanos, y recalc¨®: ¡°Tienen mucho poder sobre ustedes, no tienen tanto sobre m¨ª¡±.

El lobby de las armas apoy¨® la candidatura de Donald Trump con vehemencia y con dinero, mucho dinero. Gast¨® hasta 30 millones de d¨®lares en apoyo directo al republicano y publicidad negativa sobre su rival, Hillary Clinton, seg¨²n el Center for Responsive Politics, m¨¢s que en ning¨²n otro candidato republicano. Y este fue entusiasta con ellos: ¡°Nunca jam¨¢s os abandonar¨¦¡±, lleg¨® a decir en un acto p¨²blico seis meses antes de ganar las elecciones.

La NRA es un donante relevante para muchos republicanos, como los senadores John MccCain o Marco Rubio, por ejemplo, pero su poder emana sobre todo de la influencia que tienen en el votante m¨¢s conservador estadounidense. La Asociaci¨®n del Rifle se?ala cualquier medida restrictiva en el acceso a rifles o pistolas como un ataque ala segunda enmienda de la Constituci¨®n -la que consagra el derecho a las armas y la autodefensa de los ciudadanos- y, tambi¨¦n, como una amenaza contra la identidad estadounidense.

Trump ha sido cercano a sus tesis, pero este mi¨¦rcoles lleg¨® a plantear la posibilidad de que las fuerzas de seguridad puedan incautar las armas de personas con enfermedades mentales sin necesidad siquiera de la orden de un juez. ¡°Agarren primero las armas, hagan el proceso despu¨¦s¡±, dijo. "Ser¨ªa bonito lograr un proyecto de ley que todo el mundo pueda respaldar, en lugar de 15 proyectos de ley", dijo Trump.

Los tiroteos masivos han dado lugar a muchas intentonas legislativas en los ¨²ltimos a?os que han fracasado. Seg¨²n un recuento que ha hecho el portal Axios, desde 2013 se han propuesta un total de 360 piezas legislativas y solo se ha convertido en ley una de ellas que estaba relacionada con la polic¨ªa y no ten¨ªa efectos. Al contrario, en muchos Estados han prosperado normas que han flexibilizado a¨²n m¨¢s su uso. En sitios como Arizona, Georgia o Virginia uno puede ir al bar con su pistola encima.

Las protestas estudiantiles tras el tiroteo en el instituto de Parkland parecen haber dado un aire fresco a quienes reclaman acci¨®n, que deje de ser posible que el mismo chico que a los 18 a?os no puede beber una cerveza en Estados Unidos s¨ª pueda, en cambio, comprar un rifle de asalto semiautom¨¢tico, como ocurri¨® con Nikolas Cruz, el asesino de Florida.

El 24 de marzo hay convocada una gran marcha en Washington y algunas empresas est¨¢n tomando medidas. Walmart, el gigante de la distribuci¨®n en EE UU, anunci¨® el mi¨¦rcoles por la noche que no vender¨¢ armas ni munici¨®n a menores de 21 a?os, Dick's Sporting Goods, uno de los mayores vendedores de armas del pa¨ªs, decidi¨® dejar de ofrecer a sus clientes fusiles de asalto como el de Parkland. Mientras, compa?¨ªas a¨¦reas como Delta y United anunciaron que dejar¨ªan de ofrecer descuentos a los miembros de la NRA.

Esto ¨²ltimo refleja un distanciamiento de algunas marcas hacia la Asociaci¨®n Nacional del Rifle, pero sirve para recordar que en Estados Unidos por ser miembro de esta entidad -y hay cinco millones- se obtienen descuentos en muchos sitios, que la adhesi¨®n a este derecho no ha menguado apenas en los ¨²ltimos a?os, que hay m¨¢s de 300 millones de armas en manos privadas, casi la mitad de todas las que hay en el mundo.