?Qu¨¦ quiere decir LPQTP en argentino b¨¢sico?
La gran inc¨®gnita es si lo que ocurre en las canchas expresa un creciente malestar contra el presidente Macri
Todo arranc¨® a principios de febrero. Boca Juniors era, a esas alturas, el c¨®modo puntero del campeonato argentino. Deb¨ªa visitar en su estadio nada menos que a San Lorenzo, su escolta. San Lorenzo estaba obligado a ganar si quer¨ªa mantener alguna esperanza. En medio de un partido muy parejo y r¨ªspido, el ¨¢rbitro tom¨® dos decisiones que injustamente favorec¨ªan a Boca. El c¨¢ntico arranc¨® como un susurro, pero, de a poco, se hizo ensordecedor.
¡ªMauricio Macri, la puta que te pari¨®, Mauricio Macri, la puta que te pari¨®...
La lectura dominante sobre lo ocurrido fue futbol¨ªstica. El primer cargo relevante que tuvo Macri en su historia personal fue, justamente, el de presidente de Boca Juniors. Su destacada gesti¨®n al frente de ese club le permiti¨® transformarse en jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y, de all¨ª, saltar a la presidencia de la Rep¨²blica. Desde que Macri lleg¨® a la Casa Rosada, Boca Juniors ubic¨® a sus hombres en la conducci¨®n de la Asociaci¨®n del F¨²tbol y dispuso de m¨¢s y m¨¢s recursos econ¨®micos. En las dos ¨²ltimas ligas, la ventaja de Boca fue abrumadora. Eso produjo cada vez m¨¢s malestar en los rivales, o al menos en sus hinchadas: se instal¨® la idea de que no se le pod¨ªa ganar a Boca porque cuenta con los favores del Gobierno.
Por eso, tal vez, se dijo, la bronca de los hinchas de San Lorenzo. Era algo que ten¨ªa que ver con el f¨²tbol. Apenas eso.
Pero resulta que la semana siguiente, River Plate, el cl¨¢sico rival de Boca, jugaba en su estadio. Y, otra vez, hubo un par de fallos en su contra, muy evidentes.
Una vez desencadenado el fen¨®meno, la militancia antimacrista, que es muy activa, lo alimenta, en las redes y en las canchas
Primero se escuch¨® como un susurro.
Y luego fue atronador.
¡ªMauricio Macri, la puta que te pari¨®...
Y a la semana siguiente se cort¨® la luz durante otro partido y volvi¨® el c¨¢ntico. Y luego en un partido de b¨¢squet. Y m¨¢s tarde en otros partidos de ligas menores o de menor trascendencia. Y luego empez¨® la fiesta en las redes sociales: cientos de versiones alternativas del recitado o de la melod¨ªa ya se pueden conseguir en versi¨®n cl¨¢sica, roquera, folkl¨®rica o de rap.
El presidente dej¨® trascender que lo irritaba el tema. Una asociaci¨®n de ¨¢rbitros sugiri¨® que parar¨ªa los partidos donde se entonaran los insultos. El Gobierno hizo saber que no avalar¨ªa semejante disparate. Y hasta la estrella indiscutida de Boca, Carlos T¨¦vez, opin¨®: ¡°No entiendo lo que pasa. Hay demasiada agresividad contra Mauricio¡±.
Lo que se dice una cuesti¨®n de Estado.
En los medios, ya es habitual encontrarse con la sigla LPQTP. El que no quiere publicar el insulto tal como se dice en las canchas, se refiere a este con sus iniciales: Mauricio Macri, LPQTP. O, directamente, MMLPQTP. Y todo el mundo sabe de qu¨¦ se trata.
LPQTP es el nuevo eufemismo argentino, la sigla del verano austral 2018.
En la reacci¨®n de algunas hinchadas contra Macri se conjugan varios elementos. El primero es, definitivamente, del orden deportivo. Muchos hinchas est¨¢n irritados, y con raz¨®n, con el poder de Boca Juniors y, especialmente, con el del sucesor de Macri en Boca, su amigo Daniel Angelici. Se trata de un oscuro empresario de los juegos de azar, denunciado por maniobras il¨ªcitas incluso por aliados pol¨ªticos muy relevantes del presidente. Pero Macri lo mantiene donde est¨¢.
El segundo componente es pol¨ªtico. Una vez desencadenado el fen¨®meno, la militancia antimacrista, que es muy activa, lo alimenta, en las redes y en las canchas.
El tercer componente habla, en alguna medida, bien del Gobierno. El f¨²tbol argentino, en los ¨²ltimos a?os sufri¨® por la consolidaci¨®n del poder de las llamadas barras bravas, sectores muy violentos de las hinchadas, vinculados al crimen organizado, que eran protegidos y alimentados por el Gobierno kirchnerista. Desde que Macri es presidente, muchos de sus integrantes cayeron presos. En las barras bravas, Macri es considerado un enemigo. El punto d¨¦bil del Gobierno, una vez m¨¢s, es que, sin embargo, a la barra brava de Boca Juniors, la m¨¢s poderosa del pa¨ªs, nadie se atreve a tocarla.
Y, finalmente, la gran inc¨®gnita es si lo que ocurre en las canchas expresa un creciente malestar popular contra el Gobierno argentino, si es un s¨ªntoma de un mal humor extendido que encuentra all¨ª, durante los partidos, una v¨¢lvula de escape. Es imposible saber si eso es o no as¨ª. Macri atraviesa un periodo complicado, sobre todo por el andar a los tumbos de su programa econ¨®mico, y particularmente por su dificultad para controlar la inflaci¨®n. Pero no parece un momento especialmente dif¨ªcil comparado con otros que enfrent¨® desde el 2015.
Sea como sea, el LPQTP es el nuevo componente del folklore pol¨ªtico argentino.
Es dif¨ªcil entender por qu¨¦ alguna gente se empe?a en ser presidente de los pa¨ªses: son tantos los problemas y, adem¨¢s, uno tiene que aguantarse cada cosa.
Debe haber mejores maneras de vivir la vida.
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