El nuevo fascismo italiano se queda fuera del Parlamento
Pese a una presencia social significativa, se queda lejos de tener representaci¨®n parlamentar¨ªa, seg¨²n los sondeos a pie de urna
Los nuevos partidos fascistas no han conseguido en estas elecciones el salto al Parlamento que han preparado a conciencia en la ¨²ltima d¨¦cada, seg¨²n las primeras encuestas a pie de urna. A?falta del recuento definitivo de votos, se han quedado lejos de conseguirlo, aunque han experimentado un ligero crecimiento desde los ¨²ltimos comicios de 2013. El que hab¨ªa generado m¨¢s expectativas, secundado por encuestas optimistas, era CasaPound, que ha pasado del 0,15% de los votos de entonces a un porcentaje en torno al 0,3 % - 0,7 %, que en ning¨²n caso alcanza el 1%, en estas votaciones. Aunque sus opciones eran bajas y no han conseguido los resultados esperados, su avance y su presencia social son significativos. Actualmente tienen 11 concejales en todo el pa¨ªs y cuentan con 104 sedes. Han aprovechado el debate migratorio y el descontento general con la pol¨ªtica para ir introduciendo paulatinamente sus consignas xen¨®fobas.
Durante la campa?a se hab¨ªan recreado en la idea de acercarse a formaciones con m¨¢s peso, como la ultraderechista Liga Norte, a quien habitualmente critican su tibieza, desde un discurso m¨¢s duro. Hab¨ªan fantaseado con darles su apoyo. ¡°Estamos listos para apoyar un programa soberanista que nos lleve fuera del euro y contra la inmigraci¨®n clandestina¡±, no se ha cansado de repetir el l¨ªder de la formaci¨®n, Simone Di Stefano. Ante el silencio de Matteo Salvini comenzaron a sonar las alarmas y las especulaciones, hasta que el leguista se vio obligado a pronunciarse: ¡°Somos lo suficientemente fuertes como para prescindir de este apoyo¡±, dijo.
El 1 de marzo inundaron la c¨¦ntrica plaza del Pante¨®n de la capital con banderas tricolor junto a las de la formaci¨®n a tres d¨ªas de la elecciones. Aunque en realidad viven en campa?a electoral permanente. Ocupan edificios para entreg¨¢rselos a los italianos necesitados que no tienen una vivienda; organizan comedores sociales, siempre para italianos y preparan redadas de acoso contra los inmigrantes. Seg¨²n sondeos del semanario L¡¯ Espresso, que entrevist¨® a 1.500 j¨®venes que acudir¨ªan a las urnas por primera vez este a?o, casi el 5% dar¨ªa su voto a este partido neofascista, lo que pone de manifiesto la presencia que tienen tambi¨¦n en las escuelas.
En su spot electoral, Di Stefano denunciaba las pol¨ªticas del resto de l¨ªderes y utilizaba conceptos como locura, destrucci¨®n y aniquilamiento de las tradiciones, jaula, traidores o Uni¨®n Europea como mecanismo para destruir la econom¨ªa italiana.
En una campa?a emponzo?ada, sus consignas xen¨®fobas, su discurso del odio y sus episodios violentos han contribuido?a aumentar el clima de tensi¨®n y el nivel de desencuentro. El ataque racista de Macerata el 4 de febrero, cuando un antiguo candidato de la ultraderechista Liga Norte dispar¨® contra inmigrantes envuelto en la bandera tricolor, despu¨¦s de escenificar el saludo fascista, es un ejemplo. El 20 de febrero, un militante del movimiento izquierdista Poder al Pueblo fue atacado y apu?alado mientras pegaba carteles electorales. La rama de Umbria de CasaPound explic¨® en su p¨¢gina de Facebook que ¡°los agresores son militantes de Casa Pound Italia que se han limitado a defenderse de un ataque anterior¡±. Y el d¨ªa antes de las elecciones ,Pavia amaneci¨® con varias pegatinas colocadas en algunas casas de estudiantes, pol¨ªticos y activistas en las que se le¨ªa ¡°aqu¨ª vive un antifascista¡±.
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