Trump ha perdido a un 40% de altos cargos en 13 meses de presidencia

La Casa Blanca se asemeja cada vez m¨¢s al Aprendiz, el concurso de televisi¨®n que Donald Trump present¨® durante 14 temporadas. Cada semana uno de los participantes era expulsado bajo el fulminante clamor de Trump: ¡°Est¨¢s despedido¡±. En sus poco m¨¢s de 13 meses como presidente, el multimillonario neoyorquino ha perdido al 40% de altos cargos, seg¨²n c¨¢lculos de Brookings Institution. Es una cifra inusual en tan poco tiempo y que incluye a pesos pesados, como el jefe de gabinete o el director del FBI. El tumulto, el desgaste, las luchas intestinas y las pol¨¦micas se han convertido en rutinarios.

Trump neg¨® el martes que hubiera caos, habl¨® de una ¡°gran energ¨ªa¡± pero admiti¨® que le gusta el ¡°conflicto¡± y atizar divergencias en su equipo. Poco despu¨¦s, Gary Cohn anunci¨® su dimisi¨®n como asesor econ¨®mico molesto por el viraje proteccionista del republicano, que ha anunciado aranceles al acero y aluminio extranjero. Es el cuarto alto cargo que renuncia en un mes, incluida Hope Hicks como jefa de comunicaci¨®n.

Hay una imagen que refleja la inestabilidad en la Casa Blanca. Es del 22 de enero de 2017, dos d¨ªas despu¨¦s de la toma de posesi¨®n de Trump, y los altos cargos designados por la Casa Blanca juran sus cargos. De los 23 asesores investidos ese d¨ªa, solo nueve permanecen, seg¨²n el diario The Washington Post. Trump, por ejemplo, ha tenido a cuatro directores de comunicaci¨®n y todos se han marchado.

El contraste es enorme con la anterior Administraci¨®n de Barack Obama, que sufri¨® algunas bajas pero que, por la ausencia de esc¨¢ndalos, fue bautizada como ¡°No drama, Obama¡±.

Los motivos de las salidas de altos cargos de Trump son m¨²ltiples. Algunos fueron despedidos, dimitieron fruto de una pol¨¦mica o renunciaron por decisi¨®n propia. Se han ido asesores radicales y moderados. La disfuncionalidad y fuga de talento alarma a los c¨ªrculos pol¨ªticos de Washington y ahonda la incertidumbre en el Ala Oeste de la Casa Blanca.

Trump alardea de tener una enorme lista de aspirantes, pero la realidad es que hay asesores que ocupan varios puestos a la vez por la falta de sustitutos. Se habla de recelo a trabajar para el presidente por ser imprevisible, eg¨®latra y que puede humillar p¨²blicamente a su equipo, como hace con su fiscal general, Jeff Sessions, al que culpa de la investigaci¨®n de la trama rusa. De hecho, otra posible raz¨®n por las plazas vacantes es el temor a las pesquisas del fiscal especial Robert Mueller sobre los lazos rusos de Trump.

Precisamente, el primer alto cargo en dimitir fue Michael Flynn como consejero de Seguridad Nacional en febrero de 2017 por haber mentido sobre sus contactos con el embajador ruso. La sombra de la injerencia electoral rusa que investigaba James Comey le cost¨® el pasado mayo su puesto al frente del FBI.

Julio fue especialmente ca¨®tico: cayeron Sean Spicer como portavoz, Reince Priebus como jefe de gabinete y Anthony Scaramucci como responsable de comunicaci¨®n a los 10 d¨ªas de asumir el cargo. En agosto se march¨® Steve Bannon, el derechista estratega jefe de Trump. Las salidas se interpretaron como una victoria de la disciplina y moderaci¨®n impuesta por el nuevo jefe de gabinete, John Kelly, pero la tormenta nunca lleg¨® a amainar y ahora incluso el futuro de Kelly est¨¢ en el aire.