Dos productos con un peso menor en la balanza comerial de EE UU

Estados Unidos export¨® el pasado a?o productos y servicios por valor de 2,3 billones de d¨®lares. Pero su econom¨ªa consumi¨® 566.000 millones m¨¢s en importaciones que de lo que vendi¨® fuera. El desequilibrio es enorme en el caso del acero y el aluminio cuando se compara con lo que produce a escala dom¨¦stica. A¨²n as¨ª, representan una parte menor en el c¨®mputo general de los intercambios comerciales globales.

EE UU import¨® acero y aluminio por un valor combinado de 48.000 millones en 2017, seg¨²n los datos del Departamento de Comercio. Eso representa cerca de un 2% de todo lo que entr¨® en el pa¨ªs en 2017 para los dos productos. Texas, California, Illinois, Michigan, Luisiana, Pensilvania, Ohio y Nueva York recibieron el 60% del total nacional. Cualquier distorsi¨®n comercial en estos estados tiene consecuencias en sectores clave como la automoci¨®n o de la energ¨ªa.

El 16% del acero lleg¨® el a?o pasado de Canad¨¢ y el 13% de Brasil. El otro gran importador es Corea del Sur, con el 10% del total. Rusia y M¨¦xico nutren cada una a EE UU con el 9% del total. China no aparece entre los diez primeros importados, con solo el 2% de las compras del metal. Sin embargo utiliza otros pa¨ªses para introducir indirectamente su acero en el mercado estadounidense.

En volumen, las importaciones de productos de acero ascendieron a 36 millones de toneladas. Es menos de un 8% cuando se compara con los 473 millones de toneladas que se comerciaron en el mercado global. Algo similar pasa con el aluminio. Canad¨¢ es el mayor importador de lejos, con el 56% del total que entra en EE UU. Le siguen Rusia y China con el 8% y el 6% del total respectivamente.

Las estad¨ªsticas que elabora la US Geological Survey muestran que la producci¨®n de aluminio se redujo en 2017 por quinto a?o consecutivo. Lo hizo un 12% respecto a 2016 y acumula un descenso del 64% en cinco a?os. El argumento de la Casa Blanca es que China produce en un mes lo que EE UU hace en un a?o. La expansi¨®n de su tejido industrial cre¨® un exceso de capacidad.

El gran perdedor por el arancel es Europa, porque el 15% de sus exportaciones tuvieron como destino EE UU en 2017. El temor en Bruselas, adem¨¢s, es que el arancel provoque que una parte de las exportaciones de otros pa¨ªses se dirijan a su mercado cuando entre en vigor la medida proteccionista de Donald Trump. Eso le llevar¨¢ a adoptar medidas de salvaguardia para mitigar los riesgos.