Trump ¡®mata¡¯ al padre de un sindicalista al anunciar el arancel al acero y al aluminio
El operario corrige al presidente estadounidense durante una puesta en escena ca¨®tica en la Casa Blanca: "?l sigue vivo"
Donald Trump es el presidente de Estados Unidos, el hombre m¨¢s poderoso del mundo, y tiene licencia para decir lo que quiera, como quiera y cuando quiera. Suelta los comentarios en p¨²blico tal y como le vienen a la cabeza, sin un discurso preparado. Este jueves, el republicano convoc¨® a un grupo de operarios del sector del acero y del aluminio para escenificar el anuncio del arancel a las importaciones de estos dos metales. Pero al vender la medida proteccionista cometi¨® el error?de dar por muerto al padre de uno de los invitados.
?Tu padre es Herman?, pregunta al representante del sindicato United Steel Workes mientras le choca con fuerza la mano.
¡°Herman, se?or. S¨ª, se?or¡±, responde Scott Sauritch emocionado al Comandante en jefe mientras se retira del podio.
¡°Bien, pues tu padre est¨¢ mirando desde el cielo y est¨¢ muy orgulloso de ti¡±, afirma el presidente.
¡°Bueno, ¨¦l sigue vivo¡±, le aclara, mientras se escuchan las carcajadas de los presentes en el evento en la Casa Blanca.
¡°?Lo est¨¢? Pues entonces est¨¢ a¨²n m¨¢s orgulloso¡±, afirma Trump en un intento de salir airoso de la situaci¨®n.
El sindicalista hab¨ªa comentado antes del entuerto que su padre perdi¨® su empleo por las importaciones que estaban llegando al pa¨ªs. ¡°Lo que hizo a un hombre con seis hijos es devastador¡±, coment¨® en el sal¨®n dedicado al presidente Roosevelt, ¡°nunca lo olvido¡±. Por eso dijo que como representante de los trabajadores del acero en Pensilvania, nunca va a permitir que lo que vivi¨® le pase a otra familia.
? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ?V¨ªdeo CNN
¡°Esto ha sido un asalto a nuestro pa¨ªs¡±, repiti¨® Trump antes de firmar la doble proclamaci¨®n por la que se impondr¨¢ en 15 d¨ªas un arancel temporal del 25% al acero y del 10% al aluminio extranjero. ¡°Tenemos que hacer algo¡± para corregir el d¨¦ficit comercial, se justific¨® el presidente dirigi¨¦ndose a la prensa. Tras hablar Sauritch, cedi¨® el podio a otro empleado para que relatara su historia.
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