Rusia ordena la expulsi¨®n de 23 diplom¨¢ticos brit¨¢nicos

El Kremlin ha respondido este s¨¢bado a la expulsi¨®n de 23 de sus diplom¨¢ticos en Reino Unido declarando personas non gratas al mismo n¨²mero de diplom¨¢ticos brit¨¢nicos y, adem¨¢s, orden¨® el cierre del consulado de ese pa¨ªs en San Petersburgo y la suspensi¨®n de las actividades del British Council, instituci¨®n que divulga el idioma y la cultura brit¨¢nica.

El embajador brit¨¢nico en Rusia, Laurie Bristow, fue citado el s¨¢bado en el Ministerio de Exteriores en Mosc¨² a las 10 de la ma?ana hora local (08.00 en la Espa?a peninsular), ocasi¨®n en la que se le ha informado de las medidas de respuesta aprobadas. Con anterioridad, la canciller¨ªa rusa a trav¨¦s del ministro Sergu¨¦i Lavrov y de su portavoz hab¨ªan adelantado que como m¨ªnimo estas medidas incluir¨ªan la expulsi¨®n de diplom¨¢ticos brit¨¢nicos, a los que se ha dado el plazo de una semana para abandonar el terriorio ruso. En la reuni¨®n en la sede de Exteriores, Brislow fue advertido de que si Londres adopta nuevas acciones contra Rusia, Mosc¨² se reserva el derecho a contestar en la forma que considere necesario. El Ministerio de Exteriores ha divulgado poco despu¨¦s una declaraci¨®n con las medidas tomadas contra Reino Unido.

Alegando disparidad en el n¨²mero de legaciones diplom¨¢ticas de las partes, Rusia orden¨® el cierre del consulado general de Reino Unido en San Petersburgo, que fue inaugurado en 1992. El British Council confirm¨® el s¨¢bado que ha sido notificado del ¡°cese de sus operaciones¡± en Rusia, agregando que la medida ha sido recibida con ¡°profunda decepci¨®n¡±.

Londres expuls¨® el mi¨¦rcoles a 23 diplom¨¢ticos rusos como represalia por el atentado contra el esp¨ªa Sergu¨¦i Skripal y su hija Yulia, que el domingo 4 de marzo fueron encontrados inconscientes en Salisbury, envenenados por un agente nervioso. Seg¨²n los brit¨¢nicos, el gas, de la familia Novichok es de producci¨®n sovi¨¦tica y tanto la primera ministra, Theresa May, como otras autoridades culparon directamente al Kremlin de estar detr¨¢s del ataque. Rusia, por su parte, niega categ¨®ricamente cualquier relaci¨®n con el incidente que ha dejado en estado cr¨ªtico tanto al esp¨ªa ruso ¡ªque result¨® ser tambi¨¦n un colaborador de MI6, la agencia de espionaje brit¨¢nica¡ª, como a su hija, y en estado grave al primer polic¨ªa que intervino.

Los brit¨¢nicos est¨¢n tan seguros de la culpabilidad del Kremlin como lo estuvieron en el caso del esp¨ªa Alexander Litvinenko, que en noviembre de 2006 fue envenenado con plutonio. El atentado, que termin¨® en la muerte de Litvinenko, tuvo como consecuencia un dr¨¢stico empeoramiento en las relaciones entre Londres y Mosc¨². Ahora, sin haber alcanzado a normalizarse del todo, vuelven a empeorar y, como advierten algunos observadores, si May decide contestar a la respuesta rusa, amenazan con degenerar en una guerra de sanciones y contrasanciones.

Mar¨ªa Zaj¨¢rova, portavoz de Exteriores, ha sostenido este s¨¢bado que, a pesar de su nombre, Novichok no es un agente t¨®xico ruso, sino uno empleado en Occidente. Seg¨²n Zaj¨¢rova, entre los posibles pa¨ªses donde este gas pudo haber sido sintetizado figuran tanto Estados Unidos como Reino Unido, adem¨¢s de Rep¨²blica Checa, Eslovaquia y Suecia.

¡°Nunca, ni en territorio de la Uni¨®n Sovi¨¦tica ni en Rusia, se llevaron a cabo investigaciones que se llamaran o tuvieran como nombre en clave Novichok¡±, asegur¨® Zaj¨¢rova, quien agreg¨® que el verdadero origen del gas se conocer¨¢ solo ¡°cuando la primera ministra de Reino Unido y los expertos brit¨¢nicos que trabajan en este caso entreguen la f¨®rmula¡± correspondiente.

Al caso Skripal se ha sumado la muerte, el pasado lunes, del empresario ruso Nikol¨¢i Glushkov, que fue hallado en su domicilio londinense, y que la polic¨ªa brit¨¢nica investiga como asesinato. Glushkov, que fue subdirector de la l¨ªnea a¨¦rea rusa Aeroflot, era socio y amigo de Bor¨ªs Berezovski, un millonario enemigo del Kremlin que, exiliado en Reino Unido, apareci¨® ahorcado en su casa en Sunninghill, cerca de Londres, en 2013.