Per¨²: ahora a gobernar

Todo se aceler¨® en las 48 horas previas y termin¨® con la renuncia en la tarde de Pedro Pablo Kuczynski como presidente del Per¨². La sesi¨®n del Congreso sobre la vacancia (destituci¨®n) presidencial, agendada en principio para ayer, ten¨ªa que quedar, pues, sin efecto.

La crisis se aceler¨® y se agudiz¨® la polarizaci¨®n pol¨ªtica ¡°en las alturas¡± en curso por hechos reci¨¦n conocidos sobre supuesta corrupci¨®n y manipulaci¨®n del poder. Referidos a la supuesta ¡°compra¡± de votos con favores gubernamentales para votar contra la vacancia, se sumaban a las crecientes denuncias sobre sus conflictos de inter¨¦s cuando fue ministro de Estado y a las denuncias ¡ªpor el caso Lava Jato¡ª contra dirigentes del fujimorismo. Era, pues, la disyuntiva entre la sart¨¦n o las brasas.

La renuncia de PPK ya era el mi¨¦rcoles al mediod¨ªa algo que ca¨ªa por su peso al haber colapsado su legitimidad. Est¨¢ previsto que juramente hoy el vicepresidente Mart¨ªn Vizcarra para desempe?arse, en principio, hasta la culminaci¨®n del actual per¨ªodo gubernamental (julio del 2021). Curioso, pero en una encuesta de Ipsos hecha la semana pasada el 81% manifestaba no conocer el nombre del vicepresidente, hecho nada extra?o para una cultura caudillista y presidencialista. Al nuevo presidente constitucional hay que desearle, por cierto, suerte y ¨¦xito. Pero no las tiene f¨¢cil por el fardo que hereda.

La din¨¢mica de acontecimientos plantea dos preguntas fundamentales: ?cu¨¢l es la naturaleza de la crisis? ?Y qu¨¦ viene ahora?

La crisis pol¨ªtica en curso es grave, pero, en esencia, es una crisis en las alturas. Esta es derivada de la confrontaci¨®n entre el Gobierno de PPK y un Congreso en el que Keiko Fujimori ten¨ªa mayor¨ªa absoluta hasta que su bloque se ¡°parti¨®¡± en diciembre. Ello por la deserci¨®n de su hermano Kenji para negociar ¡ªy lograr¡ª el indulto de su padre, Alberto.

Un PPK asediado desde el congreso ¡ªimpulsado por Keiko, quien nunca acept¨® el triunfo de PPK¡ª cedi¨® paso, a fines del 2017, a un PPK sin juego y, despu¨¦s, puesto contra la pared por el alud de informaci¨®n sobre indebidas relaciones contractuales con Odebrecht y otras empresas que contrataban con el Estado cuando era ministro de Alejandro Toledo. En los ¨²ltimos meses, la supervivencia de su Gobierno pareci¨® convertirse en el ¨²nico proyecto gubernamental cuando era evidente la nula ejecuci¨®n de sus banderas pol¨ªticas top: reconciliaci¨®n nacional, relanzamiento productivo o el a¨²n ignoto programa ¡°agua para todos¡±, para citar sus tres ejes ¡°emblem¨¢ticos¡±.

La oposici¨®n del Congreso, variopinta por otro lado, se junt¨® ef¨ªmeramente para avanzar hacia la vacancia en un marco en el que esa convergencia ¡ªentre el fujimorismo de Keiko y la izquierda¡ª no pod¨ªa ir m¨¢s all¨¢ de eso. Objetivos, pues, tambi¨¦n de corto plazo. Eso en un marco en el que la cabeza de este sector fujimorista se encuentra bajo el reflector por la investigaci¨®n del caso Lava Lato. El fujimorismo de Kenji tambi¨¦n est¨¢ cuestionado por las recientes acusaciones de ¡°compra de votos¡± para salvar a PPK. Lo s¨¦. Enredado de explicar, porque la realidad es enredada.

?Qu¨¦ viene ahora? Vi¨¦ndolo proactiva y positivamente, para salir de este bloqueo y polarizaci¨®n son necesarios acuerdos sobre asuntos esenciales de gobernabilidad. Lo que se requiere es algo que ha faltado: liderazgo y convocatoria presidencial y actitud democr¨¢tica y constructiva de la oposici¨®n. Con PPK fuera del panorama, podr¨ªa atenuarse el af¨¢n de Keiko de luchar en todo y por todo.

Ahora las condiciones llaman a cumplir al menos con cuatro objetivos apremiantes de gobernabilidad: fortalecimiento de la acci¨®n contra la corrupci¨®n y de las instituciones del sistema judicial; plan serio de destrabe de inversiones p¨²blicas y privadas; reforma del sistema electoral; y mejoramiento de la seguridad p¨²blica. El tentador ¡°que se vayan todos¡±, levantado por algunos analistas, creo que no es serio. Cierto, la gente est¨¢ harta y descre¨ªda frente a lo que ve. Hechos que gatillan la vacancia, para que se aborde la crisis del sistema y se avizore una luz al fondo del t¨²nel cuando el sistema est¨¢ llegando a un punto muy bajo de legitimidad. La renovaci¨®n de la pol¨ªtica sigue quedando como el principal punto pendiente de la agenda.