¡°Somos progresistas ante la amenaza de un Gobierno fundamentalista¡±
El pol¨ªtico costarricense, con 38 a?os, es el el candidato oficialista m¨¢s joven desde el siglo XIX
Hace tres a?os, Carlos Alvarado Quesada (San Jos¨¦, 1980) no deseaba estar aqu¨ª. Igual que su rival en la lucha por la Presidencia de Costa Rica, Fabricio Alvarado, este pol¨ªtico de 38 a?os es resultado de las carambolas pol¨ªticas de este pa¨ªs que vive cambios profundos en sus estructuras de poder y las bases de apoyo. Alvarado Quesada, el candidato oficialista m¨¢s joven desde el siglo XIX, es tambi¨¦n el representante del ¡°sistema¡± en la competencia electoral despu¨¦s de pasar a la segunda ronda del 1 de abril. Ahora compite contra el predicador evang¨¦lico favorecido por la exacerbaci¨®n de los ¡°valores cristianos de familia y vida¡±, como dice su movimiento. Es periodista y polit¨®logo, con un posgrado en Sussex (Inglaterra) en Estudios para el Desarrollo. Es un producto de la clase media-alta y ha hecho del problema de la desigualdad su leitmotiv pol¨ªtico. Fue ministro de asuntos sociales y de Trabajo en el gabinete de Luis Guillermo Sol¨ªs, lo que le permite mostrar experiencia pol¨ªtica, pero a la vez le hace pagar el costo de un Gobierno que no depar¨® entre 2014 y 2018 lo que se esperaba. Nos atiende en el sill¨®n de su casa, en el tercer piso de un edificio de condominios con vista a la piscina y a parte de lo que ocurre al otro lado del muro, en una zona exclusiva de Santa Ana (oeste de San Jos¨¦). Es un mi¨¦rcoles dedicado a citas con el comando de campa?a, a esta entrevista y a uno de los casi diez debates organizados para la segunda vuelta electoral.
Pregunta. ?C¨®mo explica usted esta campa?a electoral?
Respuesta. Costa Rica est¨¢ experimentando fen¨®menos parecidos a los de otras democracias como Francia o Estados Unidos, con elecciones donde hay alternativas fundamentalistas, autoritarias y otras alternativas democr¨¢ticas, pero que tambi¨¦n resienten el desgaste de la pol¨ªtica.
P. ?Se imagin¨® usted tener que jugar la carta de ser el candidato del sistema?
R. Obviamente yo vengo del partido oficialista, pero tampoco represento necesariamente la pol¨ªtica tradicional. Nosotros representamos la opci¨®n natural de una democracia consolidada como la costarricense, a una generaci¨®n que tiene una mentalidad de progreso ante la amenaza de un gobierno fundamentalista. No podemos desechar los valores que nos han distinguido tomando una ruta en sentido contrario, porque una vez que llegue un Gobierno de una propuesta religiosa, no hay vuelta atr¨¢s.
P. Usted dice que representa una generaci¨®n, pero datos de encuestas muestran que tambi¨¦n hay juventud con Fabricio Alvarado, que tambi¨¦n es sangre nueva.
R. Me refiero a las ideas. La generaci¨®n se marca no solo por la edad, sino por sus aspiraciones. Creo que la otra opci¨®n electoral es una manifestaci¨®n de las desigualdades que no hemos logrado resolver. Costa Rica a partir de la d¨¦cada del 80 se convirti¨® en una sociedad cada vez m¨¢s desigual, en lo territorial, en ingreso y en educaci¨®n.
P. ?Lo dice por lo que se refleja en los n¨²meros de la primera ronda? [Fabricio Alvarado gan¨® en zonas de menor desarrollo].
R. S¨ª, pero es esos n¨²meros estaban ah¨ª desde antes, cuando uno ve el crecimiento de la desigualdad, cuando ve que la generaci¨®n de empleo se concentra en el ?rea Metropolitana y no en las costas, cuando ve que la pobreza [20% nacional] es m¨¢s profunda en las ¨¢reas rurales que en el centro; cuando ve los niveles de escolaridad de las personas en pobreza o de menor ingreso.
P. Luis Guillermo Sol¨ªs obtuvo una votaci¨®n alta en 2014, con el 78% en segunda ronda. Algo de responsabilidad debe de tener por el grado actual de rechazo al PAC.
R. El PAC es un partido con historia, para lo bueno y para lo no tan bueno, pero hoy mi tarea es trascender al PAC y representar a personas de otros partidos y trascender la polarizaci¨®n del momento por el tema de la consulta de la Corte Interamericana (en favor del matrimonio igualitario), y el involucramiento de las creencias religiosas en la pol¨ªtica.
P. Un sector amplio est¨¢ de acuerdo con usted, pero pesa m¨¢s en el rechazo al PAC como factor de amenaza en lo econ¨®mico.
R. No, yo veo que se nos han sumado muchas personas de reconocida trayectoria y defensores de las libertades individuales, quienes tambi¨¦n ven aqu¨ª un tema econ¨®mico. Si la comunidad LGTBI internacional ve una amenaza en Costa Rica podemos perder una cuota del turismo; igual se puede afectar nuestra inversi¨®n extranjera si el mensaje llega a empresas trasnacionales que tienen una robusta agenda de inclusi¨®n y diversidad. Est¨¢ amenazada nuestra marca pa¨ªs.
P. ?Por qu¨¦ no arregl¨® el problema fiscal el Gobierno de su partido?
R. El problema de Costa Rica es que no estamos siendo capaces de tomar las decisiones necesarias. El 1 de abril el pueblo decidi¨® la conformaci¨®n legislativa y casi impuso al pr¨®ximo Gobierno un esquema semiparlamentario para poder gobernar, aunque estemos en un esquema presidencialista. Yo s¨¦ que, de ganar el 1 de abril, mi partido tendr¨ªa solo 10 diputados de 57, ni una quinta parte.
P. Horrible para gobernar.
R. Entonces entiendo que el mandato del pueblo es unirme con otras fuerzas y ese es el proceso que he llevado adelante. [Recibi¨® el apoyo del partido de la izquierda, Frente Amplio, y del excandidato de centroderecha Rodolfo Piza, as¨ª como representantes de grupos econ¨®micos, pero la estructura del hist¨®rico Partido Liberaci¨®n Nacional le dio la espalda].
P. ?A qu¨¦ pa¨ªs quiere que se parezca Costa Rica?
R. Lo que quiero es que la Costa Rica del 40% m¨¢s pobre se parezca m¨¢s a la Costa Rica del 40% m¨¢s rica. Esa es la Costa Rica a la que aspiramos. Nosotros tenemos dos realidades muy distintas: una de educaci¨®n, empleo calificado, generaci¨®n de riqueza, oportunidades y otra de baja escolaridad, embarazo adolescente, de desempleo...
P. ?Qu¨¦ otros referentes tiene ese movimiento progresista que usted reivindica?
R. En Am¨¦rica Latina no s¨¦, pero particularmente son los macrones, los trudeau de la vida o la primera ministra de Nueva Zelanda [Jacinda Ardern], gente joven con una vena progresista.
P. Acaba este Gobierno con un endeudamiento equivalente a la mitad del PIB ?Obliga la situaci¨®n a recortes en inversi¨®n social?
R. M¨¢s que eso, viene orden. Tiene que ver m¨¢s con el ritmo de crecimiento del gasto, ajustes paulatinos, no de choque. Si Costa Rica da buenas se?ales en la materia fiscal, todos sus fundamentos macroecon¨®micos se ver¨ªan s¨®lidos. Costa Rica ya es un pa¨ªs muy bueno para la inversi¨®n y de mucha solidez democr¨¢tica, a menos que nos tiremos al vac¨ªo con un Gobierno fundamentalista. Los que dicen que van votar por Restauraci¨®n Nacional porque no les gusta el PAC es como que prefieran tomar cianuro para no tomar una Coca-Cola.
P. ?Por qu¨¦ no avanzar en el ingreso a la Alianza Pac¨ªfico?
R. Costa Rica es una de las econom¨ªas m¨¢s abiertas de Am¨¦rica Latina y nosotros no antagonizamos con eso, pero queremos que todas las personas se beneficien. Hoy solo ciertos sectores con m¨¢s ventaja lo disfrutan y est¨¢ bien, pero tenemos que ampliar esos beneficios. Hay una porci¨®n importante, en todo el sector privado agropecuario e industrial alimentario, que est¨¢ contra de la Alianza del Pac¨ªfico. Esa es la raz¨®n de fondo.
P. ?Qu¨¦ respuesta r¨¢pida puede dar a la ola de homicidios?
R. Vamos a manejar una unidad policial espec¨ªfica, con jerarqu¨ªa pol¨ªtica para especializarse en el crimen organizado, tener una judicatura especializada. Avanzar en la extinci¨®n de dominio [embargo de bienes privados utilizados en actividades il¨ªcitas] para golpear a los capitales del crimen organizado, pero con garant¨ªas.
P. ?Aprobar la extinci¨®n de dominio? En otros pa¨ªses ha sido muy pol¨¦mico.
R. Por eso digo, hay que darle garant¨ªas, es como nuestra discusi¨®n fiscal: las personas tienen que tener la posibilidad de mostrar el origen de la riqueza.
P. ?Mantendr¨¢ Costa Rica su acuerdo de patrullaje con Estados Unidos a pesar de que fuerza a los narcotraficantes a pasar por tierra en su ruta hacia el norte?
R. S¨ª, tenemos que echar manos de las herramientas de nuestros pa¨ªses socios. Costa Rica tiene r¨¦cord de en la incautaci¨®n de drogas, pero eso por s¨ª solo no mejora la seguridad de nuestras calles y no baja el ¨ªndice de homicidios. Costa Rica pas¨® de ser pa¨ªs de paso a ser un pa¨ªs de almacenaje.
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