Trump quiere retirar las tropas estadounidenses de Siria

¡°Quiero salir. Quiero traer a nuestras tropas de vuelta a casa, empezar a reconstruir nuestra naci¨®n¡±. Con esa claridad, el presidente estadounidense, Donald Trump, explic¨® este martes su deseo de retirar a los aproximadamente 2.000 soldados desplegados en Siria, que combaten contra el Estado Isl¨¢mico (ISIS en sus siglas inglesas).

La opini¨®n del mandatario choca con las declaraciones de otros altos cargos gubernamentales que alertan de que la amenaza del ISIS no ha desaparecido y piden mantener una presencia territorial estable. En el pasado, Trump abog¨® por reducir el contingente militar estadounidense en Afganist¨¢n pero acab¨® cediendo a rega?adientes a la recomendaci¨®n de su equipo de ampliarla.

¡°Nuestra misi¨®n principal era acabar con el ISIS. Casi hemos completado esa tarea y tomaremos una decisi¨®n muy r¨¢pidamente, en coordinaci¨®n con otros, sobre qu¨¦ haremos¡±, dijo Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca junto a los l¨ªderes de los pa¨ªses b¨¢lticos.

El presidente presumi¨® de los avances contra el ISIS, que ha perdido buena parte de sus dominios territoriales, pero fue muy cr¨ªtico con el enorme gasto militar de Washington en Oriente Pr¨®ximo desde el inicio de la guerra contra el terror tras los atentados del 11-S, en 2001. Asegur¨® que en los ¨²ltimos 17 a?os EE UU ha gastado siete billones de d¨®lares en la regi¨®n. ¡°No sacamos nada de ello¡±, espet¨®. ¡°No tenemos nada, nada excepto muerte y destrucci¨®n. Es una cosa horrible, as¨ª que es hora¡±.

Aunque no lo cit¨®, sus palabras tambi¨¦n ponen en duda el despliegue estadounidense en Irak, donde hay unos 5.000 efectivos. No es nueva la diatriba de Trump contra las aventuras militares de Washington en Oriente Pr¨®ximo o su papel como polic¨ªa del mundo. Su deseo de retirada de Siria evoca al de su predecesor, Barack Obama, que lleg¨® en 2009 a la Casa Blanca prometiendo sacar a EE UU de Afganist¨¢n e Irak, las guerras que hered¨® de George W. Bush, pero acab¨® sus ocho a?os de presidencia con tropas norteamericanas en ambos pa¨ªses.

Pero las palabras de Trump tambi¨¦n contienen elementos sorprendentes. Por ejemplo, ¨¦l se burl¨® de Obama por anunciar con anticipaci¨®n sus planes militares porque pod¨ªa dar pistas al enemigo. Como presidente, adem¨¢s, Trump ha dado m¨¢s poder de decisi¨®n al Departamento de Defensa y ha permitido un aumento del n¨²mero de soldados desplegados en Siria. Oficialmente, se hab¨ªa dicho que el l¨ªmite del contingente en ese pa¨ªs eran unos 500 militares, pero el pasado noviembre el Pent¨¢gono revel¨® que la cifra real era de unos 2.000 efectivos si se ten¨ªan en cuenta los que estaban rotando.

Tras tres a?os de titubeos sobre el futuro de Bachar el Asad y apoyos puntuales a los rebeldes opositores, en septiembre de 2014 Washington se adentr¨® en el polvor¨ªn sirio. Su objetivo no fue acabar con el dictador sirio sino con el ISIS, que se hab¨ªa propagado r¨¢pidamente desde Irak como antigua filial de Al Qaeda.

EE UU inici¨® entonces una campa?a de bombardeos contra posiciones yihadistas en Siria, un mes despu¨¦s de hacerlo en Irak. A finales de 2015, Washington despleg¨® por primera vez en Siria a un peque?o grupo de soldados de ¨¦lite dedicados a asesorar a milicianos contrarios al ISIS. Sus funciones siempre han sido opacas como lo ha sido el aumento continuo del n¨²mero de efectivos sobre el terreno.