La injusticia contra los m¨¢s pobres de India: ¡°Le mataron como a un perro¡±
La decisi¨®n de revisar una ley que protege contra atrocidades a las castas bajas reabre el debate sobre la discriminaci¨®n positiva
¡°Le partieron los brazos delante de la escuela y quemaron sus extremidades antes de colgarle de un ¨¢rbol para que pareciese un suicidio¡±, relata Raju Aage, de 55 a?os, junto a la fotograf¨ªa de su hijo ahorcado. Nitil, naci¨® en una familia Mahar, una de las m¨²ltiples castas dalits ('intocables'), condenada a trabajar el campo sin poseer la tierra. Aunque sali¨® del c¨ªrculo de la pobreza y estudi¨®, su futuro se acab¨® a los 17 a?os; cuando empez¨® a tener trato con una chica de una casta superior en Jamkhed, 200 kil¨®metros al noreste de Bombay. En 2017, tres a?os despu¨¦s del brutal asesinato, el caso se cerr¨® con la absoluci¨®n de los acusados, entre ellos el hermano de la chica. ¡°Le mataron como a un perro y nadie va a hacer justicia¡±, resume el padre. El de Nitil no es un caso aislado en India. Seg¨²n datos de los ¨²ltimos a?os, se registra un crimen contra un 'intocable' cada 15 minutos y m¨¢s del 70% de los casos terminan con la absoluci¨®n de los acusados.
Discriminados durante milenios, los cerca de 160 millones de 'intocables' acaso sobreviven bajo la protecci¨®n de leyes dise?adas para equilibrar el trato desigual de una cultura que los condena a vidas inhumanas y denigrantes. Entre ellas, la Ley de Prevenci¨®n de Atrocidades contra Castas y Tribus; que estipulaba la detenci¨®n sin libertad bajo fianza de cualquier sospechoso de haber atacado a alguno de sus miembros. Sin embargo, el Tribunal Supremo de India decidi¨® revisar la norma el mes pasado. Las nuevas directrices establecen que los funcionarios p¨²blicos solo puedan ser arrestados con permiso de la autoridad que les nombr¨®, y que los empleadores privados ¨²nicamente puedan ser detenidos por orden del superintendente de polic¨ªa de la comisar¨ªa correspondiente. A principios de semana, miles de 'intocables' participaron en una ola de protestas violentas que causaron nueve muertos y numerosos altercados al norte del pa¨ªs, en estados con alta presencia de castas bajas y desempleo.
¡°La decisi¨®n del Tribunal no es discriminatoria de por s¨ª, pero se pone del lado de las castas altas hind¨²es. La gente ha perdido la paciencia y quieren demostrar su fuerza a una administraci¨®n de la que desconf¨ªan¡±, explica a El Pa¨ªs Prakash Y. Ambedkar, abogado y representante dalit. Ya a principios de 2018, el tambi¨¦n l¨ªder del partido nacional Bharipa Bahujan Mahasangh (BMM) llam¨® a una huelga estatal en Maharashtra a ra¨ªz de los incidentes violentos entre hind¨²es extremistas de castas altas y grupos de 'intocables'. Tras los disturbios, centenares de dalits fueron arrestados y ning¨²n miembro de las castas altas fue detenido. ¡°En este contexto, las decisiones judiciales solo a?aden m¨¢s le?a al fuego. La gente teme que esto sea el principio de pol¨ªticas orientadas a cambiar el sistema de reservas¡±, argumenta Ambedkar, nieto del c¨¦lebre l¨ªder dalit que consigui¨® incluir un modelo de protecci¨®n para los m¨¢s desfavorecidos en la constituci¨®n de India.
La lucha de los 'intocables' frente a la opresi¨®n de la mayor¨ªa es tan vieja como la propia democracia de India. El sistema de reservas de plazas para las castas bajas en las instituciones p¨²blicas, junto con prohibici¨®n constitucional de la discriminaci¨®n de los 'intocables' y la propia Ley de Prevenci¨®n de Atrocidades contra Castas y Tribus, son los principales baluartes legales que protegen a estas comunidades dentro de su democracia moderna frente a un sistema de opresi¨®n perpetuado por el hinduismo radical.
?Ante la ola de violencia y las cr¨ªticas de la oposici¨®n, el gobierno del partido Bharatiya Janata Party (BJP), que gobierna en coalici¨®n con grupos de extrema derecha hind¨² en algunos estados del norte del pa¨ªs, ha pedido al tribunal que revise su decisi¨®n. ¡°La decisi¨®n del gobierno es electoralista. No quieren perder los votos de estas comunidades para las pr¨®ximas elecciones pero desoyen a la mayor¨ªa¡±, critica antiguo miembro del partido gobernante Sudheendra Kulkarni. ¡°La decisi¨®n del tribunal solo intenta prevenir el mal uso de la misma sin reducir la necesaria protecci¨®n de los m¨¢s vulnerables. La idea de que se est¨¢ debilitando la ley es infundada¡±. Desde su tribuna en el diario local Indian Express, el comentarista pol¨ªtico y actual asesor del ex Primer Ministro Atal B. Vajpayee ha dado cuenta de algunos casos en los que la norma se us¨® para acusar y perseguir a personas que no hab¨ªan cometido ning¨²n delito.
Algunos sectores de la sociedad india entienden que la discriminaci¨®n positiva establecida por estas leyes fomenta mayor divisi¨®n. ¡°Hay muchas otras castas y comunidades que piden tener un sistema de reservas. Y sus demandas son justificadas porque sus miembros tambi¨¦n tienen dificultades para ser admitidos en colegios y empleos p¨²blicos¡±, insiste Kulkarni, quien considera que se ha reducido significativamente las pr¨¢cticas discriminatorias hacia los intocables en India.
Lejos de reducirse, los cr¨ªmenes registrados contra dalits aumentan cada a?o. Seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Oficina Nacional de Registro Criminal (NCBR, en sus siglas en ingl¨¦s), hubo 40,801 denuncias de delitos de este tipo en 2016; un 5,5% m¨¢s que el a?o anterior. Peor a¨²n son las cifras relacionadas con las mujeres de estas minor¨ªas, que concentran la mayor parte de los cr¨ªmenes en una sociedad tan segregada como machista. ¡°Las violaciones, los abusos, las venganzas familiares, impunidad y la falta de acceso a la educaci¨®n son constantes. El gobierno no hace m¨¢s que agravar la situaci¨®n de marginaci¨®n en que vivimos¡±, se queja Asha Kowtal, l¨ªder del Movimiento en Defensa de la Mujer Dalit (AIDMAM, por sus siglas en hindi).
Aunque los datos de las denuncias puedan ser un reflejo de una mayor concienciaci¨®n social y efectividad de la ley, la aceptaci¨®n de las castas m¨¢s bajas en India sigue siendo un problema. Seg¨²n la encuesta sobre desarrollo humano realizada por el Consejo Nacional de Investigaci¨®n Econ¨®mica en 2015, el 27% de las casas del pa¨ªs (un tercio, en el caso de los hogares hind¨²es) mantienen pr¨¢cticas de discriminaci¨®n hacia los 'intocables' y solo un 5% de la poblaci¨®n se atreve a contraer matrimonios entre diferentes castas.
Los expertos coinciden en el reto de crear m¨¢s justicia econ¨®mica y social para toda la sociedad. ¡°Hay que preguntarse por qu¨¦ los bienes de consumo tienen unos precios tan bajos en India. Esto se debe a los salarios inhumanos que las castas bajas reciben por su trabajo. El deshumanizador sistema de castas ha encontrado su mejor aliado en el sistema econ¨®mico¡±, argumenta, Paul Divakar, presidente de la Campa?a Nacional para los Derechos de los Dalits (NCDHR, por sus siglas en ingl¨¦s), quien planea nuevas manifestaciones. ¡°No vamos a parar en nuestras demandas. Las leyes de defensa de los derechos de los dalits es uno de los mayores logros de nuestra lucha por la emancipaci¨®n. Esto es un nuevo retroceso de la democracia india¡±.
Los baluartes legales de los desfavorecidos en India: el sistema de reservas
La abolici¨®n de las castas, la Ley de Prevenci¨®n de Atrocidades contra Castas y Tribus, y el sistema constitucional de reservas son los principales mecanismos legales de protecci¨®n de los marginados en India.
Despu¨¦s de ver India post-colonial partida en diferentes naciones a causa de la ambici¨®n pol¨ªtica de algunos dirigentes, de la que naci¨® Pakist¨¢n y Bangladesh, Gandhi se opuso con vehemencia a conceder a los 'intocables' privilegios similares a los que tuvieron en su momento los musulmanes. Los Acuerdos de Pune (1932) ratificaron su postura: un modelo de esca?os reservados para los representantes de los dalits, pero elegidos por todos los votantes. El ic¨®nico l¨ªder dalit, B. R. Ambedkar, se pleg¨® a la voluntad de Gandhi.
Sin embargo, Ambedkar, primer 'intocable' en alcanzar puestos de poder y padre de la constituci¨®n india, dise?¨® los art¨ªculos de la carta magna que habr¨ªan de salvaguardar a su comunidad as¨ª como un sistema de reservas que garantizase el acceso igualitario de los m¨¢s desfavorecidos del pa¨ªs a las instituciones p¨²blicas. As¨ª, las escuelas, universidades y empleos p¨²blicos deben reservar el 15% de sus puestos para las castas m¨¢s bajas del pa¨ªs (SC), el 7,5% para las tribus (ST), y el 27% para miembros de clases desfavorecidas (OBC).
Sin embargo, los ¨²ltimos datos del informe la Comisi¨®n Nacional de las Castas, demuestran ni siquiera el 1% de las familias pertenecientes a estas comunidades tienen empleos p¨²blicos mientras que la educaci¨®n de los 'intocables' contin¨²a estando por debajo de la ya pobre media nacional.
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