El ultranacionalista serbio Seselj, condenado en apelaci¨®n por cr¨ªmenes contra la humanidad
Los jueces de La Haya le condenan a 10 a?os de c¨¢rcel, pero los 11 a?os ya pasados en custodia superan la pena
Vojislav Seselj, el l¨ªder ultranacionalista serbio, es un hombre libre. Los jueces del Mecanismo de Naciones Unidas para los Tribunales Penales Internacionales (MICT, en sus siglas en ingl¨¦s)?lo han condenado en apelaci¨®n este mi¨¦rcoles a 10 a?os de c¨¢rcel por cr¨ªmenes contra la humanidad cometidos en las guerras de los Balcanes. Sin embargo, al haber pasado 11 en custodia, no regresar¨¢ a la celda. La Fiscal¨ªa hab¨ªa apelado el fallo de 2016, que absolv¨ªa a Seselj al no haberse relacionado sus soflamas contrarias a la poblaci¨®n no serbia, con la limpieza ¨¦tnica posterior. El MICT es el sucesor del Tribunal para la antigua Yugoslavia (TPIY), encargado de cerrar las apelaciones de los casos.
Theodor Meron, presidente de la sala, ha se?alado que ¡°s¨ª hubo llamamiento claro a la limpieza ¨¦tnica¡± en un discurso pronunciado por el pol¨ªtico en la regi¨®n serbia de Voivodina. All¨ª pidi¨® ¡°la expulsi¨®n de los croatas, y las consecuencias de sus palabras fueron inmediatas¡±. De ah¨ª la condena de 10 a?os de c¨¢rcel. El resto de la apelaci¨®n ha sido rechazado. Seselj, que es hoy diputado del Parlamento serbio, se entreg¨® en 2003 al TPIY. Su exculpaci¨®n en 2016, en primera instancia, fue una de las mayores sorpresas de la historia de este Tribunal: estaba acusado de reclutar y financiar a voluntarios y de incitarlos a la tortura y el asesinato durante las guerras de independencia de las antiguas rep¨²blicas de la extinta Federaci¨®n Yugoslava. Los fiscales, que ve¨ªan en sus palabras ¡°el apoyo moral necesario para la comisi¨®n de cr¨ªmenes contra la poblaci¨®n no serbia¡±, calificaron de ¡°verg¨¹enza¡± la decisi¨®n judicial.
Adem¨¢s del choque entre jueces y fiscales, el paso del l¨ªder serbio por el TPIY presenta a¨²n otra sombra. Con el primer juicio abierto, Seselj fue puesto en libertad en 2014 por razones humanitarias para tratarse un c¨¢ncer de colon. Tras 11 a?os de c¨¢rcel durante los cuales torpede¨® el proceso con huelgas de hambre y desacato, march¨® a Belgrado. Estaba obligado a regresar a La Haya, sede de la corte, pero no lo hizo. Es m¨¢s, en 2015 asegur¨® que ¡°nunca lo har¨ªa, al menos por voluntad propia¡±. La Fiscal¨ªa se opuso siempre a su marcha, pero los jueces le dejaron salir a condici¨®n de que ¡°no se pusiera en contacto con testigos, o v¨ªctimas, de los cargos que se le imputaban¡±. Cuando le dejaron libre, fue el primer sorprendido. Esperaba entre 25 y 28 a?os de c¨¢rcel. En la tranquilidad de su patria, asegur¨® que su libertad ¡°era la ¨²nica decisi¨®n posible¡±.
Seselj fue comunista antes de abogar con vehemencia por la Gran Serbia, que abarcar¨ªa Kosovo, Macedonia, Bosnia, Montenegro y gran parte de Croacia. En 1984 pas¨® dos a?os en la c¨¢rcel por una serie de proclamas nacionalistas contrarias al r¨¦gimen comunista del momento. En 1990, fund¨® el Movimiento Chetnik de Serbia (los chetniks eran guerrilleros nacionalistas serbios que colaboraron con los nazis y estaban prohibidos en la antigua Yugoslavia). Se present¨® a las elecciones presidenciales estando preso por segunda vez, y aunque gan¨® pocos votos, al salir era ya un pol¨ªtico famoso. Eso le permiti¨® fundar en 1991 el Partido Radical Serbio, de extrema derecha.
Durante la desintegraci¨®n de Yugoslavia habl¨® en p¨²blico de ¡°expulsar a los croatas de su propia tierra, y de Serbia¡±. La Fiscal¨ªa le acus¨® en 2003 de la deportaci¨®n de miles de civiles no serbios y del asesinato de unos 905 bosnios y croatas. En el curso del primer juicio en su contra, mostr¨® su desprecio hacia los jueces neg¨¢ndose a levantarse en su presencia. ¡°?Ponerme en pie por ustedes, la hez de la Tierra? Imposible, yo soy un duque chetnik¡±, dijo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.