EE UU urge a cerrar un acuerdo sobre el TLC antes de las presidenciales mexicanas

Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos, est¨¢ en Lima para convencer a los latinoamericanos de que, a pesar de la ausencia de Donald Trump por la crisis en Siria, el presidente considera la regi¨®n como una absoluta prioridad, mucho m¨¢s ahora que est¨¢ a punto de estallar su guerra comercial con China. Ross recibi¨® a un peque?o grupo de siete periodistas en Lima y en cada respuesta evidenciaba un enorme recelo hacia Pek¨ªn que contrastaba con su entusiasmo por agradar a los latinoamericanos. La mano derecha de Trump para asuntos comerciales se mostr¨® ¡°optimista¡± sobre la posibilidad de firmar en mayo un nuevo acuerdo sobre el Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLC) y explic¨® que la situaci¨®n pol¨ªtica obliga a hacerlo ahora.

¡°Hemos dejado lo m¨¢s dif¨ªcil de la negociaci¨®n para el final. Ahora estamos en lo m¨¢s dif¨ªcil, pero a medida que logramos superarlo hay optimismo. Tenemos una realidad: en junio hay elecciones provinciales en Canad¨¢; en julio, presidenciales en M¨¦xico; en noviembre, [comicios] de mitad de mandato en Estados Unidos. Si no lo hacemos en las pr¨®ximas semanas, va a ser muy dif¨ªcil llegar a un acuerdo hasta despu¨¦s de las elecciones. Ser¨ªa muy dif¨ªcil para los negociadores soportar la presi¨®n pol¨ªtica en plena campa?a¡±, insisti¨® para animar a que se alcance un acuerdo cuanto antes. Ross se ver¨¢ con casi todos los socios latinoamericanos importantes en Lima, y es probable que tambi¨¦n lo haga con M¨¦xico.

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Ross, un duro que no le tiene miedo a la guerra comercial, en todo momento dej¨® claro que ellos tienen un problema muy serio con China pero ninguna con Latinoam¨¦rica. Al contrario, consideran mucho m¨¢s justo el comercio con esta regi¨®n: ¡°Creemos en el comercio justo, pero es como un unicornio en el jard¨ªn, una idea bonita pero muy dif¨ªcil de encontrar. China es el pa¨ªs m¨¢s proteccionista del mundo, EE UU no. China y la Uni¨®n Europea tienen muchas m¨¢s barreras que nosotros¡±, subray¨® en la v¨ªspera del pistoletazo de salida de la Cumbre de las Am¨¦ricas.

El secretario de Comercio estadounidense discute la idea que Pek¨ªn le haya ganado la mano a Washington en Latinoam¨¦rica, un lugar que hist¨®ricamente ha controlado y en el que ahora ha entrado tambi¨¦n en disputa con la segunda potencia mundial, que ya le hace sombra en pr¨¢cticamente todos los frentes econ¨®micos y de influencia geopol¨ªtica. ¡°Cuando se miran los n¨²meros ves que se habla m¨¢s de lo que hay en realidad. Adem¨¢s, ellos est¨¢n concentrados en comprar materias primas, nosotros productos acabados, que crean mucho m¨¢s empleo. El 79% de nuestras compras en Latinoam¨¦rica son manufacturas. Nosotros exportamos m¨¢s a la regi¨®n que a China. Esta regi¨®n es clave desde el punto de vista econ¨®mico e hist¨®rico para EE UU¡±, remat¨® con la clara intenci¨®n de cambiar la imagen de la administraci¨®n Trump en Latinoam¨¦rica, donde varios pa¨ªses han recibido con mucha inquietud su apuesta por el proteccionismo. Ross ha venido a Lima a dejar claro que la guerra no es con ellos, sino con China.

La idea de que el nuevo TLC est¨¢ mucho m¨¢s cerca de lo que parece lleva semanas flotando. En ese lapso, la delegaci¨®n estadounidense ha rebajado sustancialmente sus pretensiones iniciales en el sector automotor y ha permitido un acercamiento de posturas que se cre¨ªa imposible hace no tanto tiempo. Dej¨® caer su exigencia de que el 50% de los componentes que se emplean en la fabricaci¨®n de los autom¨®viles que se producen en la regi¨®n fuesen de origen estadounidense y este jueves ha eliminado tambi¨¦n, seg¨²n ha podido confirmar EL PA?S en fuentes cercanas a la industria automotriz norteamericana. Pero han a?adido una traba adicional: un nuevo m¨¦todo de c¨¢lculo que premie las autopartes que se produzcan en zonas de salarios altos ¡ªEE UU y Canad¨¢¡ª, que perjudicar¨ªa los intereses de M¨¦xico.

El Gobierno mexicano, a trav¨¦s del secretario (ministro) de Econom¨ªa, Ildefonso Guajardo, tambi¨¦n ha dejado caer en los ¨²ltimos d¨ªas la idea que un preacuerdo est¨¢ al alcance de la mano y ha fijado en un 80% la probabilidad de que el trato pueda cerrarse en la primera semana de mayo o antes.? Para M¨¦xico en su conjunto, el acuerdo comercial es clave: ocho de cada 10 d¨®lares que recibe en concepto de exportaciones proviene de EE UU y Washington es, por mucho, el primer inversor en suelo mexicano. A menor escala, para el PRI, el partido hegem¨®nico en M¨¦xico, ser¨ªa vital llegar a las elecciones de julio con un acuerdo bajo el brazo: las encuestas dejan a su candidato, Jos¨¦ Antonio Meade, relegado a un discreto tercer lugar a gran distancia del puntero, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (Morena, izquierda), y la luz verde al nuevo TLC ser¨ªa un golpe de efecto en el tramo final de campa?a. De ah¨ª que hayan pisado el acelerador ante la cercan¨ªa de la cita con las urnas.

Pese al reciente acercamiento, sin embargo, las posiciones siguen distantes en varios frentes. "Todo sigue siendo muy incierto", dice Luz Mar¨ªa de la Mora,?ex jefa de unidad de Negociaciones Comerciales Internacionales en la Secretar¨ªa de Econom¨ªa mexicana. "Resulta extremadamente dif¨ªcil, hasta iluso, se?alar que vamos a llegar a un principio acuerdo. En negociaciones comerciales, necesitas terminar por completo para anunciar un acuerdo definitivo. Y los temas que faltan son muchos y muy importantes". De la Mora ve en las reglas de origen el mayor escollo en las conversaciones, pero subraya que hay "muchos otros temas" que todav¨ªa no est¨¢n listos. "Fijar un l¨ªmite temporal [como ha hecho Ross] es una forma de presionar a M¨¦xico y Canad¨¢. Sigue habiendo mucha incertidumbre y los mensajes de Trump siguen siendo totalmente contradictorios. T¨¦cnicamente todav¨ªa hay mucho trabajo por hacer". El acuerdo est¨¢ m¨¢s cerca que hace solo un mes, pero todav¨ªa queda mucha tela que cortar.