No era la mayor atrocidad de El Asad
Barriles bomba, bombardeos en zonas civiles, ejecuciones sumarias e incluso ataques qu¨ªmicos m¨¢s letales no motivaron en los ¨²ltimos siete a?os la intervenci¨®n directa contra el r¨¦gimen sirio
El uso de sustancias qu¨ªmicas como arma de guerra est¨¢ prohibido. Eso est¨¢ claro. As¨ª es desde hace casi un siglo, con la firma del protocolo de Ginebra de 1925 en el seno de la Sociedad de Naciones. El doctor Johnny Nehme, experto en la materia del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja, explicaba los motivos tras el ¨²ltimo ataque en Duma (Guta Orienta, Siria): su naturaleza es indiscriminada, mata o desfigura a cualquiera, est¨¦ o no implicado en el conflicto, adem¨¢s de provocar heridas con efectos de por vida, posteriores incluso a la propia batalla. "Fabricar o usar un arma que impide a la gente utilizar el aire, respirar, se consider¨® demasiado horrible o da?ino", se?al¨® Nehme. Por eso Donald Trump, Theresa May o Emmanuel Macron situaron su uso como l¨ªnea roja antes de bombardear. Pero siete a?os de guerra han dejado en Siria ataques tan o m¨¢s indiscriminados que el ¨²ltimo en Duma (al menos 60 muertos). Tambi¨¦n con armas qu¨ªmicas. Como ejemplo, la cuenta que hizo el pasado 13 de abril Nikki Haley, embajadora de EE UU en la ONU: Washington estima que el r¨¦gimen sirio ha atacado 50 veces con su arsenal qu¨ªmico. Pero hasta ahora, la aviaci¨®n norteamericana solo atac¨® dos veces a sus instalaciones militares.
Haley culp¨® de ese medio centenar de ataques a Bachar el Asad, algo que, por ejemplo, no llega a hacer por falta de pruebas Naciones Unidas. Seg¨²n la informaci¨®n recogida por la ONU a enero de 2018, en los ¨²ltimos cinco a?os se perpetraron 34 ataques con armas qu¨ªmicas. En algunos casos, documenta que la munici¨®n cay¨® desde helic¨®pteros, y eso solo pudo hacerlo el r¨¦gimen sirio. Entre los ataques de este tipo est¨¢ el que asol¨® Guta ya en agosto de 2013. Se us¨® gas sar¨ªn, un agente que ataca el sistema nervioso. Fue entonces, con una cifra de muertos en torno a los 1.500, cuando la Administraci¨®n de Barack Obama puso sobre la mesa una posible intervenci¨®n que golpear¨ªa precisamente el potencial militar de El Asad vinculado al uso de armas qu¨ªmicas. Esa operaci¨®n no tuvo lugar. Mosc¨² intervino en su contra y el ascenso imparable del Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) disuadi¨® finalmente de llevar a cabo cualquier operaci¨®n contra el potencial de defensa sirio. Al menos Damasco llev¨® a cabo la eliminaci¨®n de su arsenal ¡ªde forma parcial a tenor de los ¨²ltimos ataques¡ª, con la supervisi¨®n de la Organizaci¨®n de la ONU para la Prohibici¨®n de Armas Qu¨ªmicas (OPAQ).
Hay m¨¢s cuentas: el ataque en Duma no es ni de cerca el m¨¢s documentado. Hay m¨¢s pruebas de los bombardeos efectuados con armas qu¨ªmicas que le precedieron solo en 2018. El proyecto de investigaci¨®n period¨ªstica online Bellingcat document¨® otros cuatro ataques con estos agentes en Duma o alrededores (11 de enero, 22 de enero, 1 de febrero y 25 de febrero). Con Bellingcat ha colaborado Syrian Archive, uno de los colectivos de activistas de derechos humanos que mejor ha recogido evidencias de las atrocidades del r¨¦gimen de El Asad. Syrian Archive cuenta con una base de datos de 201 ataques qu¨ªmicos cometidos en el pa¨ªs ¨¢rabe entre 2012 y 2018.
Como se?alaba Nehme, la naturaleza indiscriminada de un arma es lo que lleva a que se proh¨ªba su uso, como sucedi¨® con las armas de racimo. El r¨¦gimen de El Asad se ha cebado en la utilizaci¨®n de barriles bomba: bidones lanzados desde helic¨®pteros, imprecisos y cargados de explosivos, combustible, clavos, tornillos y otros materiales que multipliquen el alcance y dolor. Las calles amontonadas de la ciudad de Alepo sufrieron el golpe de estos barriles durante los cinco a?os de asedio del r¨¦gimen con cientos de civiles muertos a sus espaldas. La Syrian Network of Human Rights (Red Siria de Derechos Humanos) ha documentado que desde julio de 2012 y hasta diciembre de 2017, el Ej¨¦rcito sirio lanz¨® no menos de 68.334 barriles. M¨¢s de medio millar cayeron sobre zonas civiles vitales, como centros de salud, mezquitas, colegios y mercados. Seg¨²n este colectivo, este arma mat¨® en ese periodo a 10.763 civiles, entre ellos 1.734 ni?os y 1.689 mujeres.
Pero hay m¨¢s pruebas del car¨¢cter indiscriminado del r¨¦gimen en la guerra abierta hace siete a?os ante el que las potencias internacionales no han actuado, salvo en ocasiones contadas ¡ªal ataque comandado por EE UU este domingo le precede el del 7 de abril de 2017 en represalia por el uso de armas qu¨ªmicas en Jan Seij¨²n¡ª. Se desconoce la cifra exacta de presos ejecutados de forma sumaria en las c¨¢rceles del r¨¦gimen, pero seg¨²n el trabajo de organizaciones como Amnist¨ªa Internacional y Human Rights Watch, alrededor de 100.000 personas han desaparecido en los ¨²ltimos siete a?os a manos de los militares sirios. Miles de esas personas acabaron en los ficheros de la inteligencia siria, que gracias a una filtraci¨®n, ahora estudia la justicia alemana.?
Todos estos supuestos cr¨ªmenes, contrarios al derecho internacional como el uso de sustancias qu¨ªmicas en la guerra, no han sido sin embargo represaliados, como s¨ª lo fue en la noche del viernes el ¨²ltimo ataque en Duma, localidad a la que todav¨ªa no ha llegado la misi¨®n de la OPAQ para investigar el ataque con sustancias qu¨ªmicas.
Especial | Ataque a Siria
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