Los mayores controles propician una ca¨ªda r¨¦cord en la prescripci¨®n de opi¨¢ceos en Estados Unidos

Hay buenas noticias en medio del dram¨¢tico panorama de la epidemia de muertes por opi¨¢ceos en Estados Unidos. Los mayores controles de gobernantes y m¨¦dicos propiciaron el a?o pasado un descenso r¨¦cord en la emisi¨®n de recetas de f¨¢rmacos con opioides. Las prescripciones cayeron un 12% en 2017, seg¨²n un informe publicado este jueves por un instituto cient¨ªfico de la multinacional m¨¦dica Iqvia. Es el mayor descenso desde 1992, cuando se inici¨® la serie estad¨ªstica.

EE UU vive en los ¨²ltimos a?os una dur¨ªsima introspecci¨®n para tratar de entender por qu¨¦ las muertes anuales por sobredosis han superado a las de accidentes de tr¨¢fico o las de soldados ca¨ªdos en m¨¢s de una d¨¦cada de guerra en Vietnam. El gran culpable es la proliferaci¨®n a partir de los a?os noventa de recetas de opi¨¢ceos como potentes analg¨¦sicos contra el dolor. La enorme adicci¨®n de esos f¨¢rmacos ha atrapado a millones de personas. Cuando se quedaron sin recetas o las dosis les parec¨ªan insuficientes, la mayor¨ªa empez¨® a pincharse con hero¨ªna o a usar peligrosos derivados, como fentanilo. Al margen de la escasez de controles de las autoridades, muchas miradas apuntan a la actuaci¨®n de doctores y sobre todo de farmac¨¦uticas, que afrontan una avalancha de demandas, acusadas de enga?ar sobre el potencial de adicci¨®n de sus productos.

En 2016, el ¨²ltimo a?o con cifras completas, murieron 63.632 estadounidenses por sobredosis, seg¨²n datos oficiales. Es un 21,5% m¨¢s que el a?o anterior. Un 66% fallecieron por abusar de opi¨¢ceos obtenidos con o sin receta. La ferocidad de la epidemia (m¨¢s de 150 muertos al d¨ªa) ha rebajado la esperanza de vida en EE UU y ha costado al Gobierno estadounidense cerca de un bill¨®n de d¨®lares desde 2001.

La evoluci¨®n de las prescripciones m¨¦dicas en el ¨²ltimo cuarto de siglo se asemeja a la forma de una monta?a. De 1992 a 2011 la emisi¨®n de recetas fue creciendo progresivamente: pasando de 22 pastillas por adulto al a?o a 72 pastillas, seg¨²n los datos de Iqvia, que se miden por el equivalente a cantidad de morfina por miligramo. A partir de 2011, cuando se alcanz¨® el pico en el n¨²mero de recetas de opi¨¢ceos, la cifra ha ido cayendo progresivamente, hasta 52 pastillas por adulto en 2017.

El informe atribuye el descenso a ¡°cambios en el uso cl¨ªnico¡± fruto de las modificaciones regulatorias que han restringido la emisi¨®n de recetas desde 2012. El a?o pasado, no solo se prescribieron menos f¨¢rmacos con opi¨¢ceos sino que los que se dieron ten¨ªan una menor duraci¨®n y potencia, rebajando por tanto el riesgo de adicci¨®n.

Se estima que EE UU consume un 30% de todos los opi¨¢ceos en el mundo cuando supone poco m¨¢s del 4% de la poblaci¨®n mundial. El principal desaf¨ªo para las autoridades es evitar que las personas que dejan de tener recetas de f¨¢rmacos se hagan adictas y prevenir las sobredosis de aquellas que ya se hayan pasado a la hero¨ªna o al fentanilo.

La Administraci¨®n de Donald Trump declar¨® el pasado octubre la epidemia de muertes por opi¨¢ceos una ¡°emergencia de salud p¨²blica¡±. El presidente ha amenazado con aplicar la pena de muerte a narcotraficantes y con que el Gobierno federal se una a las m¨¢s de 400 demandas judiciales de Estados y ciudades contra los grandes productores de opi¨¢ceos. Las autoridades federales y la mitad de los 50 Estados del pa¨ªs han impuesto nuevas restricciones a la venta de analg¨¦sicos. M¨¦dicos y farmacias tambi¨¦n han tomado medidas para reducir el uso de opi¨¢ceos. Pero de fondo aflora el temor de que se tarde muchos a?os en lograr superar la tragedia actual.