El presidente italiano aprieta al PD para participar en un Gobierno

El presidente de la Rep¨²blica italiana, Sergio Mattarella, contin¨²a sin encontrar la soluci¨®n para el rompecabezas pol¨ªtico salido de las elecciones del 4 de marzo. Tras el fracaso del posible acuerdo entre el centroderecha y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), este lunes encarg¨® al presidente de la C¨¢mara de Diputados, Roberto Fico, que explore las posibilidades de ¨¦xito de un posible Ejecutivo entre los grillinos y el Partido Democratico (PD).

Mattarella amaneci¨® con la jaqueca de un lunes de resaca electoral tras los comicios de Molise y la repetitiva perspectiva de otra complicada semana por delante para dise?ar el encaje de los partidos en un posible Gobierno. De modo que, para evitar su particular d¨¦j¨¤ vu pol¨ªtico, cambi¨® de tercio radicalmente y abri¨® la partida a la izquierda. Roberto Fico, presidente de la C¨¢mara de Diputados, uno de los exponentes m¨¢s a la izquierda del Movimiento 5 Estrellas y rival de Luigi Di Maio en la contienda preelectoral, ser¨¢ el encargado esta vez de sondear las posibilidades reales de un acuerdo. Tiene tiempo hasta el jueves, cuando deber¨¢ volver a subir al Palacio del Quirinal y dar el parte de sus pesquisas.

Esta siempre ha sido la posibilidad preferida de Mattarella, que no terminaba de ver con buenos ojos la inclusi¨®n de Matteo Salvini, l¨ªder de La Liga, en un Ejecutivo, y la de los mercados, que priorizan cualquier escenario al de dos partidos antiestablishment formando Gobierno. Pero Matteo Renzi, violentamente enfrentado al M5S y a su l¨ªder, ha obstaculizado firmemente las negociaciones entre los grillinos y el partido del que fue secretario general hasta las elecciones. Ahora, su l¨ªder provisional, el ministro de Agricultura, Maurizio Martina, se aviene a mantener conversaciones ¡°si terminan las ambig¨¹edades del M5S y las dobles negociaciones con el PD y La Liga¡±.

Pero las ambig¨¹edades, la posibilidad de negociar con ambos partidos y pescar votantes en dos caladeros situados en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas, son parte del ADN fundacional del M5S. Salvini lo sabe perfectamente y no se tom¨® a broma el cambio de tornas propuesto por Mattarella. Muy bien recibido, en cambio, por Di Maio. ¡°Har¨¦ de todo para que no tenga lugar esta tomadura de pelo¡±, lanz¨® el l¨ªder del partido xen¨®fobo y euroesc¨¦ptico.

Pero el tiempo de La Liga empieza a terminarse. Especialmente si se empe?a en mantenerse unida a Forza Italia ¡ªBerlusconi asegur¨® la semana pasada que la gente de M5S solo servir¨ªa para limpiar retretes en su empresa¡ª con tal de priorizar la absorci¨®n de su electorado a la formaci¨®n de un Gobierno. El domingo por la tarde, Mattarella estuvo esperando en balde alguna novedad de ¨²ltima hora procedente de La Liga para solucionar un problema que, tarde o temprano, puede dejarle tambi¨¦n a ¨¦l en mal lugar. De hecho, fuentes cercanas al Quirinal mostraban ya su irritaci¨®n estos d¨ªas por la falta de acuerdos y el tacticismo desplegado por el centroderecha y el M5S. ¡°He esperado otros tres d¨ªas para constatar eventuales novedades publicas, expl¨ªcitas y significativas en los acuerdos de los partidos. Pero estas novedades no han aparecido¡±, subray¨® Mattarella durante su conversaci¨®n con Fico. Una situaci¨®n hostil para el principal objetivo del presidente: evitar la repetici¨®n electoral que se celebrar¨ªa el pr¨®ximo oto?o.