La crisis de la frontera y los errores de Len¨ªn Moreno

La crisis de la frontera sur de Colombia o la norte Ecuador deja un saldo complejo. Por los lados del Ecuador dos periodistas y un conductor del diario El Comercio fueron asesinados y a¨²n no se han rescatado sus cuerpos. Adem¨¢s, d¨ªas despu¨¦s, dos comerciantes fueron secuestrados. Hechos que se suman a un lista de otras siete acciones armadas por parte de grupos criminales en territorio ecuatoriano. Por los lados de Colombia, lo que se vive en la zona de frontera es una verdadera guerra civil. Un reacomodamiento criminal, cuyo balance es que de 242 municipios donde antes operaban las FARC, hay un grupo de 76 municipalidades con problemas serios de seguridad, derivado de un copamiento criminal por parte de organizaciones ilegales. Once de esos 76 municipios se ubican muy cerca o en la frontera entre Colombia y Ecuador.

Lo que ha venido luego de la crisis de seguridad es una seguidilla de errores por parte de ambos Gobiernos. Por un lado, Len¨ªn Moreno opt¨® por tres estrategias. En primer lugar, militariz¨® la frontera, env¨ªo tanquetas, carros militares y sobre-vuelos. Algo parad¨®jico, pues las tanquetas no sirven para esa zona, no se pueden hacer con ellas operaciones en profundidad y hubo una nula coordinaci¨®n con las Fuerzas Militares colombianas. La segunda l¨ªnea estrat¨¦gica fue abrir un canal de comunicaci¨®n con el Frente Oliver Sinisterra, que fue el responsable de los secuestros. La idea era generar una negociaci¨®n para la liberaci¨®n de las personas sin recurrir a operaciones militares. Es decir, la militarizaci¨®n de la frontera no signific¨® operativos a profundidad, sino m¨¢s bien una presi¨®n psicol¨®gica.

Tal vez este fue el principal error del presidente Moreno, quien decidi¨® que un Estado como el Ecuador entablaba un di¨¢logo directo con una organizaci¨®n criminal, es decir, se le dio una interlocuci¨®n valida y oficial a un grupo de narcotraficantes. Como era l¨®gico, una vez se sabe de la muerte de los periodistas y el conductor, el Frente Oliver Sinisterra comienza su estrategia de chantaje y secuestra otros dos ciudadanos ecuatorianos: con ello, pretende mantener el canal de comunicaci¨®n abierto y el Estado ecuatoriano termina preso de una organizaci¨®n criminal de 80 personas.

La tercera estrategia se conoce d¨ªas despu¨¦s de comenzar la crisis y es que reaccionando en caliente, el presidente Moreno decide no alojar m¨¢s en su territorio los di¨¢logos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla del ELN, al menos mientras esta guerrilla no cese las acciones armadas. Adem¨¢s, da por terminado el papel de garante del Ecuador en la negociaci¨®n. A este respecto caben varias consideraciones. Por ejemplo, el ELN y el Gobierno colombiano estaban muy cerca de firmar un cese al fuego bilateral, lo cual detendr¨ªa las acciones del ELN en toda Colombia. Se calculaba que estaban a una o dos semanas de cerrar un acuerdo: es decir, el Gobierno del Ecuador decide terminar su papel en los di¨¢logos por algo que estaba a unos d¨ªas de lograrse. Adem¨¢s, el ELN no ten¨ªa nada que ver con los secuestros en la frontera, y si bien hacen presencia en algunos municipios del departamento de Nari?o en Colombia, no hab¨ªan hecho ninguna acci¨®n armada en territorio ecuatoriano. Por ¨²ltimo, Ecuador pudo haber aprovechado su papel en los di¨¢logos para presionar a Colombia en temas de coordinaci¨®n militar en la frontera, para mejorar su papel a nivel internacional e incluso para atraer la solidaridad internacional, pero de un momento a otro lo echa todo a la caneca de la basura.

Pero tal vez lo que m¨¢s sorprende del presidente Moreno es la informaci¨®n que posee sobre lo que sucede en la frontera norte de su pa¨ªs y sobre las din¨¢micas criminales de esa zona. Por ejemplo, manifest¨® que las disidencias eran el brazo armado de las FARC o su retaguardia, algo absolutamente falso. Adem¨¢s, nunca habl¨® de la presencia de carteles del narcotr¨¢fico mexicano con emisarios directos en la frontera, lo cual es una de las causas principales de la violencia contra las instituciones ecuatorianas. Es decir, demostr¨® que el sistema de inteligencia de su pa¨ªs tiene unas deficiencias muy grandes o que no le est¨¢n diciendo la verdad. Cualquiera de las dos opciones es grav¨ªsima. En fin, varios errores ha mostrado el Gobierno ecuatoriano. Pero por los lados del Gobierno colombiano la situaci¨®n es bastante similar. Un desastre el manejo de la crisis fronteriza.