Dos heridos tras un ataque a tiros contra seguidores de Lula da Silva
Un desconocido abri¨® fuego contra un campamento de simpatizantes del expresidente, cerca de la prisi¨®n donde cumple condena por corrupci¨®n
El agresivo clima que se ha instalado en la pol¨ªtica brasile?a volvi¨® a estallar en la madrugada de este s¨¢bado con un episodio violento, de nuevo con seguidores del expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva como objetivo. Dos personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad, despu¨¦s de que un desconocido atacase a tiros el campamento que simpatizantes de Lula han instalado en la ciudad de Curitiba, en el Estado de Paran¨¢, cerca de la prisi¨®n donde el l¨ªder del Partido de los Trabajadores (PT) comenz¨® a cumplir el pasado d¨ªa 7 una condena a 12 a?os? por corrupci¨®n. Es el segundo ataque con armas de fuego contra seguidores del expresidente en un mes: el 28 de marzo, con Lula a¨²n en libertad, un autob¨²s con integrantes de una caravana del PT fue alcanzado por tres disparos, tambi¨¦n en Paran¨¢. La comitiva de Lula, que estaba recorriendo el Estado, hab¨ªa sufrido en los d¨ªas anteriores varios actos de hostigamiento organizados principalmente por simpatizantes del l¨ªder ultraderechista Jair Bolsonaro.
Un hombre de 39 a?os, Jeferson Lima de Menezes, fue alcanzado en el cuello y hospitalizado en estado grave. Una mujer tambi¨¦n recibi¨® en el hombro el impacto de los casquillos, aunque sus heridas revisten menos importancia. Militantes del PT dijeron que fueron o¨ªdos al menos 20 disparos. La polic¨ªa de Curitiba ha revelado que tiene im¨¢genes del ataque captadas por una c¨¢mara de segruidad en la zona. El tirador fue un hombre que lleg¨® en un coche negro, aparc¨® en las inmediaciones y se acerc¨® a pie hasta el campamento, donde efectu¨® los disparos antes de huir. La polic¨ªa ha pedido la colaboraci¨®n ciudadana para intentar localiarlo, Los investigadores encontraron restos de balas de munici¨®n nueve mil¨ªmetros, de uso exclusivo en Brasil por las fuerzas armadas.
Al margen de los ataques contra militantes del PT, el episodio m¨¢s grave de esta ola de violencia pol¨ªtica en el pa¨ªs, sin precedentes en las ¨²ltimas d¨¦cadas, se produjo el pasado 14 de marzo en Rio de Janeiro, cuando fueron asesinados a tiros la concejal izquierdista y activista negra Marielle Franco y su ch¨®fer. Las investigaciones apuntan a las milicias que act¨²an en Rio, una especie de grupos paramilitares integrados principalmente por antiguos polic¨ªas y soldados. Todos esos episodios han coincidido con un creciente activismo pol¨ªtico del Ej¨¦rcito y la ascensi¨®n del exmilitar ultraderechista Bolsonaro ¡ªcon entre un 15% y un 20% de intenci¨®n de voto para las elecciones presidenciales del pr¨®ximo octubre¡ª, quien se ha negado a condenar esos ataques.
El campamento en apoyo al expresidente comenz¨® a ser montado por centenares de sus seguidores en las cercan¨ªas de la sede de la Superintendencia de la Polic¨ªa Federal de Curitiba, donde Lula ha empezado a cumplir su condena a la espera de que se decida otro posible destino para ¨¦l. Los acampados anunciaron que permanecer¨ªan all¨ª todo el tiempo que fuese necesario hasta que Lula sea puesto en libertad. Sostienen que no hay pruebas de los hechos por los que fue condenado?¡ªrecibir un apartamento en la playa como soborno de una constructora¡ª y que ha sido encarcelado por motivos pol¨ªticos. La presencia del campamento hab¨ªa suscitado el malestar de algunos vecinos de la zona y la justicia orden¨® que fuese levantado. Desde entonces, los militantes del PT y de movimientos sociales afines acampan en un terreno alquilado a aproximadamente 800 metros del lugar anterior.
El grupo acampado divulg¨® una nota denunciando que el ataque "es una cr¨®nica anunciada". Desde el d¨ªa que cambiaron su ubicaci¨®n, cumpliendo la demanda judicial, aseguran que ya hab¨ªan sido objeto de otros ataques menos graves. Los seguidores de Lula establecieron sus propios grupos de vigilancia, aunque ven¨ªan reclamando el apoyo de agentes y veh¨ªculos de la polic¨ªa, "como se estableci¨® en los acuerdos para el cambio de lugar". Despu¨¦s del ataque de este s¨¢bado, los acampados realizaron una protesta de cerca de una hora para pedir el fin de la violencia y la identificaci¨®n de los culpables. El PT de Paran¨¢ critic¨® tambi¨¦n al Gobierno del Estado, al que acus¨® de incumplir los acuerdos para "garantizar la seguridad" de los acampados.
La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, denunci¨® en una nota que "quien incita el odio contra la izquierda, contra los movimientos sociales, contra Lula y contra el PT, es responsable por esos disparos". "Otro ataque fascista", clam¨® el coordinador del programa electoral del partido y exalcalde de S?o Paulo Fernando Haddad. M¨¢s concreta fue una de las aliadas de Lula, la l¨ªder del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), Manuela D'?vila. En su cuenta de Twitter, la dirigente izquierdista record¨® que al d¨ªa siguiente del ataque anterior contra la caravana del expresidente, Bolsonaro fue sorprendido en un acto p¨²blico haciendo un gesto con un dedo, entre sonrisas, que simulaba un disparo contra un mu?eco con la imagen de Lula. "Qu¨¦ piensa ahora de esto? Callar¨¢ como en el episodio de Marielle?", cuestion¨® D' ?vila. Bolsonaro se ha negado reiteradamente a condenar el asesinato de Marielle Franco, que considera "una muerte m¨¢s" por la violencia en Rio "sin ning¨²n significado pol¨ªtico".?
Con el paso de las horas, la escalada verbal de algunos dirigentes del PT fue a m¨¢s y los focos se dirigieron contra el juez S¨¦rgio Moro, autor de la primera condena contra Lula e instructor de los casos de corrupci¨®n relacionados contra la petrolera p¨²blica Petrobras. La propia Hoffmann grab¨® un v¨ªdeo para declarar: "[Moro] tamb¨¦n tiene responsabilidad objetiva, as¨ª como los grandes medios,especialmente la Red Globo que, d¨ªa tras d¨ªa, incitan el odio contra Lula, contra el PT, y ocurren las cosas que estamos viendo aqu¨ª".
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