Muere el expresidente de Guatemala ?lvaro Arz¨²
El exmandatario, que fue el segundo pol¨ªtico de mayor influencia en la Guatemala contempor¨¢nea solo por detr¨¢s de R¨ªos Montt, ha fallecido este viernes a causa de un infarto
El expresidente de Guatemala ?lvaro Arz¨² Irigoyen, de 72 a?os, y actual alcalde de la capital muri¨® la tarde de este viernes de un infarto, mientras jugaba al golf en un exclusivo club de los suburbios de la capital. Seg¨²n la versi¨®n de quienes estaban jugando con ¨¦l, el ataque fue fulminante y los esfuerzos por reanimarlo resultaron in¨²tiles.
Arz¨² Irigoyen ocup¨® la Presidencia de Guatemala entre 1996 y 2000. Fue el mandatario que lleg¨® a un acuerdo de paz con la guerrilla de la Uni¨®n Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG, de inspiraci¨®n marxista), aunque sus adversarios pol¨ªticos lo responsabilizan de haberla boicoteado desde el momento mismo de firmarla, al no darle continuidad. Su Gobierno tambi¨¦n ser¨¢ recordado por la privatizaci¨®n de las empresas del Estado.
Se lleva a la tumba un secreto relacionado con el asesinato del obispo Juan Gerardi, ocurrido a menos de dos manzanas de la sede del entonces Estado Mayor Presidencial, fuerza nacida para la seguridad del mandatario y su familia y trastrocada en una suerte de polic¨ªa pol¨ªtica, encargada de eliminar a los enemigos del r¨¦gimen. Uno de los responsables de esa muerte, el capit¨¢n Byron Lima Oliva, asesinado en la prisi¨®n donde cumpl¨ªa con una pena de 20 a?os por ese asesinato, fue uno de los hombres m¨¢s cercanos y de confianza del entonces presidente.
Pero el recuerdo m¨¢s reciente, todav¨ªa en la retina de los guatemaltecos, es su enfrentamiento con el titular de la Comisi¨®n Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el magistrado colombiano Iv¨¢n Vel¨¢zquez, que tuvo uno de sus puntos ¨¢lgidos cuando la Fiscal¨ªa y la CICIG ofrec¨ªan una rueda de prensa para se?alar anomal¨ªas en las finanzas de la Alcald¨ªa. En esa ocasi¨®n, un Arz¨² fuera de s¨ª irrumpi¨® en el sal¨®n donde la fiscal Thelma Aldana y el comisionado Vel¨¢zquez informaban de los hallazgos y ped¨ªan que se le retirara la inmunidad como alcalde.
Fiel a su car¨¢cter, Arz¨² declar¨® una guerra sin cuartel a Iv¨¢n Vel¨¢zquez, a quien se refer¨ªa como ¡°el colombiano¡± y lanz¨® una frase lapidaria: ¡°Firm¨¦ la paz, pero tambi¨¦n puedo hacer la guerra¡±, espet¨® ante sus incondicionales en un mitin convocado de urgencia entre los empleados del ayuntamiento frente al palacio municipal.
Con Iv¨¢n Vel¨¢zquez como enemigo com¨²n se uni¨® muy fuertemente con el presidente Jimmy Morales, al grado de ser considerado el poder detr¨¢s del trono y el inspirador principal de la lucha de Morales por echar del pa¨ªs ya no solo a Vel¨¢zquez, sino tambi¨¦n a la CICIG.
La intolerancia fue uno de los rasgos m¨¢s marcados de su personalidad. Campechano y gran conversador con sus amigos, perd¨ªa los estribos a la menor contradicci¨®n. Las hemerotecas recogen sus peleas con la prensa, que se pueden resumir en una frase que acu?¨® para la posteridad: ¡°Al periodista, se le pega o se le paga¡±.
Su trayectoria pol¨ªtica nace y se desarrolla en el anticomunista Movimiento de liberaci¨®n nacional (MLN), cuyo m¨¢ximo l¨ªder, Mario Sandoval Alarc¨®n adopt¨®, con una ligera modificaci¨®n, el lema carlista ¡°Dios, patria, rey¡±, para convertirlo en ¡°Dios, patria, libertad¡±, que luego Arz¨² hizo propio con su Partido Unionista, que en las ¨²ltimas elecciones alcanz¨® un solo esca?o pero que logr¨® colocar a uno de sus hijos, ?lvaro Arz¨² Escobar, como presidente del Legislativo. Su himno de campa?a en las elecciones generales es una adaptaci¨®n muy sui g¨¦neris del Cara al Sol franquista.
Como ocurre con R¨ªos Montt, su muerte deja divididos a los guatemaltecos y habr¨¢ que esperar un tiempo para que sea la historia la que d¨¦ su veredicto definitivo con respecto a su mandato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.