¡°El futuro de la propaganda digital ser¨¢ mucho m¨¢s terror¨ªfico¡±

La investigadora de la Brookings Institution Alina Polyakova es una de las voces principales en un debate candente: la resistencia frente a la creciente amenaza digital de Rusia. Acaba de publicar junto con el exdiplom¨¢tico estadounidense Daniel Fried una lista de propuestas para Gobiernos, sociedad civil y compa?¨ªas de redes sociales con la que los dos expertos pretenden acelerar la respuesta occidental para evitar que el Kremlin y otros ¡°actores malignos¡± tomen la delantera en el nuevo campo de batalla. ¡°Es el momento de pasar a la acci¨®n¡±, dicen los autores. Recientemente, Polyakova present¨® su informe (Democratic Defense Against Disinformation, la defensa democr¨¢tica contra la desinformaci¨®n) en la sede del Real Instituto Elcano, en Madrid, donde EL PA?S convers¨® con ella.

PREGUNTA.?Entre todas sus recomendaciones algunas tratan directamente sobre Facebook. ?Es posible solucionar los problemas de esta plataforma?

RESPUESTA. Hay que reconocer que Facebook est¨¢ tomando algunas medidas, pero deber¨ªamos prestar atenci¨®n a su modelo de negocio para entender el alcance del problema. Las redes sociales, ya sea Facebook, Google, Twitter u otras, basan su modelo de ingresos en atraer dinero de anunciantes, as¨ª que tienen un incentivo para ofrecer herramientas cada vez m¨¢s sofisticadas y refinadas a compa?¨ªas que quieran llegar a sus nichos de audiencia. Estas son exactamente las mismas herramientas que usaron los rusos para tratar de influir en elecciones, exactamente las mismas. Reconocieron el valor de ellas no solo para anunciar productos, sino para difundir ideas. Creo que finalmente estas compa?¨ªas tendr¨¢n que aceptar que mientras est¨¦n en este mercado movido por anuncios van a encontrarse siempre con los mismos problemas por muchos peque?os arreglos que hagan. La desilusi¨®n del p¨²blico es tan grande que creo que acabar¨¢ emergiendo una nueva generaci¨®n de compa?¨ªas de redes sociales.

P. Algunos son pesimistas porque los humanos tenemos sesgos cognitivos que debilitan nuestra defensa frente a la desinformaci¨®n.

¡°Los Balcanes son un territorio f¨¦rtil para los rusos porque son expertos en explotar sus vulnerabilidades, como las tensiones ¨¦ticas¡±

R. Esta es una cuesti¨®n compleja. Claramente los desinformadores buscan explotar puntos d¨¦biles de la psicolog¨ªa humana como el deseo de buscar las cosas prohibidas. El problema se agrava por el hecho de que las redes sociales est¨¢n dise?adas para dar prioridad al contenido que goza de m¨¢s popularidad. Por ejemplo, la cuesti¨®n sobre si la Tierra es plana o redonda deber¨ªa estar zanjada, ?verdad? Si haces una b¨²squeda en YouTube, los v¨ªdeos que reciben m¨¢s interacci¨®n son los que apoyan la idea de que la Tierra es plana. La gente pasa m¨¢s tiempo viendo estos v¨ªdeos por el motivo que sea y el algoritmo de YouTube premia ese contenido en los resultados de b¨²squeda porque entiende que interesa. Eso puede ser manipulado por actores maliciosos.

P. Una de las soluciones que proponen es la educaci¨®n.

R. Necesitamos pensar en c¨®mo resolvemos este problema a largo plazo. Por lo tanto, el asunto se centra en c¨®mo formamos a los llamados ¡°ciudadanos digitales cr¨ªticos¡±. Es decir, gente protegida por lentes cr¨ªticas, de modo parecido a las que usaban los estadounidenses y los europeos occidentales en los a?os de la Guerra Fr¨ªa para diferenciar entre propaganda sovi¨¦tica e informaci¨®n fiable. No hemos construido un sistema inmune como el que ten¨ªamos en la era sovi¨¦tica durante los a?os de la Guerra Fr¨ªa.

P. Recomiendan que los algoritmos discriminen la informaci¨®n no cre¨ªble, pero ?no plantea eso un problema de neutralidad?

R. Las plataformas ya discriminan contenido falso. ?Crees que sus resultados son aleatorios? Si buscas en Google qu¨¦ pas¨® en el ataque con armas qu¨ªmicas en Siria deber¨ªas estar obteniendo medios cre¨ªbles como la BBC y la CNN al principio de la lista. Pero eso no es suficiente. Hay una industria enorme que se ha desarrollado para manipular los resultados de YouTube o Google y consigue a veces que una informaci¨®n negativa aparezca entre los primeros resultados.

P. ?Por qu¨¦ teme usted que crezca la amenaza con el desarrollo de la inteligencia artificial (IA)?

R. La IA lo est¨¢ transformando todo, aunque a¨²n estamos en una fase de desarrollo muy primitiva. Hay aplicaciones benignas como, por ejemplo, los asistentes digitales de los tel¨¦fonos, que registran lo que haces con tu m¨®vil y te hacen sugerencias basadas en tus preferencias. Pero tambi¨¦n hay otras aplicaciones potencialmente muy negativas. Por ejemplo, el caso de los bots (usuarios autom¨¢ticos) que difunden desinformaci¨®n en redes sociales como Twitter. Ahora mismo hace falta a¨²n mucho input manual humano y, normalmente, es f¨¢cil reconocer estas cuentas porque tuitean cosas sin sentido o tienen fotos de famosos. Sin embargo, se prev¨¦ que, en cuesti¨®n de dos o tres a?os, estos bots sean capaces de predecir respuestas y escribir cosas coherentes. Por si esto fuera poco, hay investigadores que est¨¢n generando nuevas identidades humanas a partir de bases de datos de fotograf¨ªas. Parecen im¨¢genes de personas reales, pero no existen. Esas m¨¢quinas act¨²an como humanos reales y pueden incluso responder a comentarios e interactuar en la secci¨®n de comentarios. ?C¨®mo reconoces que eso es un?bot?

P. O sea que pronto los bots inteligentes reemplazar¨¢n a los bots tontos.

R. S¨ª. Hay un gran riesgo cuando Rusia o China empiecen a usar estos tipos de cuentas. O empiecen a manipular v¨ªdeo. Hay un v¨ªdeo en YouTube del expresidente de EEUU, Barack Obama, dando un discurso falso que fue publicado por investigadores que quisieron advertir del peligro. Es un discurso falso pero parece real. As¨ª que imagina una situaci¨®n en la que crean un v¨ªdeo de la canciller alemana Angela Merkel diciendo algo sobre ¡®los horribles inmigrantes musulmanes en nuestro pa¨ªs¡¯. O al contrario, dice ¡®abramos las puertas a m¨¢s inmigrantes en nuestro pa¨ªs¡¯. Y esto aparece en redes sociales, es amplificado por lo que parecen cuentas de humanos y acaba siendo reportado en medios tradicionales. Ya hemos visto ejemplos de eso, pero creo que el futuro de la propaganda digital ser¨¢ mucho m¨¢s terror¨ªfico.

P. Los esc¨¦pticos restan importancia a la intromisi¨®n de Rusia en las elecciones de EEUU porque la CIA ha intervenido en otros pa¨ªses durante d¨¦cadas. ?C¨®mo le afectan a EEUU esas cr¨ªticas?

R. Creo que la gran diferencia es que cuando cometemos un error tenemos un debate p¨²blico, hay investigaciones internas de agencias del gobierno, desclasificamos documentos despu¨¦s de un cierto per¨ªodo de tiempo que muestran lo sucedido y hay un espacio independiente para los medios. As¨ª que tenemos estos tipos de controles sobre las actividades del gobierno que exponen algunas de las decisiones malas. Sobre el papel tenemos las mismas instituciones que Rusia pero en sustancia no hay ninguna comparaci¨®n posible.

P. Vlad¨ªmir Putin acaba de ser reelegido otros seis a?os. ?Qu¨¦ nos deparar¨¢ su cuarto mandato?

R. Obviamente, es muy dif¨ªcil predecirlo, pero ciertamente estamos en el punto m¨¢s bajo de las relaciones entre Rusia y EE?UU desde el fin de la Guerra Fr¨ªa. ?Hemos tocado fondo? No lo creo. Estamos es una situaci¨®n incre¨ªblemente tensa que ni siquiera vimos durante la Guerra Fr¨ªa. Entonces hab¨ªa m¨¢s mecanismos operativos para evitar conflictos, como el di¨¢logo entre fuerzas armadas y mejores relaciones diplom¨¢ticas. Ahora no tenemos esas avenidas de comunicaci¨®n. Adem¨¢s, no tenemos tantos expertos sobre Rusia como durante la era sovi¨¦tica, y esto est¨¢ provocando algunos malentendidos sobre la pol¨ªtica rusa. Nos hace falta un nuevo grupo de expertos que comprendan las motivaciones de Rusia y su funcionamiento.

P. ?Tiene esperanzas en que Putin se modere?

R. En mi opini¨®n, Putin est¨¢ arrinconado y no puede cambiar de rumbo. Necesita la confrontaci¨®n con Occidente para mantener su legitimidad en Rusia, porque si diera un viraje admitir¨ªa que es d¨¦bil o que ha cometido errores. Ser¨ªa cuestionado por los oligarcas que le son leales ahora porque ¨¦l les asegura su riqueza. Quiz¨¢ los rusos empezar¨ªan a enfadarse por el hecho de que su Gobierno lanz¨® costosos ataques de pol¨ªtica exterior a expensas de su calidad de vida y recortando programas sociales como la educaci¨®n o las pensiones. Ese ha sido el contrato social entre el r¨¦gimen y el electorado ruso: entregas tus derechos pol¨ªticos y la esperanza de crecimiento econ¨®mico y prosperidad a cambio de que Rusia sea grande de nuevo. Para el ciudadano de a pie basta el consuelo de que Putin ha puesto a Rusia de nuevo en el escenario global.

P. ?Por qu¨¦ vuelve Rusia a intervenir en los Balcanes?

R. Esa regi¨®n es un territorio f¨¦rtil para las operaciones rusas porque son expertos en explotar sus vulnerabilidades y amplificarlas: tensiones ¨¦tnicas, una afinidad prorrusa en pa¨ªses como Serbia y una sociedad civil relativamente d¨¦bil. Adem¨¢s, Rusia busca impedir que estos pa¨ªses se unan a instituciones occidentales, como la OTAN y la Uni¨®n Europea. Son el campo de batalla en el conflicto entre Rusia y Occidente.

P. ?Es Putin tan popular como indican las encuestas?

R. Es una pregunta dif¨ªcil porque a menudo se oye que Putin parece realmente popular en Rusia, lo que hace creer a muchos que algo debe estar haciendo bien. Oigo esto de gente que no entiende realmente Rusia o que el r¨¦gimen de Putin es un r¨¦gimen autoritario. No puedes hablar sobre encuestas cre¨ªbles en un r¨¦gimen donde el Estado controla por completo los medios de comunicaci¨®n y donde las elecciones est¨¢n completamente manipuladas y controladas para que Putin no tenga competidores reales. De hecho, es inevitable preguntarse por qu¨¦ si Putin es tan popular solo permite que compitan contra ¨¦l candidatos elegidos a dedo.

P. ?Entonces cabe la posibilidad de que el pueblo se rebele?

R. Hay mucha gente dentro y fuera de Rusia que creen que su pa¨ªs debe conseguir algo mejor. Creo que los gobiernos occidentales y grupos de la sociedad civil deber¨ªan seguir apoy¨¢ndoles. Solo porque Putin sea popular no significa que vayamos a tener a Putin o al Putinismo para siempre. El dictador rumano Nicol¨¢s Ceaucescu ten¨ªa 99% de apoyo antes de ser derrocado as¨ª que, los reg¨ªmenes autoritarios aparentan estabilidad hasta que dejan de tenerla.