Bosnia en el disparadero
La creciente influencia del Kremlin en los Balcanes supone una amenaza para la seguridad del continente. Rusia desestabiliza la zona en una nueva y peligrosa ofensiva
Rusia tiene en el punto de mira a los Balcanes. El control de esta regi¨®n de historia tumultuosa forma parte de la estrategia de Vlad¨ªmir Putin para moldear un orden mundial a su gusto.
El paisaje pol¨ªtico e institucional fraccionado de Bosnia-Herzegovina deja margen a la intervenci¨®n rusa. La brutal guerra de 1992-1995 termin¨® con la intervenci¨®n de Estados Unidos y la negociaci¨®n de la firma de los Acuerdos de Paz de Dayton. As¨ª naci¨® la Rep¨²blica de Bosnia y Herzegovina, que se divide desde entonces en dos entidades pol¨ªticas: la Federaci¨®n de Bosnia y Herzegovina (agrupa a las comunidades de origen bosn¨ªaco y croata) y la Rep¨²blica Srpska (de origen serbio).
El Kremlin est¨¢ proporcionando apoyo policial y militar a las autoridades serbias de la Rep¨²blica Srpska, y tambi¨¦n alienta all¨ª la formaci¨®n de fuerzas paramilitares de corte nacionalista. El objetivo es dividir la uni¨®n de la Rep¨²blica de Bosnia y Herzegovina y debilitar a la OTAN.
La desestabilizaci¨®n de esta zona complicar¨ªa el ingreso de ese pa¨ªs y de su vecino Serbia en la Alianza Atl¨¢ntica, una organizaci¨®n que suele denegar la adhesi¨®n a los pa¨ªses sin fronteras definidas. La estrategia rusa va m¨¢s all¨¢ y amenaza con tener repercusiones en el conjunto de la seguridad de Europa: un Estado bosnio aislado y empobrecido ser¨ªa un campo de reclutamiento f¨¦rtil para los grupos islamistas radicales.
Con apoyo ruso, la polic¨ªa y las fuerzas de seguridad de la Rep¨²blica Srpska reciben instrucci¨®n y equipamiento similares a los de un Ej¨¦rcito. En los ¨²ltimos dos a?os, el Gobierno de esta Rep¨²blica liderado por Milorad Dodik ha adquirido gran cantidad de armamento militar, lo que constituye una violaci¨®n clara de los Acuerdos de Paz de Dayton. Lo que Rusia est¨¢ dispuesta a hacer para controlar los Balcanes occidentales es impredecible. Pero la ocupaci¨®n de Georgia y Ucrania en el pasado ya ha mostrado su voluntad de emplear la fuerza para impedir que los pa¨ªses de su entorno inmediato se integren en la OTAN y la Uni¨®n Europea.
La estrategia de Rusia en los Balcanes occidentales
El Gobierno ruso teme que la presencia cada vez mayor de la OTAN en los pa¨ªses fronterizos pueda producir un verdadero cambio democr¨¢tico. La respuesta del presidente ruso a la progresiva participaci¨®n de Ucrania en la Asociaci¨®n Oriental de la UE llev¨® a Rusia a anexionarse Crimea en 2014. Este episodio constituye uno de los principales ejemplos de su estrategia.
Con el apoyo ruso, las fuerzas de seguridad de la parte serbia reciben material y entrenamiento militar similar al de un Ej¨¦rcito
M¨¢s all¨¢ de la UE, la presencia de la OTAN en los Balcanes ¡ªuna regi¨®n que Rusia considera que forma parte de su tradicional esfera de influencia¡ª tambi¨¦n causa alarma en el Kremlin. Consecuencia de ello es el apoyo que Rusia brinda para impedir una mayor integraci¨®n de los pa¨ªses balc¨¢nicos en Occidente. Con este fin, las acciones de Rusia en la zona abarcan desde la influencia de su poder blando hasta las intrigas tras el intento de golpe de Estado en Montenegro en 2016.
La paz en los Balcanes depende de las garant¨ªas pol¨ªticas y de seguridad proporcionadas tras la guerra por EE UU y la Uni¨®n Europea, cuando establecieron una especie de protectorado. Ahora, para contrarres?tar la presencia occidental, Rusia apoya al presidente Milorad Dodik de la parte serbia de la Rep¨²blica Bosnia y Herzegovina, quien ha amenazado en numerosas ocasiones con desintegrar el Estado, recurriendo a la violencia si fuera necesario.
El despliegue combinado de medios de persuasi¨®n pac¨ªfica y de fuerza f¨ªsica por parte de Rusia, junto a una influencia econ¨®mica que promueve la corrupci¨®n, debilitan a los pa¨ªses y limitan las posibilidades de que se integren en instituciones occidentales. Como se demostr¨® con la desestabilizaci¨®n de Georgia (2008) y de Ucrania (2014) orquestadas por Rusia, Putin parte de la idea de que Europa, reacia al conflicto, y EE?UU no permitir¨¢n la integraci¨®n en sus organizaciones internacionales de pa¨ªses poco estables.
La expansi¨®n gradual y el afianzamiento de los intereses rusos en Bosnia y en los pa¨ªses de su entorno han coincidido con un momento en que EE UU est¨¢ menos involucrado en la regi¨®n. En 2004 retir¨® sus fuerzas de paz y desde entonces ha mantenido una presencia limitada exclusivamente a la captura de presuntos criminales de guerra. En la ¨²ltima d¨¦cada, EE?UU ha delegado en la UE la resoluci¨®n de los problemas regionales.
La Oficina del Alto Representante (OAR) europeo es la instituci¨®n encargada de supervisar el cumplimiento civil de los Acuerdos de Dayton. Lamentablemente, ha quedado marginada debido a la falta de inter¨¦s de los principales miembros de la UE. La ausencia de Washington y Bruselas en la regi¨®n balc¨¢nica la est¨¢n llenando fuerzas internas y externas que pretenden instaurar un Estado bosnio disfuncional y fallido.
La explotaci¨®n de los sentimientos paneslavos y ortodoxos es un elemento clave en la estrategia rusa. Al estimularlos, el Kremlin forja una causa com¨²n con los habitantes de etnia serbia en los Balcanes occidentales. El nacionalismo serbio generalizado, que aspira a la formaci¨®n de una Gran Serbia, proporciona a los agentes rusos un terreno f¨¦rtil para reclutar a personas para actividades pol¨ªticas y paramilitares.
EE UU y la UE deber¨ªan tener una presencia militar en la zona de forma permanente y entrenar a las fuerzas armadas bosnias en el distrito de Brcko,
Rusia no ha creado milicias proserbias en Bosnia. Ha recurrido a grupos ya establecidos en la zona. Son los chet?niks de la II Guerra Mundial y los Tigres de Arkan de la d¨¦cada de 1990. En su d¨ªa fueron milicias armadas que trataban de instaurar un Estado serbio ¨¦tnicamente homog¨¦neo. Ahora, Rusia ha aprovechado la oportunidad de desestabilizar Bosnia transformando estos grupos en entidades con m¨²ltiples fines. Dotadas de extensos lazos con los principales clanes de delincuentes en el plano local, pueden emplear su fuerza contra los adversarios pol¨ªticos o corromper a funcionarios p¨²blicos y jueces. Cuando hace falta, se alienta la violencia de estos grupos para disolver manifestaciones legales, organizar asesinatos o escenificar rebeliones contra el Estado, como ocurri¨® en Montenegro en 2016.
Descontroladas, estas organizaciones podr¨ªan provocar un conflicto mucho mayor en Bosnia. Eso ser¨ªa catastr¨®fico. Primero, porque debilitar¨ªa a la OTAN; la renovaci¨®n del conflicto inter¨¦tnico en Bosnia representar¨ªa el fracaso del esfuerzo de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas por estabilizar la regi¨®n. La credibilidad de la Alianza como fuerza de seguridad eficaz en Europa quedar¨ªa mermada. En segundo lugar, la reactivaci¨®n de la guerra pondr¨ªa fin a las perspectivas de ingreso de Bosnia y Serbia en la UE. Y si la ampliaci¨®n de la UE se paralizase, estos pa¨ªses se endeudar¨ªan a¨²n m¨¢s con Rusia.
Unos Balcanes inestables e inseguros tendr¨ªan un dr¨¢stico impacto en la seguridad europea, los grupos extremistas isl¨¢micos (los bosniacos son una comunidad mayoritariamente musulmana) podr¨ªan envalentonarse. La perspectiva de una Bosnia dividida y segregada no favorece los esfuerzos estadounidenses y europeos por contrarrestar el terrorismo radical isl¨¢mico.
Bosnia tiene el nivel m¨¢s alto del mundo de desempleo entre j¨®venes de 15 a 24 a?os, con un porcentaje del 62,3%. Un nuevo conflicto armado y la resultante inestabilidad cr¨®nica perjudicar¨ªan a su econom¨ªa ya de por s¨ª d¨¦bil. Miles de j¨®venes ¡ªen especial bosnios musulmanes¡ª se quedar¨ªan sin trabajo y, desilusionados con Occidente, y podr¨ªan convertirse en reclutas del extremismo en pleno coraz¨®n de Europa.
La militarizaci¨®n de la polic¨ªa de la Rep¨²blica Srpska
Con el objetivo de prepararse para la futura separaci¨®n de la Rep¨²blica Srpska de Bosnia, el presidente Dodik ha equipado con armamento e instrucci¨®n militar a la polic¨ªa y a otras fuerzas de seguridad. En los ¨²ltimos a?os, el presupuesto destinado a la compra de armamento se ha disparado. El Gobierno ha adquirido m¨¢s de 4.000 fusiles de asalto solo en los dos ¨²ltimos a?os. Y ya est¨¢ en condiciones de armar aproximadamente al 75% de la polic¨ªa con armas tipo Kal¨¢shnikov, un armamento desproporcionado para los deberes de protecci¨®n b¨¢sicos de un cuerpo policial.
Descontroladas, estas organizaciones podr¨ªan provocar un conflicto mucho mayor en Bosnia. Eso ser¨ªa catastr¨®fico
Se est¨¢n adquiriendo, adem¨¢s, otros tipos de armas. Las noticias m¨¢s alarmantes son que el Gobierno de Dodik se est¨¢ haciendo con proyectiles antia¨¦reos Igla 1-V de fabricaci¨®n rusa, dise?ados para su montaje en helic¨®pteros.
Adem¨¢s, Rusia ha incrementado su presencia en el sector de la seguridad de la Rep¨²blica Srpska, intensificando su participaci¨®n desde 2014. Esto ha alarmado al Parlamento Europeo, que ha afirmado estar profundamente preocupado por los planes de ese Gobierno de aumentar su cooperaci¨®n con Rusia, por ejemplo, enviando a algunas unidades policiales especiales para que reciban entrenamiento en aquel pa¨ªs y comprando equipamiento militar ruso. La Rep¨²blica Srpska tambi¨¦n ha redoblado la cooperaci¨®n con su vecina Serbia en materia de seguridad y est¨¢ mejorando su infraestructura militar.
Dada la posibilidad de que haya incidentes violentos durante las elecciones del pr¨®ximo octubre, resulta preocupante que haya armas ligeras y pesadas m¨¢s que suficientes para desencadenar la guerra en un Estado en el que los disturbios violentos podr¨ªan propagarse con rapidez.
Paramilitares en Bosnia y Herzegovina
Rusia apoya a grupos que realizan instrucci¨®n paramilitar en la Rep¨²blica Srpska, as¨ª como en Serbia. Estos grupos tienen tres denominadores comunes: han sido fundados en los ¨²ltimos seis a?os, apoyan y difunden un nacionalismo serbio extremo y se manifiestan abiertamente como prorrusos. Su ideolog¨ªa es similiar a la de la Iglesia ortodoxa serbia, una aliada esencial para estas organizaciones, que les proporciona respaldo pol¨ªtico y log¨ªstico, y, probablemente, canaliza la financiaci¨®n de estos grupos desde el extranjero. Muchos de ellos est¨¢n registrados como organizaciones no gubernamentales. Su composici¨®n var¨ªa: hay excombatientes, hinchas de f¨²tbol y moteros.
De las 78 organizaciones nacionalistas detectadas en la Rep¨²blica Srpska en el transcurso de esta investigaci¨®n, tres de ellas son instrumentos fundamentales para las ambiciones rusas. Honor Serbio es una asociaci¨®n de hombres j¨®venes de etnia serbia. Un estudio de las fotos y art¨ªculos del grupo en las redes sociales demuestra su gusto por las armas, la vestimenta de camuflaje, el ultranacionalismo y la idolatr¨ªa de los criminales de guerra. Excombatientes de la Rep¨²blica Srpska es otra organizaci¨®n: se dedica a defender y promover los intereses de los excombatientes. Y Lobos de la Noche es un club de moteros ruso que a efectos pr¨¢cticos opera como una organizaci¨®n delictiva y extremista muy cercana al Kremlin (son tristemente c¨¦lebres por su participaci¨®n paramilitar en Crimea y en el este de Ucrania en los ¨²ltimos a?os).
La perspectiva de una Bosnia segregada no favorece los esfuerzos de EE UU y la UE para contrarrestar el terrorismo radical isl¨¢mico
El objetivo de estas asociaciones es, de nuevo, frenar la integraci¨®n en las instituciones democr¨¢ticas occidentales y promover valores contrarios a Occidente en Europa central y del este. Su meta es intensificar las divisiones sociales explotando los sentimientos nacionalistas, la mala situaci¨®n econ¨®mica, las tendencias conservadoras y el escepticismo ante las intenciones extranjeras, ya sean de Bruselas o de Washington.
Recomendaciones a Occidente
El objetivo de Rusia es frenar la ampliaci¨®n de la OTAN y la UE en los Balcanes. Si se produjese un nuevo conflicto, una respuesta carente de cohesi¨®n y fuerza por parte de la Alianza constituir¨ªa una muestra de ineptitud.
Para impedirlo, la OTAN, EE UU y la UE deber¨ªan tener una presencia militar en la zona de forma permanente y entrenar a las fuerzas armadas bosnias en el distrito de Brcko, un territorio aut¨®nomo de la Rep¨²blica de Bosnia-Herzegovina que es administrado por las fuerzas multinacionales de pacificaci¨®n. Este lugar es importante estrat¨¦gicamente porque separa las dos partes de la Rep¨²blica Srpska (v¨¦ase mapa).
Entrenar a las fuerzas de seguridad de este distrito es esencial para intentar garantizar la seguridad en las pr¨®ximas elecciones de octubre. Estas medidas pueden tomarse en colaboraci¨®n con Reino Unido, cuyas fuerzas bajo el mando de la Fuerza Althea de la UE, presente en la zona desde 2004, facilitar¨ªan un despliegue r¨¢pido. Tambi¨¦n habr¨ªa que ampliar las sanciones estadounidenses para castigar a los funcionarios de la Rep¨²blica Srpska por apoyar un refer¨¦ndum ilegal de independencia celebrado en 2016 que contraven¨ªa los Acuerdos de Paz de Dayton. La consulta constituy¨® una amenaza a la integridad de Bosnia y a la paz en el territorio. Adem¨¢s, los actores internacionales tendr¨ªan que actuar con contundencia contra la corrupci¨®n y suspender toda la ayuda militar y tecnol¨®gica que los pa¨ªses miembros de la OTAN proporcionan a la Rep¨²blica de Srpska si contin¨²a amenazando la integridad del pa¨ªs. Tambi¨¦n ser¨ªa conveniente utilizar el mandato de la Fuerza Althea de la UE para impedir una mayor militarizaci¨®n de la Rep¨²blica Srpska y la expansi¨®n de sus grupos paramilitares.
Estas medidas tendr¨ªan un impacto considerable y mandar¨ªan un mensaje en¨¦rgico a los l¨ªderes de Bosnia, Rusia y Serbia de que Occidente no se ha olvidado de la Rep¨²blica de Bosnia y Herzegovina. Adem¨¢s, estas medidas preventivas beneficiar¨ªan la solidez de la Alianza Atl¨¢ntica y la seguridad del pueblo bosnio.
Este art¨ªculo est¨¢ confeccionado con extractos del informe ¡®Bosnia on the Russian Chopping Block: The Potential for Violence and Steps to Prevent It¡¯ (Bosnia en la ¡®trituradora¡¯ rusa: el potencial violento y los pasos para prevenirlo), del Foreign Policy Research Institute.
Reuf Bajrovic es exministro de Energ¨ªa de la Federaci¨®n del Gobierno de Bosnia y Herzegovina.
Richard Kraemer es un exoficial ¡®senior¡¯ de programas para Afganist¨¢n, Ir¨¢n y Turqu¨ªa del National Endowment for Democracy.
Emir Suljagic es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional de Sarajevo.
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