Hezbol¨¢ y los milagros libaneses
En medio de fuertes tensiones locales y regionales, Libano ha celebrado unas elecciones parlamentarias mod¨¦licamente libres y pluralistas
A pesar de los cambios introducidos en la ley electoral y de la presencia de gran n¨²mero de candidaturas independientes, las elecciones legislativas celebradas en el L¨ªbano el domingo no han producido grandes sorpresas. Hezbol¨¢ (el ¡°Partido de Dios¡±) y sus aliados han obtenido el mayor n¨²mero de votos. ?Qui¨¦n es Hezbol¨¢ y qu¨¦ representa?
Es una vieja historia. En 632 d.C. la muerte de Mahoma y la cuesti¨®n de qui¨¦n deb¨ªa sucederle se convirti¨® en un grave problema pol¨ªtico que dividi¨® a la primera comunidad musulmana en tres facciones: los que consideraban que el sucesor deb¨ªa pertenecer a la tribu, en sentido extenso, del Profeta (al-Quraysh), quienes entend¨ªan que deb¨ªa ser un familiar de Mahoma, un descendiente directo (Ahl al-Bayt) y aquellos que defend¨ªan la libre elecci¨®n del m¨¢s digno desde la premisa de que cualquier ¡°buen musulm¨¢n¡± puede convertirse en Califa. O sea, sunn¨ªes, chi¨ªes y jariy¨ªes respectivamente. Estos ¨²ltimos sobreviven en diminutas comunidades en Argelia y tienen un papel de peso en Om¨¢n.
La Gran Fitna (sedici¨®n, cisma) es la clave para entender, a¨²n hoy, el funcionamiento de la pol¨ªtica regional en Oriente Pr¨®ximo y tambi¨¦n explica las din¨¢micas internas de diversos Estados donde viven minoritarias pero importantes poblaciones chi¨ªes.
La comunidad chi¨ª no es s¨®lo significativa en L¨ªbano, donde constituye en torno al 32% de la poblaci¨®n y tiene garantizada la representaci¨®n en las instituciones pol¨ªticas gracias a los Acuerdos de Taif que pusieron fin a la guerra civil del pa¨ªs en 1989. Tambi¨¦n los pa¨ªses del Golfo y, de modo general, otros Estados ¨¢rabes cuentan con poblaciones chi¨ªes de importancia diversa. Arabia Saud¨ª y Qatar tienen alrededor del 10%; Emiratos ?rabes Unidos, un 15; Kuwait, un 35; Yemen entre el 35 y el 50%; adem¨¢s de Bahr¨¦in, con un amplio 75%. En todos estos pa¨ªses gobiernan reg¨ªmenes sunn¨ªes ¨C incluido Bahr¨¦in, con la Casa al-Jalifa ¨C y las poblaciones chi¨ªes son sistem¨¢ticamente ignoradas o duramente reprimidas. La excepci¨®n ser¨ªa Om¨¢n, donde gobierna una dinast¨ªa ibad¨ª-jariy¨ª.
Un poco de historia
Hezbol¨¢, un partido-milicia, fue creado a principios de los a?os ochenta con respaldo econ¨®mico y militar de Ir¨¢n para combatir al enemigo israel¨ª que hab¨ªa ocupado los Altos del Gol¨¢n en Siria (en la Guerra de los Seis D¨ªas de 1967) y parte del territorio del sur del L¨ªbano en 1982 y est¨¢ catalogado como grupo terrorista por los EE UU desde 1997 y su rama militar (pero s¨®lo la rama militar) por la UE desde 2013.
La importancia y el peso de Hezbol¨¢ residen en dos factores fundamentales. En primer lugar, se trata de un movimiento de resistencia contra Israel. Y no uno cualquiera. Hay quien asegura que la capacidad militar de Hezbol¨¢ es superior a la del ej¨¦rcito regular liban¨¦s y que la supervivencia misma del pa¨ªs ha sido salvaguardada por este grupo mejor que por ninguna otra instancia. El segundo factor es que se trata de un partido chi¨ª vinculado a Ir¨¢n (y a Siria: la familia al-Assad es alaw¨ª, una rama del islam chi¨ª duodecimano) y, por tanto, uno de los jugadores en la lucha por la hegemon¨ªa regional frente a Arabia Saud¨ª. Parece, pues, que la pugna por la sucesi¨®n del Profeta siguiera vigente¡
Es sabido que Israel da por concluido en t¨¦rminos militares el viejo enfrentamiento con los ¨¢rabes tras la neutralizaci¨®n de Egipto y el aparatoso cambio en curso en Arabia Saud¨ª, donde el r¨¦gimen wahab¨ª (es decir, radicalmente sunn¨ª) inspirado ahora por el joven pr¨ªncipe heredero Mohamed bin-Salman, tiene tanto o m¨¢s inter¨¦s en liquidar a Hezbol¨¢, al que no se perdona su patronazgo iran¨ª. Tambi¨¦n es muy probable que Israel ataque de forma inminente a la milicia chi¨ª y la opci¨®n m¨¢s conocida es asesinar a su l¨ªder, Hassan Nasrallah.
Es en este cuadro casi inmanejable en el que debe ser valorado el ¨¦xito de Hezbol¨¢ en la libre elecci¨®n libanesa, aunque el nuevo escenario local no permita ser optimistas a medio plazo. Adem¨¢s de lidiar con una situaci¨®n econ¨®mica muy dif¨ªcil, la presencia de un mill¨®n y medio de refugiados, huidos de Siria en su gran parte, hacen poco menos que inviable la administraci¨®n del pa¨ªs. Un pa¨ªs que, sin embargo, ha celebrado, con a?os de retraso, unas elecciones parlamentarias mod¨¦licamente libres y pluralistas. Sin duda alguna, otro de los ¡°milagros libaneses¡±.
Roc¨ªo V¨¢zquez es arabista.
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