?Recuerdas cuando fuiste valiente?

Solo a Lydia Cacho se le podr¨ªa ocurrir algo tan contracultural para los tiempos que corren: atrapados como estamos en narrar los horrores, la violencia y la destrucci¨®n de la calidad humana, ella da dos pasos atr¨¢s y se empecina en recuperar la esperanza. Y en hacer que nos preguntemos si acaso recordamos cuando fuimos valientes. Cuando y cu¨¢ndo.

Lydia Cacho, periodista que ha descubierto las tramas de la trata y la pornograf¨ªa infantil, ha develado v¨ªnculos entre pol¨ªticos, empresarios y tratantes, nos ha abierto los ojos a los demonios del Ed¨¦n, ha documentado la rampante corrupci¨®n mexicana, esa misma Lydia ahora voltea a ver a los ni?os de este pa¨ªs, pero no como v¨ªctimas sino como fuente de esperanza. Y les pregunta y se pregunta y nos pregunta si acaso recordamos cuando fuimos valientes. O cu¨¢ndo nos sentimos valientes.

De San Crist¨®bal de las Casas a Culiac¨¢n, de Ciudad de M¨¦xico a Guadalajara. Ni?os ind¨ªgenas, ni?os ciegos, ni?os que han crecido en la marginaci¨®n urbana, ni?os que tratan de sobrevivir en las calles del crimen organizado. Ni?as que encuentran su salvaci¨®n en las artes marciales, ni?as que desde el braille buscan contar sus historias, ni?as que enfrentan sus temores, ni?as que recuperan su cuerpo. Ni?os y ni?as que son valientes y que nos convocan a un nosotros: Somos Valientes. El eje de este proyecto multimedia es una docuserie (@SVDocuserie) dirigida por Lydia Cacho a partir del modelo de Educaci¨®n para la Paz desde la voz y la mirada de ni?os y ni?as. Pero Somos Valientes es, sobre todo, una invitaci¨®n a buscar nuevas respuestas a la necesidad de construir una sociedad que viva m¨¢s all¨¢ de la violencia.

Quiero ser abogada, quiero ser maestra de k¨ªnder, quiero ser presidenta, quiero ser chef, quiero entrar a la Marina, quiero ser chef, quiero ser soldado, quiero ser maestra de estimulaci¨®n temprana, quiero ser m¨¦dico, quiero ser chef (lo de ser chef est¨¢ de moda), quiero ser maestro (y lo de ser maestro sigue valorado en el imaginario). Yo quer¨ªa ser polic¨ªa, pero escucho sobre la corrupci¨®n que hay y no me agrada.

Son ni?os y ni?as que si acaso llegan a los 14 o 15 a?os de edad de la academia de artes marciales Malala, en Culiac¨¢n; de la Escuela para Ni?as y Ni?os Ciegos, en Guadalajara; del Centro Cultural La Roca/Marabunta, en Ciudad de M¨¦xico; de Melel Xojobal, en San Crist¨®bal de las Casas. Y hablan, cuentan su vida, se r¨ªen, a veces lloran y siempre abrazan su propia historia. Son valientes.

Que dejen a los ni?os expresar sus sentimientos: ¡°A veces hay que llorar por lo m¨¢s macho que uno sea¡±. Los ni?os debemos tener derecho a dar nuestra opini¨®n, a defender a los dem¨¢s, debemos tener derecho a la vivienda. Pero el derecho m¨¢s importante es el de ser feliz. Y esboza una amplia sonrisa.

Ser valiente es decir la verdad, es enfrentar las consecuencias de mis actos. Ser valiente es enfrentar lo que te estorba en el camino. Ser valiente es enfrentar algo, ¡°no quedarme sentado¡±. Ser valiente es enfrentar, enfrentar. Fui valiente cuando ayud¨¦ a apagar un incendio. Y no necesitamos que nos est¨¦n aplaudiendo. Lo cuenta con seriedad, mira a la c¨¢mara, y sabes que es cierto.

?Qu¨¦ les gustar¨ªa decirle al presidente de M¨¦xico? Todos r¨ªen. ¡°Que se ponga m¨¢s trucha¡±.

A las personas pobres son a las que m¨¢s discriminan. A nosotros los ind¨ªgenas nos discriminan porque somos m¨¢s pobres, somos diferentes. Para cambiar las cosas solo hay que abrir los ojos. Y ojal¨¢ los adultos nos escuchen. Tengo miedo a que el Gobierno sea lo mismo que el narco. Tengo miedo a que me pongan descalzo en la calle a vender chicles. Tengo miedo a que me golpeen o intenten desaparecerme.

Y se hace el silencio.

Termino emocionada de ver la docuserie. Agradezco a Lydia Cacho que sea una rebelde con causa, aplaudo a tantos y tantos que trabajan por un M¨¦xico mejor y, mientras, me sigue dando vueltas la pregunta: ?recuerdas cuando fuiste valiente?

?Y cu¨¢ndo?

Twitter: @warkentin?