18 a?os con una hija robada
"Te quiero, pero no eres m¨ªa", confiesa en la vista judicial Gloria Williams a la joven que se llev¨® de beb¨¦ de un hospital
El 10 de julio de 1998, Gloria Williams entr¨® en un hospital de Jacksonville (Florida) disfrazada de enfermera, persuadi¨® a una madre de que le dejase a su hija nacida unas horas antes, la meti¨® en una bolsa y se la llev¨® a su casa en Carolina del Sur para convertirla en su propia hija durante los siguientes 18 a?os. La ni?a creci¨® sin saber que su cari?osa madre, Gloria, no era su verdadera madre. Que la hab¨ªa robado.
La beb¨¦ se llamaba Kamiyah Mobley. Williams le borr¨® su identidad falsificando documentos para cambiarle el nombre por Alexis Kelly Manigo. La hija sustra¨ªda acab¨® descubriendo su historia antes de que todo saltase por los aires. Al querer sacar su carn¨¦ de conducir no pudo, porque no ten¨ªa un acta de nacimiento v¨¢lida.
Williams le cont¨® entonces la verdad y la joven se lo confi¨® solo a una amiga, no se le ocurri¨® ir a la polic¨ªa. Pero el Centro Nacional para Ni?os Desaparecidos y Explotados recibi¨® una pista an¨®nima y en enero de 2017 los detectives arrestaron en su casa a la madre impostora y encontraron con 18 a?os de edad y en buen estado a la persona perdida durante hace casi dos d¨¦cadas.
Gloria Williams, de 52 a?os, se ha declarado ahora culpable ante el tribunal y est¨¢ a la espera de la sentencia que la juez dictar¨¢ el 8 de junio. Se enfrenta a una condena de hasta 22 a?os de c¨¢rcel por secuestro e interferencia en la custodia de una menor. De haber defendido su inocencia e ido a juicio la pena podr¨ªa ser incluso de cadena perpetua. En las audiencias celebradas este mes, previas al fallo de la magistrada, la madre biol¨®gica de la chica, Shanara Mobley, afirm¨®, cuando se le pregunt¨®, que ella hubiera querido la pena de muerte para la ladrona de la ni?a. Relat¨® que nunca hab¨ªa dejado de pensar en su hija y que durante casi dos d¨¦cadas mantuvo en el congelador una tarta para celebrar su cumplea?os.
Kamiyah Mobley llama casi cada d¨ªa a Williams a la c¨¢rcel y esta le pregunta, como si todo siguiera igual, c¨®mo le van las cosas o en qu¨¦ universidad quiere estudiar
Shanara Mobley era una adolescente de 16 a?os cuando tuvo a su hija. El padre, Craig Aiken, ten¨ªa 22 a?os y estaba en la c¨¢rcel. Kamiyah ha recuperado su nombre y poco a poco va construyendo una relaci¨®n con sus padres biol¨®gicos. A la madre que la rob¨® la ha perdonado. Si bien asume que cometi¨® un delito grave que debe ser penado, en diversas entrevistas ha reiterado que la sigue queriendo: "Por supuesto que no voy a decir: ?metedla en una celda y tirad la llave! No quiero que est¨¦ tantos a?os en la c¨¢rcel. Para m¨ª sigue siendo una madre aun entre rejas". Kamiyah Mobley llama casi cada d¨ªa a Williams a la c¨¢rcel y esta le pregunta, como si todo siguiera igual, c¨®mo le van las cosas o en qu¨¦ universidad quiere estudiar.
En su testimonio ante la juez, Gloria Williams detall¨® los pormenores del secuestro. Un mes antes de tomar la decisi¨®n de robar a la beb¨¦ ella hab¨ªa sufrido un aborto ligado, seg¨²n dijo, a los malos tratos que sufr¨ªa por parte de su pareja. Previamente hab¨ªa perdido la custodia de dos hijos.
Williams sostiene que cuando se subi¨® al coche en Carolina del Sur en direcci¨®n a Jacksonville no ten¨ªa en mente secuestrar a un beb¨¦. "Me sent¨ªa como si fuese en piloto autom¨¢tico. Hab¨ªa perdido el control de mi vida. Lo hab¨ªa perdido todo", declar¨®, y describi¨® sus nervios cuando sal¨ªa con la reci¨¦n nacida del hospital. "Recuerdo que mientras caminaba pensaba que en cualquier momento alguien me iba a coger del brazo y me iba a preguntar: ?qu¨¦ llevas en esa bolsa?".
La desaparici¨®n de Kamiyah fue una noticia que atrajo la atenci¨®n medi¨¢tica. Se activ¨® un amplio operativo de b¨²squeda, pero la beb¨¦ nunca apareci¨®. Gloria Williams lo hab¨ªa logrado. La ten¨ªa en sus manos a unos 300 kil¨®metros del epicentro de la investigaci¨®n.
"Siempre te querr¨¦, siempre", dijo Williams emocionada a Kamiyah durante la audiencia en presencia de sus padres. "Pero no eres m¨ªa", confes¨®.
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