El Frente Nacional aprueba rebautizarse como Reagrupamiento Nacional
El partido de Marine Le Pen intenta limpiar una marca asociada con la ultraderecha francesa

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El Frente Nacional (FN), embarcado en un esfuerzo por limpiar un marca asociada a la ultraderecha y por convertirse en un partido de gobierno en Francia, se llamar¨¢ a partir de ahora Reagrupamiento Nacional (RN). Los militantes del FN, fundado en 1972 por el excombatiente en Argelia Jean-Marie Le Pen, aprobaron el nombre por mayor¨ªa, tras una consulta por correo durante seis semanas. El cambio, una idea de la hija del fundador y actual presidenta del partido, Marine Le Pen, es por ahora cosm¨¦tico. La l¨ªnea ¡ªnacionalista, euroesc¨¦ptica, contraria a la globalizaci¨®n y a la inmigraci¨®n¡ª sigue siendo la misma.
Marine Le Pen propuso el nuevo nombre en el ¨²ltimo congreso celebrado el pasado marzo en la ciudad de Lille, en el norte de Francia. Entonces se abri¨® la consulta con cerca de 50.000 militantes, cuyo resultado se ha conocido este viernes.
Un 81% vot¨® a favor del cambio de nombre. La participaci¨®n fue del 53%. "Se cierra un cap¨ªtulo en nuestro movimientos, pero se abre uno mejor, y no menos glorioso", dijo Le Pen en Lyon. El logo mantendr¨¢ la llama caracter¨ªstica del Frente Nacional.
El nombre antiguo arrastraba connotaciones negativas que, seg¨²n los l¨ªderes del partido, asustaba a votantes potenciales. Era un partido marcado todav¨ªa por la tradici¨®n muy francesa de la derecha antirrepublicana, antisemita, xen¨®foba, colaboracionista y colonialista, y por la personalidad explosiva de su fundador.
Marine Le Pen lleva a?os intentando desdemonizar y modernizar la marca. Su derrota en las elecciones presidenciales de 2017 ante el centrista Emmanuel Macron dej¨® al partido desorientado, pese a haber sumado en las urnas m¨¢s de diez millones de votos, un r¨¦cord para el FN.
Reagrupamiento Nacional mantiene el mismo adjetivo que el viejo FN, un partido que tiene en el nacionalismo uno de sus pilares. A la vez, lo combina con la palabra francesa rassemblement, que puede traducirse por reagrupamiento o reagrupaci¨®n, pero tambi¨¦n agrupaci¨®n o asamblea.
En contraste con la belicosa palabra frente, el cambio apunta a la vocaci¨®n de unir fuerzas m¨¢s all¨¢ de los esquemas partidistas. Proyecta una idea de transversalidad. Es un nombre m¨¢s de movimiento que de partido que refleja la intenci¨®n de Marine Le Pen de conquistar espacios ideol¨®gicos, aliarse con otras fuerzas con la perspectiva de las elecciones europeas de 2019, y convertir al RN en partido, ya no s¨®lo de protesta u oposici¨®n, sino de poder. Hoy gobierna una decena de peque?as ciudades y pueblos.
M¨¢s all¨¢ del nombre, todo el debate gira hoy en torno a la ideolog¨ªa del FN, ahora RN. Le Pen intent¨® en los ¨²ltimos a?os deshacerse de la ret¨®rica ultraderechista de su padre, hoy apartado. La exclusi¨®n de Jean-Marie Le Pen del FN, como el cambio de nombre, son etapas en la pretendida refundaci¨®n.
Jean-Marie Le Pen denunci¨® la decisi¨®n como "el golpe m¨¢s duro que el Frente Nacional haya recibido desde su fundaci¨®n". "Condeno tanto a los inspiradores como a los ejecutantes", a?adi¨® en un comunicado. Es decir, a su hija y a la mayor¨ªa de militantes.
Los exabruptos antisemitas de Jean-Marie Le Pen o sus afinidades con el mariscal P¨¦tain, l¨ªder de la Francia que colabor¨® con los nazis, ya no caben en una formaci¨®n que, en los a?os previos a las presidenciales de 2017, busc¨® un discurso transversal ¡ªni de izquierdas ni de derechas, contrario al euro y a la UE, con fuertes acentos sociales en lo econ¨®mico¡ª y una ret¨®rica populista que enfrenta al buen pueblo contra las ¨¦lites perversas. Pero el discurso anti-inmigrantes, que le diferencia de la izquierda populista, sigue teniendo un papel central.
El problema del FN ¡ªo del RN¡ª es que, pese a su enorme fuerza en las urnas, su voz apenas se oye en la pol¨ªtica nacional. S¨®lo tiene ocho diputados en la Asamblea Nacional, lo que no le da derecho ni a tener grupo parlamentario. En la Francia del presidente Macron, es un partido marginal. Marine Le Pen y los suyos, precursores en el nacional-populismo hoy triunfante en parte de Europa y en EE UU, observan el avance de sus ideas desde el banquillo.
Una marca con antecedentes
Reagrupamiento Nacional, el nuevo nombre del Frente Nacional, evoca antecedentes hist¨®ricos arraigados en Francia. Algunos son controvertidos. La nueva marca puede parecer un gui?o al Reagrupamiento por la Rep¨²blica (RPR) del presidente neogaullista Jacques Chirac, y tambi¨¦n al Reagrupamiento del Pueblo Franc¨¦s, el movimiento del General De Gaulle tras la Segunda Guerra Mundial. De Gaulle, que como presidente acept¨® la independencia de Argelia, era una figura odiada por los fundadores del FN, y sigue si¨¦ndolo por algunos militantes. El nombre tambi¨¦n tiene antecedentes en otras familias pol¨ªticas. El propio FN ya se present¨® a las legislativas de 1986 con la etiqueta Reagrupamiento Nacional, nombre que, con una peque?a variaci¨®n, us¨® uno de los primeros mentores de Jean-Marie Le Pen en el mundo de la pol¨ªtica, el abogado ultra Jean-Louis Tixier-Vignancour, l¨ªder del Reagrupamiento Nacional Franc¨¦s en los a?os cincuenta. Otro precedente m¨¢s inc¨®modo es el Reagrupamiento Nacional Popular, el partido colaboracionista durante la ocupaci¨®n nazi del exsocialista Marcel D¨¦at. No hay ning¨²n determinismo en estos antecedentes. En realidad no reflejan m¨¢s que una doble evidencia: la palabra reagrupamiento es muy com¨²n en la pol¨ªtica de este pa¨ªs, y la palabra nacional lo es para la extrema derecha.
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