El nuevo presidente dirigir¨¢ un r¨¦gimen sin apenas resortes de control

Con las elecciones de este domingo, Turqu¨ªa deja atr¨¢s d¨¦cadas de parlamentarismo para convertirse en un r¨¦gimen presidencialista que, seg¨²n el partido gobernante, permitir¨¢ una mayor separaci¨®n de poderes. En cambio, la oposici¨®n critica que convertir¨¢ a Turqu¨ªa en un ¡°r¨¦gimen unipersonal¡±, por lo que todas las formaciones contrarias al presidente Recep Tayyip Erdogan se han comprometido a restaurar el r¨¦gimen parlamentario si llegan al poder. Para el presidente Erdogan ser¨¢ todo lo contrario: reforzar¨¢ la independencia de los poderes y evitar¨¢ ¡°la lentitud¡± del actual sistema al acabar con ¡°la oligarqu¨ªa burocr¨¢tica¡±. De hecho, ya antes de las elecciones, se permiti¨® anunciar la estructura que tendr¨¢ su Gobierno, con un n¨²mero m¨¢s reducido de ministerios y varios super viceministros.

El principal cambio es que la jefatura del Estado y del Gobierno quedar¨¢n unificadas en manos del presidente de la Rep¨²blica y desaparecer¨¢ la figura del primer ministro. El presidente ser¨¢ elegido por sufragio universal ¡ªal contrario que el primer ministro, designado por el Parlamento¡ª y nombrar¨¢ a su Consejo de Ministros, que no podr¨¢n compatibilizar su puesto con el esca?o, como hasta ahora.

En el sistema parlamentario turco, al presidente se le exig¨ªa imparcialidad y deb¨ªa dejar el carn¨¦ de su partido, ya que, en su papel ceremonial, era el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, adem¨¢s de tener potestad de elegir a los dirigentes de numerosos organismos p¨²blicos y jueces de los altos tribunales. A partir de la reforma constitucional del a?o pasado, con el nuevo sistema presidencialista, el presidente no tiene obligaci¨®n de ser neutral, pese a conservar sus potestades. Tambi¨¦n podr¨¢ emitir decretos ley sin el visto bueno del Parlamento (exigido hasta ahora).

Poder Legislativo

El Parlamento, si bien refuerza su independencia respecto al poder Ejecutivo, perder¨¢ numerosas herramientas de control al Gobierno, ya que no podr¨¢ convocar al presidente ni dirigirle preguntas (solo a sus ministros) y el proceso de impeachment o destituci¨®n ser¨¢ muy complicado: solo podr¨¢ iniciarse si el presidente comete alg¨²n delito y cuenta con el voto afirmativo de tres quintos de la C¨¢mara. La investigaci¨®n, realizada en comisi¨®n parlamentaria, tiene que ser aprobada por dos tercios del Parlamento y, entonces, ser¨¢ enviada al Tribunal Supremo. Solo si el Supremo condena al presidente, este deber¨¢ dimitir.

Presupuestos

Se reducir¨¢n los supuestos en que los diputados pueden introducir enmiendas, aunque su aprobaci¨®n sigue recayendo en la C¨¢mara. Por ello, la Comisi¨®n de Venecia ¡ª¨®rgano de supervisi¨®n democr¨¢tica del Consejo de Europa¡ª cree que este sistema ¡°carece de los mecanismos de control para evitar que se convierta en autoritario¡±.

Poder Judicial

Los cambios en el Poder Judicial ya entraron en vigor a ra¨ªz de la reforma constitucional aprobada en refer¨¦ndum en abril de 2017. El Consejo de Jueces y Fiscales, similar al Consejo General del Poder Judicial espa?ol, que regula los nombramientos en toda la carrera judicial, ha visto su n¨²mero de integrantes reducido de 22 a 13. Si antes la mayor¨ªa de los miembros (16) eran elegidos en el seno de la propia judicatura, ahora siete de ellos son designados por el Parlamento y seis por el jefe del Estado. El presidente, adem¨¢s, designar¨¢ a la mayor¨ªa de los miembros del Tribunal Constitucional.