La vida del cineasta ucranio que depende de Putin

La vida del cineasta ucranio Oleg Sentsov, que cumple una condena de 20 a?os en un penal del c¨ªrculo polar ¨¢rtico ruso, depende de que el presidente Vlad¨ªmir Putin pueda ser persuadido contra el reloj de que la muerte de ese preso, dispuesto a culminar tr¨¢gicamente su huelga de hambre por razones pol¨ªticas, es mucho m¨¢s perjudicial para Rusia que su existencia.

Sentsov fue detenido en Crimea en mayo de 2014, tras la anexi¨®n de la pen¨ªnsula por parte de Rusia en marzo de aquel a?o. En agosto de 2015, un tribunal ruso le consider¨® culpable de haber fundado y dirigido una organizaci¨®n terrorista en la pen¨ªnsula, de haber comprado y almacenado explosivos, as¨ª como de haber organizado dos actos terroristas y haber preparado un tercero en la ciudad de Simfer¨®pol. Uno de los procesados con el cineasta, Guennadi Afan¨¢siev, afirm¨® en el juicio que hab¨ªa testificado contra Sentsov bajo tortura.

El director de cine, que siempre ha negado los cargos contra ¨¦l, inici¨® una huelga de hambre el 14 de mayo de este a?o para exigir la liberaci¨®n de 64 ciudadanos de Ucrania presos en Rusia. Sentsov no se ha incluido en su propia lista y se ha negado a pedir el indulto para s¨ª. En su apoyo se ha movilizado un amplio espectro de representantes de diversas organizaciones y se han organizado diversas campa?as en las que participan personajes del mundo de la pol¨ªtica, de la cultura en general y del cine en particular, tanto rusas como extranjeras. Pero la solidaridad con el cineasta, que ha sonado desde el festival de Mosc¨² al de Cannes pasando por Sochi y San Sebasti¨¢n, encuentra o¨ªdos sordos en el Kremlin.

El jefe de prensa del presidente ruso, Dmitri Peskov, ha dicho que Putin solo puede indultar a Sentsov si este lo solicita. Otros funcionarios oficiales esgrimen razones burocr¨¢ticas o procesales para explicar el silencio del presidente, aunque la legislaci¨®n rusa da al jefe del Estado facultades para poder indultar a voluntad sin ninguna petici¨®n formal. Algunos hacen interpretaciones psicol¨®gicas sobre la absoluta negativa de Putin a satisfacer exigencias bajo presi¨®n y otros creen que la indiferencia del Kremlin tiene que ver con la idea del ¡°Estado fuerte¡± que el l¨ªder ruso defiende.

Por peticiones no quedar¨¢. El secretario general del Consejo de Europa, Turbern Yagland, preparaba el lunes una solicitud oficial de clemencia por ¡°razones humanitarias¡± para Sentsov dirigida al presidente Putin. Antes, el 20 de junio, Yagland se entrevist¨® con el l¨ªder ruso en Mosc¨².

El tiempo juega en contra de Semtsov. El abogado del cineasta, Dmitri Dinz¨¦, que lo visit¨® el 21 de junio en la prisi¨®n del ¡°Oso Blanco¡± en la localidad de Labytnangi, dijo que su defendido ten¨ªa mal aspecto, se pasaba la mayor parte del tiempo echado para reservar fuerzas, hab¨ªa adelgazado 13 kilos y ten¨ªa problemas con el coraz¨®n y los ri?ones. Sin embargo, la defensora de los derechos humanos rusa, Tatiana Moskalkova, afirm¨® que el cineasta hab¨ªa engordado y que era alimentado artificialmente.

Mientras tanto, a la defensora de derechos humanos de Ucrania, Liudmila Den¨ªsova, le ha sido negado el acceso a Sentsov, pese al acuerdo logrado telef¨®nicamente entre el presidente Putin y su colega ucranio, Petr¨® Poroshenko, el 9 de junio para que las defensoras de derechos humanos de los dos pa¨ªses pudieran visitar a los presos propios en el territorio del otro. Los dos jefes de Estado tambi¨¦n trataron por tel¨¦fono el tema de los presos el 21 de junio. El lunes por la tarde Den¨ªsova acus¨® a Rusia de ocultar informaci¨®n sobre el estado de salud de Sentsov y de no haberle dado la posibilidad de visitarlo, ver fotograf¨ªas o v¨ªdeos del preso. ¡°La informaci¨®n que llega sobre el estado de Oleg Sentsov y Vlad¨ªmir Baluja (otro preso ucranio) es ¡°contradictoria¡±, por una parte dicen que est¨¢n en huelga de hambre y por la otra que ¡°interrumpieron la huelga de hambre, emplean soluciones alimenticias y cobra peso¡±. ¡°La parte rusa intenta constantemente convencer al mundo de que est¨¢ bien y por otra sus abogados dicen lo contrario. Todo esto causa gran intranquilidad y desconfianza¡±, escribi¨® la defensora de derechos humanos.