Allen: pozos de gas y petr¨®leo entre peras y manzanas
El mayor yacimiento no convencional de hidrocarburos crece en el coraz¨®n frut¨ªcola de la Patagonia argentina
En los l¨ªmites del desierto patag¨®nico argentino hay un vergel. Gracias a la canalizaci¨®n del r¨ªo Negro, la tierra ¨¢rida se convirti¨® en alimento de las mejores peras y manzanas del mundo. Allen est¨¢ en el centro de ese cord¨®n verde. Sus habitantes viven de la fruta. O viv¨ªan, porque el negocio ya no rinde como antes. Las ventas cayeron, los chacareros envejecieron y sus hijos emigraron. Desde hace unos diez a?os, esos chacareros comenzaron a recibir la visita de las petroleras. Bajo sus chacras hab¨ªa gas, mucho gas, y las empresas ofrecieron alquilarles algunas parcelas para colocar all¨ª una boca de extracci¨®n. Hoy Allen impacta a la vista: junto a los ¨¢rboles frutales hay pozos de gas y petr¨®leo. No m¨¢s de 50 metros separan algunas bocas de las casas de los viejos productores.
Allen est¨¢ en la frontera este del yacimiento de Vaca Muerta, uno de las mayores reserv¨®reos de crudo y gas no convencionales del mundo. Su potencial es tal que en ello han coincidido Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner y Mauricio Macri. Ambos presidentes, en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas uno del otro, conf¨ªan en que Vaca Muerta convertir¨¢ a Argentina en un actor global de primer nivel. Para extraer el crudo y el gas que alberga Vaca Muerta hay que utilizar el fracking, una t¨¦cnica muy costosa. Primero hay que perforar 3.000 metros en forma vertical y desde las profundidades otro tanto en forma horizontal. El hidrocarburo no se encuentra en napas sino embebido en la roca. ¡°Para extraerlo se fractura la roca inyectado hasta 20 millones de litros de agua a alta presi¨®n con 400 toneladas de arena y c¨®cteles de qu¨ªmicos¡±, explica Ingo Boltz, coordinador de la campa?a de clima y energ¨ªa de Greenpeace, que ha organizado un viaje al yacimiento para periodistas.
La apertura del pozo es una obra de gran envergadura. Cientos de camiones transportan el agua y la arena hacia la torre que se coloca en la boca del pozo. Se trabaja a toda velocidad, d¨ªa y noche. En el medio del desierto neuquino, el movimiento de camiones pasa desapercibido. Pero en Allen, donde se levanta la Estaci¨®n Fern¨¢ndez Oro (EF0), convive con los chacareros, que viven y producen all¨ª. ¡°Nunca nos avisaron que pondr¨ªan un pozo de gas al lado de mi casa¡±, se lamenta Rub¨¦n Ib¨¢?ez, encargado de un vivero desde 2010, junto a su esposa. ¡°Hasta que no instalaron la torre no nos dimos cuenta. Nosotros s¨®lo sent¨ªamos ruidos detr¨¢s de los arbustos¡±, cuenta. Hoy, unos 50 metros separan su casa de los pozos de gas de la petrolera estatal YPF. Para verlos basta asomarse entre las plantas que corren junto al canal de riego, justo en el sitio donde cruzan hacia su terreno un amasijo de tuber¨ªas pl¨¢sticas para el gas.
Ya no hay torre frente a la casa de los Ib¨¢?ez. Una particularidad de la extracci¨®n mediante fracking es que tras el torbellino inicial s¨®lo quedan en el lugar unos ca?os que apenas se elevan un metro de la superficie. Los lugare?os los llaman arbolitos de navidad. Todo sucede debajo y se controla a la distancia. Pero el pueblo sabe que se trata de gas. Una noche de marzo de 2014, los Ib¨¢?ez escucharon una explosi¨®n. ¡°Salt¨® una v¨¢lvula y las llamas llegaban a los 30 metros. El fuego dur¨® tres horas¡±, cuenta Ib¨¢?ez. El incendio encendi¨® alarmas sobre el peligro de vivir junto a un pozo de extracci¨®n, pero nada pas¨®. El municipio prohibi¨® el fracking en sus tierras, pero la Corte Suprema provincial anul¨® la norma por considerarla inconstitucional. Nuevos pozos se abrieron entonces en terrenos de chacras. ¡°Buscan a los chacareros m¨¢s apretados y los persiguen hasta que arreglan con la petrolera. Est¨¢n ahorcados y necesitan el dinero¡±, dice Ib¨¢?ez.
En Allen funcionan 130 pozos que producen 3,4 millones de metros c¨²bicos de gas por d¨ªa y 780 metros c¨²bicos de crudo, seg¨²n datos de YPF. El yacimiento representa el 20% de toda la producci¨®n de gas de la empresa. Tras el impacto inicial que los pozos produjeron en la comunidad, ya no hay chacareros que protesten contra el fracking. La resistencia ha quedado reducida a una organizaci¨®n que denuncia el impacto de la producci¨®n petrolera sobre el agua.
¡°Logramos que al menos Allen sea una frontera, no han avanzado aguas abajo. Somos un grano molesto que siempre est¨¢ denunciando. Pero no entendemos por qu¨¦ [los chacareros] son tan individualistas. Cuando reci¨¦n empez¨® todo esto nos acompa?aron, pero ahora se borraron¡±, lamenta Juan Ponce, integrante de la Asamblea Permanente del Comahue por el Agua. En el agua est¨¢ la clave del problema. ¡°La industria dice que el impacto es nulo, porque lo que se inyecta queda abajo y lo que sube junto con el petr¨®leo y el gas es tratado. Pero en EEUU, donde el fracking es masivo, han determinado que si rompes la roca no puedes predecir adonde se rompe y es posible contaminar acu¨ªferos subterr¨¢neos¡±, dice Boltz, de Greenpeace.
Los riesgos bajo tierra son imprevisibles y en la superficie dif¨ªciles de probar, al menos cient¨ªficamente. En Argentina no hay estudios que confirmen casos de contaminaci¨®n en la fruta del valle del R¨ªo Negro. Diego Rodil era investigador del estatal Instituto Nacional de Tecnolog¨ªa Agropecuaria (INTA) cuando el fracking lleg¨® a la zona. Dedic¨® parte de su trabajo a medir el impacto, pero dice que no encontr¨® apoyo suficiente para relacionar en laboratorio los qu¨ªmicos hallados en manzanas y peras con las actividades extractivas. Lo que s¨ª comprob¨® fue el impacto evidente sobre el suelo. ¡°Las hect¨¢reas donde se instalan los pozos son irrecuperables¡±, dice. ¡°Durante la apertura del pozo trabajan hasta 30 camiones al mismo tiempo y para que no se entierren en el barro se coloca medio metro de calc¨¢reo. All¨ª ya no crecer¨¢ nada durante d¨¦cadas. Los residuos de los ¡®accidentes¡¯, como llaman a los derrames, quedan adem¨¢s en la tierra y permea en los canales de riego¡±, explica Rodil.
Un siglo de trabajo de los chacareros permiti¨® al valle de R¨ªo Negro elevar de 0,5% a 5% el porcentaje de materia org¨¢nica de la tierra del lugar. Las cifras dan una idea de lo que est¨¢ en juego. En YPF entienden que el trabajo entre chacras productivas pone a la empresa bajo la lupa. ¡°Para YPF, la Estaci¨®n Fern¨¢ndez Oro representa el desaf¨ªo de la convivencia con el entorno y se trabaja permanentemente para lograrla. Tambi¨¦n se busca potenciar el desarrollo econ¨®mico a la zona en torno a la actividad. El yacimiento es el m¨¢s importante de la provincia de R¨ªo Negro¡±, explican a EL PA?S desde YPF. Este a?o, la petrolera estatal espera abrir otros 34 pozos en Allen, entre peras y manzanas. El equilibrio es delicado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Fracturaci¨®n hidr¨¢ulica
- YPF
- Greenpeace
- Argentina
- Repsol
- Gas
- Petroleras
- Producci¨®n energ¨ªa
- Petr¨®leo
- Organizaciones medioambientales
- Combustibles f¨®siles
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Combustibles
- Materias primas
- Protecci¨®n ambiental
- Am¨¦rica
- Energ¨ªa no renovable
- Empresas
- Fuentes energ¨ªa
- Econom¨ªa
- Energ¨ªa
- Industria
- Medio ambiente
- Edici¨®n Am¨¦rica